Frente a la sede de la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya, activistas venezolanos iniciaron una huelga de hambre, denunciando la prolongada dilación en el Caso Venezuela I, abierto en 2018, y marcado por la recusación del fiscal Karim Khan por conflicto de intereses.
Mario De Nigris, activista y profesor de derechos humanos, describió la protesta como una “gesta histórica” y llamó a la comunidad internacional a reconocer que la parálisis judicial permite que los crímenes de lesa humanidad sigan ocurriendo.
“Por Oscar Pérez, Franklin Brito, Rocío San Miguel, Dinorah Hernández, Neomar Lander, Bassil Da Costa… no vamos a levantar esta huelga. Si tenemos que dar la vida, la daremos aquí, como lo hicieron nuestros mártires defendiendo la libertad de nuestro país”, enfatizó De Nigris.
La protesta subraya que el fiscal de la CPI tiene facultades no solo para enjuiciar, sino también para actuar preventivamente, protegiendo a las víctimas y evitando que se continúen las violaciones de derechos humanos, que en Venezuela siguen ocurriendo de manera sistemática y documentada.
Los activistas instaron a la CPI a pronunciarse de manera inmediata, recordando que ya existen pruebas suficientemente contundentes para procesar a Nicolás Maduro y sus colaboradores, y alertaron sobre el costo internacional de mantener la impunidad en un caso de crímenes graves en curso.
