El 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, promovido por La Organización Mundial de la Salud, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) con el objetivo de aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.
También el 4 de Febrero, pero de 1992, nuestra querida patria comenzó a sufrir esta terrible enfermedad, en la forma de una intentona golpista en contra del presidente Carlos Andrés Pérez que dejó una cifra de heridos y fallecidos aún inciertas, pero que medios de comunicación para la fecha calculaban en más de 100.
Los militares involucrados fueron juzgados y hallados culpables de rebelión. Algunos se fugaron, otros fueron sobreseídos, otros dados de baja y el resto encarcelados, para después ser finalmente sobreseídos por el gobierno de Caldera en 1994, este lo hizo para tener una alianza con grupos políticos de izquierdas que apoyaron el golpe y así mantener su gobierno.
Entre los sobreseídos se encontraba Hugo Chávez, la principal célula maligna del cáncer llamado chavismo.
La enfermedad del cáncer, se estima, la sufrirá uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres en algún momento de su vida. Cada año se diagnostican en el mundo más de 14 millones de casos nuevos y la enfermedad provoca 9,6 millones de muertes al año. La reproducción anormal de células cancerígenas, si no es detectada y tratada a tiempo, da paso a tumores que van dañando los órganos internos
Si no se trata, el tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo diseminándose a otros órganos y tejidos, produciendo daños severos a la salud y, finalmente, la muerte.
El cáncer chavista a pesar de haber sido detectado, lamentablemente nunca fue tratado.
Hoy, este día, 30 años después, la cantidad de muertes asociadas al chavismo, de manera directa o indirecta puede que sobrepase o no la cifra anual que otorga la Organización Mundial de la Salud respecto al padecimiento oncológico.
Sus metástasis fácilmente identificables en la victoria electoral del año 98 del desaparecido Chávez, quien irónicamente murió de cáncer, y en la de la llegada de su sucesor, Nicolás Maduro, han corroído a la que fue en algún momento de su historia una de las naciones más ricas del mundo.
Los incalculables quistes, profundamente chavistas, llevaron a lo largo de este tiempo a sacar a casi siete millones de venezolanos de sus hogares destruyendo sus familias. A empobrecer a la mayoría de sus ciudadanos; matarlos de hambre; crimen; enfermedades que no hay ni dónde ni como curar, gracias a la ausencia casi total de libertades. Hoy en día vemos con estupor como un gobierno narcotraficante y criminal, lava internamente el dinero proveniente del crimen a punta de lujosos yates, potentes vehículos y bodegones de dudosa procedencia.
Una de las tragedias más grandes jamás imaginada por los venezolanos, engendrada meticulosamente desde una isla del Caribe por un asesino que fumaba habanos.
Hoy, en un día tan importante, como el de la lucha contra el cáncer, indudablemente debemos rememorar un día tan detestable como ese 4 de febrero de 1992, el primer día que se enfermó Venezuela.
A nadie le queda duda que tanto el cáncer, como el chavismo, son malignos.
