La agitación política iraní ensombreció también el segundo partido de Irán en la Copa del Mundo el viernes, con hinchas progubernamentales acosando a los antigubernamentales fuera del estadio en Qatar.
Pocos creían que tras comerse una goleada 6-2 contra Inglaterra, Irán levantaría cabeza ante una Gales que en el papel lucía superior. Derrotaron a Gales 2-0 en los minutos finales del encuentro y suman sus tres primeros puntos.
Al contrario que en su primer partido contra Inglaterra, los jugadores de Irán cantaron su himno nacional antes del partido contra Gales mientras algunos aficionados presentes en el estadio lloraban.
Algunos aficionados iraníes confiscaron banderas persas prerrevolucionarias de los seguidores que entraban en el estadio Ahmad Bin Ali y gritaron insultos a los que llevaban camisetas con el lema del movimiento de protesta del país, “Mujer, vida, libertad”.
Pequeñas turbas de hombres corearon airadamente “La República Islámica de Irán” contra las mujeres que concedían entrevistas sobre las protestas a los medios de comunicación extranjeros fuera del estadio.
Se produjeron enfrentamientos a gritos fuera del control de seguridad entre aficionados que gritaban “Mujer, Vida, Libertad” y otros que respondían con “La República Islámica”.
Muchas aficionadas estaban visiblemente conmocionadas cuando los seguidores del gobierno iraní las rodearon con banderas nacionales y las filmaron con sus teléfonos.
Una mujer de 35 años llamada Maryam, que al igual que otros hinchas iraníes se negó a dar su apellido por miedo a las represalias del gobierno, comenzó a llorar cuando hombres gritando y tocando bocinas la rodearon y filmaron su rostro de cerca. Llevaba pintadas en la cara las palabras “Woman Life Freedom”.
Otra mujer llamada Vanya, de 21 años, que vive en Qatar, dijo que le aterrorizaba volver a Irán después de lo que vivió el viernes fuera del estadio. “Temo de verdad por mi seguridad aquí”, dijo.
Un grupo de aficionados que llevaban gorras con el nombre del ex futbolista iraní Voria Ghafori, detenido el jueves en Irán, dijeron que les habían robado las gorras los partidarios del gobierno.
“Es evidente que el partido se ha politizado mucho esta semana. Se puede ver a gente del mismo país que se odia”, dijo Mustafa, un aficionado iraní de 40 años. “Creo que las tres detenciones de Voria también han afectado mucho a la sociedad iraní”.