El choque y la tensión entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela alcanzaron un punto máximo esta semana, cuando ambos países involucraron activos militares en su disputa.
Por: Uriel Blanco – CNN
Por un lado, EE.UU. ha endurecido su retórica sobre narcotráfico contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y su gobierno. Por el otro, Caracas ha rechazado repetidamente toda acusación relacionada con narcotráfico, mientras Maduro dice que “ningún imperio va a tocar el suelo sagrado” del país.
En medio de este intercambio, tanto EE.UU. como Venezuela han anunciado fuertes despliegues militares, que incluyen personal militar activo, buques de guerra y aviones. ¿Hasta dónde podría llegar esta confrontación? Según los expertos consultados por CNN, hay varios escenarios a considerar.
¿Cómo llegamos a este punto?
A finales de julio, Estados Unidos designó al Cartel de los Soles como organización terrorista internacional. Se trata de un presunto grupo criminal venezolano que, según Washington, ha corrompido las altas esferas políticas, militares y judiciales en Venezuela desde finales de la década de 1990 para enviar drogas a EE.UU.
Poco después, en agosto, el Gobierno del presidente Donald Trump reiteró su acusación contra Nicolás Maduro de ser el líder de ese cartel y duplicó la recompensa a US$ 50 millones por información que conduzca al arresto del mandatario venezolano.
Las acusaciones contra Maduro, rechazadas de raíz y de manera reiterada por el Gobierno de Venezuela, no son nuevas. Se remontan a 2020, cuando EE.UU. señaló a Maduro como líder del Cartel de los Soles y ofreció inicialmente US$ 15 millones por información que llevase a su arresto.
En medio de las tensiones crecientes entre los dos países, el Gobierno de Trump lleva a cabo un despliegue militar importante en aguas de América Latina y el Caribe como parte de una iniciativa intensificada para combatir los carteles de la droga, según informaron la semana pasada dos funcionarios de Defensa estadounidenses a CNN. El despliegue incluye 4.000 militares, un submarino de ataque de propulsión nuclear, aviones de reconocimiento P8 Poseidon adicionales, varios destructores y un crucero lanzador de misiles guiados, agregaron los funcionarios.
Por su parte, Maduro anunció la movilización de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio nacional, dijo que “ningún imperio va a tocar el suelo sagrado de Venezuela” y minimizó las “amenazas a la paz” del país. El mandatario aseguró que su país tiene la capacidad defensiva para evitar una confrontación.
Este fin de semana se iniciaron las jornadas de inscripción a la Milicia Bolivariana. Maduro afirmó que fueron un éxito y ordenó que continúen la siguiente semana. Sin embargo, el presidente de Venezuela no ofreció cifras sobre los dos primeros días de convocatoria para que los voluntarios —la mayoría sin experiencia militar previa— se inscriban, mientras que la oposición afirmó que el llamado había sido un “fracaso”. En algunos centros de inscripción, como la Plaza Bolívar de Caracas, se registró una afluencia considerable de voluntarios, mientras que en otros puntos se observó mucha menor concurrencia.
La Milicia venezolana, adscrita a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, fue creada en 2005 por el fallecido presidente Hugo Chávez y establecida formalmente en 2010. Maduro afirmó en 2020 que ya había más de 4,5 millones de milicianos inscritos.
Asimismo, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, anunció el martes el despliegue de buques en aguas territoriales del Caribe como parte de un despliegue para combatir “grupos terroristas, armados, narcotraficantes”, mientras Caracas pedía apoyo a la ONU en medio de las tensiones con Estados Unidos.
Con los buques, se inicia el despliegue operacional de 15.000 efectivos en los estados Táchira y Zulia, fronterizos con Colombia, añadió Padrino López.
Una invasión directa es poco probable, según expertos
Con los activos militares estadounidenses desplegados en aguas del Caribe, uno de los posibles escenarios sería una invasión directa a Venezuela, algo poco probable en estos momentos, según José Antonio Hernández Macías, doctor en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El experto destaca que el costo “tanto político como humanitario” sería muy alto para Trump en este caso, pues involucraría a otros actores, como China, que se posicionó contra el despliegue militar de EE.UU.
Por tanto, Hernández Macías considera que hay otro escenario más probable.
“Me parece que es complicado que se pudiera generar una invasión directa. Yo veo más bien que se podrían generar operaciones bastante selectivas; es decir, en lugar de una invasión a gran escala, se podría optar por acciones, por ejemplo, como ataques con drones” con el fin de desmantelar operaciones del narcotráfico que denuncia Washington, indicó el también investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM.
“Actividad quirúrgica”
José Briceño Ruiz, doctor en Ciencia Política por el Instituto de Estudios Políticos de Aix-en-Provence e investigador del CIALC, coincidió con su colega y dijo que sería más viable ver una “actividad quirúrgica” relacionada con el narcotráfico.
“Un escenario es que, efectivamente, en el Gobierno de Estados Unidos haya pruebas muy sólidas de actividades vinculadas al narcotráfico en el territorio venezolano (…) Entonces (el despliegue militar estadounidense) posiblemente sea una actividad quirúrgica para destruir infraestructura de lo que (en Washington) llaman el Cartel de los Soles, exista o no exista”, comentó Briceño Ruiz en entrevista con CNN.
