Vía CNN
El gigantesco sistema de cohetes de espacio profundo de SpaceX, Starship, despegó hacia los cielos después de salir desde su plataforma de lanzamiento en Boca Chica, Texas, marcando un comienzo exitoso del primer vuelo de prueba del vehículo desde su desafortunado debut en abril.
Starship comenzó su viaje este sábado por la mañana atada a la parte superior de la primera etapa Super Heavy, un cohete de 232 pies de altura (70,7 metros de altura) equipado con 33 enormes motores. Aproximadamente dos minutos y medio después de cobrar vida y saltar de la plataforma de lanzamiento, el propulsor Super Heavy gastó la mayor parte de su combustible, y la nave espacial Starship encendió sus propios motores y se separó.
La nave espacial Starship ahora utiliza sus propios seis motores para continuar impulsándose a velocidades más rápidas. SpaceX tiene como objetivo enviar la nave espacial a velocidades cercanas a las orbitales, generalmente alrededor de 17.500 millas por hora (28.000 kilómetros por hora).
Mientras tanto, el propulsor Super Heavy explotó pero la cápsula Starship continuó su rumbo.
Próximos pasos
Sin embargo, aún quedan por delante varios hitos clave en este vuelo de prueba.
El objetivo de SpaceX es enviar la cápsula Starship a casi una vuelta completa a la Tierra, guiando el vehículo de regreso desde el espacio sobre el Océano Pacífico y amerizando frente a la costa de Hawaii. Se espera que todo el viaje dure una hora y media.
Reingresar de forma segura a la atmósfera de la Tierra será una prueba clave para la nave espacial. SpaceX seguirá de cerca cómo funcionará el escudo térmico de Starship, las baldosas hexagonales negras que recubren el vientre de la nave espacial y la protegen de la física ardiente del reingreso.
La compañía también podría probar una maniobra que utilizará Starship para frenar su descenso. El proceso implica que el vehículo vuele horizontalmente, imitando a un paracaidista, antes de usar sus motores para reorientarse rápidamente a una posición hacia arriba a medida que se acerca al suelo o, en este caso, al océano.
El último lanzamiento de prueba de Starship terminó explosivamente
SpaceX intentó por primera vez lanzar Starship y su propulsor Super Heavy en abril.
Pero el vuelo de prueba no llegó muy lejos.
Inmediatamente quedó claro que no todos los motores del Super Heavy estaban encendidos y el cohete despegó en dirección casi horizontal.
Luego, cuando comenzó a elevarse sobre el Golfo de México, el cohete comenzó a dar vueltas sobre su cabeza y SpaceX se vio obligado a presionar el botón de autodestrucción, haciendo explotar el cohete para que no representara ningún peligro.
La pura fuerza del cohete durante el despegue también dejó la plataforma de lanzamiento hecha jirones, lo que obligó a SpaceX a reconstruir la plataforma de una manera que espera resista mejor el feroz golpe de los 33 motores del Super Heavy.
A pesar del percance, SpaceX intentó enmarcar la misión como una experiencia de aprendizaje crucial. Se sabe desde hace mucho tiempo que la compañía comete errores explosivos durante el desarrollo de cohetes, con el objetivo de aprender más rápidamente que si solo dependiera de pruebas en tierra.