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Cuba compró más pollo a EE UU y más barato, pero el precio local al consumidor no baja

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Vía 14ymedio

La caída del precio por kilo permitió a la Isla pagar 27,2 millones de dólares y ahorrar un 26% respecto al mes anterior

En enero, llegaron a Cuba desde EE UU 29.412 toneladas de pollo, un 11% más que en diciembre, y sin embargo el consumidor debe ir a buscarlo en tiendas en divisas o en el mercado informal. Lo mismo pasa con el precio: el Estado cubano se aprovechó de una caída del costo del producto en el mercado internacional y gastó un 26% menos en enero que en diciembre por una cantidad mayor de carne, mientras que el precio al público sigue por las nubes.

En el último mes de 2022, el kilo de pollo costaba 1,26 dólares y en enero bajó a 0,93. La carne vuelve a precios que no se veían desde mayo de 2022, cuando se comercializaba por 0,91 dólares. En aquel mes comenzó una espiral ascendente que alcanzó su máximo en octubre, con un costo de 1,29.

El descenso permitió que Cuba gastara 27,2 millones de dólares el primer mes del año, en lugar de los 33 millones de dólares que invirtió hace un mes por la importación de 26.460 toneladas.

«Habrá que esperar para confirmar si fue una interrupción temporal de la tendencia», señala el economista cubano Pedro Monreal, que publica y analiza mensualmente las estadísticas de este producto, el que más adquiere el Gobierno de la Isla de su vecino a pesar de las constantes acusaciones que le lanza sobre los daños que le provoca el «bloqueo».

Cuba tiene exenciones para adquirir en EE UU productos de alimentación y medicamentos entre otra larga lista de excepciones. La condición, que el régimen califica de injusta y contraria a las normas de comercio internacional, es que abone el dinero en efectivo y por adelantado.

En julio de 2022, el Congreso de Estados Unidos rechazó una enmienda presentada por la legisladora demócrata Rashida Tlaib que proponía ampliar el comercio agrícola con Cuba y autorizar el pago diferido durante un año. No es el único movimiento en Washington dirigido a relajar las restricciones.

Esta semana llegó al Senado un proyecto bipartidista, ya presentado en la misma cámara un año atrás, en el que se propone «eliminar barreras» al comercio estadounidense con la Isla. Sus defensores alegan que se mantendría la política relativa a las exigencias en cuestiones de derechos humanos pero se incrementarían las oportunidades económicas para los estadounidenses y la población cubana.

La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos considera que si se levantaran las restricciones al comercio las exportaciones de productos como el trigo, el arroz o la soya podrían aumentar un 166% en 5 años, hasta un total de 800 millones de dólares. Sin embargo, la falta de acceso a crédito y financiación de Cuba fruto de su ruptura con organismos internacionales y los impagos sistemáticos de la deuda deja dudas sobre cómo podría la Isla afrontar los pagos.

En 2022, la cifra pagada por Cuba a EE UU por compras de insumos agrícolas y productos alimenticios alcanzó su cifra récord, con 328,5 millones de dólares, un aumento de 7,7% desde los 304,7 millones reportados en 2021, según el Consejo Económico y Comercial EE UU-Cuba.

En 2022, la Isla invirtió 295 millones de dólares solo en comprar pollo en EE UU, frente a los 279,1 de 2021. La cifra se ha duplicado desde 2020, cuando el Estado gastó 143,7 millones, aunque aquel año fue el que menos cantidad compró. Entre los motivos está la subida del producto en los mercados internacionales, que en 2022 fue generalizada.

Las estadísticas del Instituto Latinoamericano del Pollo, que muestran una comparativa de los precios en los tres exportadores mundiales principales (EE UU, Brasil y la Unión Europea), dejan ver el alza simultánea que se produjo en los precios de los tres orígenes durante el pasado año, cuando la crisis de Ucrania y el aumento de los gastos de transporte marítimo empezaron a empujar los precios.

La población en Cuba, que ha pasado de aspirar a poner cerdo en su mesa a soñar con lograr un pedazo de pollo, se queja de tener que pasar largas horas en una cola para conseguir la carne, y en el mercado paralelo apenas puede permitírselo. En la página de anuncios Revolico, el precio de un pollo de aproximadamente dos kilos se vende por una media de 1.500 pesos, aproximadamente 12 dólares, más de la mitad del salario mínimo de un cubano, o unos 8,50 dólares si se cambia en el mercado negro de divisas. En el primer caso, el consumidor paga por el kilo de de pollo más de seis veces el precio de importación por el Estado cubano. Y en el segundo, 4,5 veces más.

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