Si EE.UU. escala las operaciones militares, las operaciones no solo se podrían dirigir a infraestructura, sino a “líderes específicos del Gobierno venezolano”.
“Personas respecto a las cuales existe una orden de captura, detenerlos, llevarlos a la justicia estadounidense”, dijo el doctor en Ciencia Política.
Además de Maduro, el Gobierno de Estados Unidos acusó de narcotráfico desde 2020 a otros políticos venezolanos, tales como Diosdado Cabello, actual ministro del Interior y Justicia, o Hugo “Pollo” Carvajal Barrios, exdirector de Inteligencia Militar de Venezuela.
Desde inicios de agosto, EE.UU. ofrece US$ 25 millones por la captura de Cabello y US$ 15 millones por Vladimir Padrino, el ministro de Defensa de Venezuela. El Gobierno venezolano ha calificado la oferta de patética y ridícula. En tanto, Cabello ha señalado que el Cartel de los Soles es un “invento” de Washington y “una gran mentira para manipular”.
El general retirado Hugo Carvajal Barrios —detenido en Madrid, en 2021 por pedido de EE.UU. y extraditado en 2023— es considerado uno de los principales líderes del presunto Cartel de los Soles, según el Departamento de Justicia estadounidense. A finales de junio de este año, Carvajal se declaró culpable de narcoterrorismo y narcotráfico, delitos por los que podría enfrentar hasta la cadena perpetua. La sentencia contra el Pollo Carvajal se dará a conocer el 29 de octubre, indicó el Departamento de Justicia de EE.UU.
Una forma de presión
Los dos expertos de la UNAM señalaron que el despliegue militar estadounidense podría ser una forma de presionar al Gobierno de Maduro para que ceda en algunas negociaciones con Estados Unidos de corte económico o político.
Para Hernández Macías es más probable que el significado de esa presión sea una demostración de poder de Washington.
Briceño Ruiz coincidió también en este punto y sugirió que el despliegue militar de EE.UU. podría presionar las actividades de los grupos criminales en la región.
“Yo creo que van a estar rondando unas semanas (los activos militares estadounidenses). Lo veo como un mecanismo de presión, de llamada de atención y, si efectivamente existe una red de narcotráfico, como un mecanismo para limitar esa acción de esos grupos ilegales del narcotráfico”, dijo el doctor en Ciencia Política.
Un funcionario de Defensa de EE.UU. dijo previamente a CNN que, por ahora, el refuerzo militar es principalmente una demostración de fuerza, destinada más a enviar un mensaje que a indicar cualquier intención de ejecutar ataques precisos contra los cárteles. Sin embargo, también ofrece a los mandos militares estadounidenses —y al presidente Trump— una amplia gama de opciones en caso de que Trump ordene una acción militar.
“El Noriega del siglo XXI”
De todos los escenarios posibles, la invasión directa en territorio venezolano sería el peor de todos, advierte Gabriel Pastor, analista del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), un grupo de reflexión con sede en Uruguay.
Debido al manejo de política exterior de Trump —de amenazas cumplidas y no cumplidas—, ese escenario no se debería descartar por completo y plantearlo como una posibilidad real, dijo Pastor en entrevista con CNN.
Agrega que, de hacerse realidad una invasión directa en Venezuela, sería “el Noriega del siglo XXI”, en referencia a la invasión militar estadounidense de Panamá en diciembre de 1989 para derrocar al dictador Manuel Noriega, acusado por EE.UU. de crimen organizado, lavado de dinero y tráfico de drogas.
“Para hablar de una situación de estas características (una nueva invasión estadounidense en América Latina), tenemos que retrotraernos a diciembre de 1989, a la invasión que en aquel momento dio la orden George Bush padre contra el dictador Manuel Antonio Noriega, que también fue por narcotráfico”, explicó el analista del CERES.
“Las situaciones fueron completamente diferentes. Primero estamos hablando de que la dictadura de Noriega duró de 1983 a 1989; ahora estamos hablando de 26 años de gobiernos chavistas. Y tampoco estamos hablando de la misma fuerza militar, es evidente que hoy Venezuela tiene una infraestructura militar superior a Panamá, pero nunca se compara con Estados Unidos”, agregó.
Si bien ahora se habla del despliegue de alrededor de 4.000 militares en el Caribe y en 1989 se hablaba del despliegue de 26.000 integrantes de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en Panamá, la diferencia radica en que la tecnología militar estadounidense es muy superior en la actualidad.
“La tecnología militar lo que hace es no utilizar a personas en la acción. Entonces se tiene a más de 4.000 militares desplegados, destructores con misiles, aviones de espionaje, acorazados, submarinos de ataques. Es una infraestructura infernal” de Estados Unidos, dijo Pastor.
El sitio Global Fire Power, especializado en análisis militar y que usa estadísticas oficiales o hace un estimado cuando no están disponibles, ubica a Venezuela en el puesto 50 de poder militar en el ranking de 2025, entre 145 países. Estados Unidos ocupa el puesto número 1, Rusia el 2 y China el 3.
De acuerdo con el ranking 2025 de Global Fire Power, el Ejército de Venezuela cuenta con 115.000 integrantes, la Armada tiene 25.500 y la Aviación Militar suma 20.000 miembros.
En comparación, muestra el ranking, el Ejército de EE.UU. tiene más de 1,4 millones de integrantes, la Armada suma 667.108 miembros y la Fuerza Aérea cuenta con 701.319.