En los mercados financieros, el estímulo fiscal produjo un rápido repunte en el empleo, impulsando los mercados de valores a niveles récord.
Los bancos centrales mantuvieron sus programas de flexibilización cuantitativa, lo que inmovilizó los rendimientos de los bonos.
Las acciones están empezando a parecer sobrecalentadas, especialmente si los bancos centrales tienen que endurecer las condiciones monetarias en los próximos meses. Y ómicron muestra que el covid sigue siendo un peligro claro y presente.
En cálculos de Bloomberg, el valor total de los mercados de acciones mundiales alcanzó un récord de US$120 billones en el cuarto trimestre y se ha duplicado desde su mínimo al comienzo de la pandemia, en marzo de 2019.