El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), principal martillo revolucionario contra la oposición democrática, ha declarado la suspensión de «todos los efectos de las distintas fases del proceso electoral conducido por la Comisión Nacional de Primarias (CNP)». La decisión judicial se toma a instancias del recurso de amparo interpuesto por el diputado José Brito, uno de los colaboracionistas favoritos del régimen.
La sentencia se ha hecho pública coincidiendo con la presentación ante la Fiscalía General de la República de los miembros de la CNP, a quienes se acusa de usurpación de funciones, usurpación de identidad, legitimación de capitales y asociación para delinquir.
El chavismo intenta con esta doble embestida mitigar el «huracán» María Corina Machado, gran triunfadora de un proceso ciudadano que se celebró contra viento y marea hace 8 días. La líder conservadora conquistó el 92,6% de los apoyos para un total de 2,4 millones de votos, un hito histórico que ha supuesto el rearme de una oposición debilitada desde el poder y por sus propios errores.
El Supremo también ha ordenado a la CNP remitir todo el material administrativo de las 25 fases del proceso electoral, tras insistir en que Machado está inhabilitada y por lo tanto no puede participar en las elecciones presidenciales del año que viene. Desde las actas y los cuadernos de votación hasta la proclamación de la ganadora.
«Resulta y acontece que estos efectos son irreversibles, María Corina es la candidata presidencial elegida y proclamada», reaccionó el ex alcalde de Caracas Antonio Ledezma.
Con esta sentencia la revolución dinamita los acuerdos de Barbados, firmados hace dos semanas por Gobierno y oposición bajo auspicio de Estados Unidos. El Departamento de Estado impuso un ultimátum hasta finales de noviembre para que Maduro cumpliera con los acuerdos y mostró su decisión de revertir la flexibilización aplicada a las sanciones energéticas contra Caracas.