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Es lo que es

La estrategia deliberada de Trump para desvincularse de China

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Vía EndGame Macro

He aquí un análisis de espectro completo sobre el giro arancelario de Trump del 125% al ​​10% visto no sólo como una política errática, sino como una maniobra estratégica deliberada inserta en un juego de grandes potencias multipolares:

  1. El caos como arma: el ángulo de la guerra psicológica

Lo que muchos interpretan como «inestabilidad» o «patología» podría ser en realidad una proyección deliberada de la imprevisibilidad, un elemento clave de la «Teoría del Loco» de Nixon. Si los adversarios creen que uno podría hacer cualquier cosa, es menos probable que lo pongan a prueba directamente. Trump, consciente o inconscientemente, está utilizando la incertidumbre como arma para cambiar el marco de negociación de un orden económico basado en reglas (dominado por China) a uno regido por el miedo y la inestabilidad (que favorece al complejo militar-financiero estadounidense).

Idea clave: Cuando el sistema favorece a tu adversario, tu imprevisibilidad se convierte en tu ventaja.

  1. La “pausa” como señal coercitiva, no como concesión

La pausa de 90 días no es una relajación, sino una medida disuasoria condicional:
•Trump da a las cadenas de suministro globales 90 días para adaptarse y reconsiderar sus alineaciones.

•Dice a los gobiernos extranjeros: “Trabajen con nosotros o prepárense para el caos”.
•Crea una “bifurcación de decisiones” en el sistema exportador de China: los compradores a futuro, las aseguradoras navieras, los planificadores logísticos y los operadores de cobertura cambiaria ahora deben incorporar en el precio el riesgo de cambio de régimen.

No se trata de inestabilidad por sí misma, sino de desestabilización utilizada para rediseñar las cadenas de dependencia global.

  1. Metajuego de la guerra de divisas: el uso del comercio como arma para debilitar los sistemas de paridad

El sistema cambiario chino está anclado a una flotación controlada frente al dólar, y el yuan ha dependido históricamente de superávits constantes de exportación para mantener su paridad. Al introducir aranceles erráticos, EE. UU. altera:

•Entradas de yuanes (ingresos por exportaciones),
•Arbitraje de tasas de interés (demanda de bonos del Tesoro estadounidense por parte de los gestores de reservas chinos),
•Confianza de los inversores en la gestión de la liquidez china.

Si el yuan se debilita significativamente, China se enfrenta a:

•Salidas de capital y agotamiento de reservas (a la 2015),
•O controles de capital más estrictos y presiones inflacionarias.

Objetivo estratégico: acorralar a China o bien absorber la inflación internamente o arriesgarse a una inestabilidad en su financiación en dólares.

  1. Mensajes impactantes para el Sur Global y sus aliados

La referencia a «75 países llamando» no es casual. Es:

  • Una advertencia a los aliados que dependen de los mercados estadounidenses: “No supongan que la neutralidad los protege”.
  • Una estrategia de contraataque para crear una trampa de deuda dirigida a los países de la Franja y la Ruta: “Sus flujos comerciales dependen de mis aranceles, no de los puentes de Xi”.
  • Una prueba de lealtad al sistema del dólar: jugar según las reglas de Washington o ser un daño colateral en una crisis de liquidez impulsada por el comercio.

El mundo está atrapado en un marco dolarizado y el estilo de Trump convierte esa dependencia en un arma.

  1. El erraticismo de Trump como reflejo de la fractura estructural del imperio

Los críticos no se equivocan al decir que esto es un síntoma del declive estadounidense. Pero pasan por alto la adaptación estratégica que se está produciendo en tiempo real:

Estados Unidos ya no es el poder hegemónico predecible porque la previsibilidad ayudó a sus competidores a crecer.

La administración Trump refleja la transición de la estabilidad hegemónica a una contienda multipolar. En ese entorno, el caos se convierte en la moneda de disuasión.

No se rige por las normas de la OMC. Se rige por las normas geopolíticas de extracción de recursos.

  1. Utilidad política interna: Alineando la estrategia geopolítica con la psicología electoral

Esta postura agresiva también alimenta la base electoral al:

  • Externalizar el declive (“Nos estafaron”),
  • Prometiendo una redención a través de la reindustrialización (aranceles como herramientas de relocalización),
  • Enmarcar la volatilidad como dominio (“Sólo la fuerza explica por qué nadie toma represalias”).
  • Construcción narrativa: No se trata de incoherencia. Se trata de una transición del imperio liberal al imperio defensivo.
  1. El verdadero juego a largo plazo: desacoplamiento forzado mediante shock económico

Nadie lo admitirá todavía, pero el objetivo bipartidista tácito es el desacoplamiento selectivo de China:

  • Los semiconductores, la infraestructura de IA, las tierras raras y los productos farmacéuticos ya no dependen del mercado. Son activos de seguridad nacional.
  • Las rápidas salvas arancelarias de Trump no están diseñadas para lograr un acuerdo estable, sino para romper los círculos viciosos de la planificación corporativa multinacional.
  • En otras palabras: no se trata de un acuerdo. Se trata de una disrupción.

Resumen final:

El aparente caos de aumentos arancelarios, pausas inmediatas y señales contradictorias no se debe solo al erratismo de Trump. Es una campaña híbrida de guerra económica:

  • Desestabilizar la seguridad comercial de China,
  • Probar la dependencia global de los canales de compensación del dólar,
  • Romper la complacencia corporativa multinacional,
  • Forzar realineamientos geopolíticos a través del caos financiero.

No se puede salir del declive mediante aranceles. Pero sí se pueden usar como detonadores tácticos para reconfigurar la arquitectura global del suministro antes de que el declive se vuelva irreversible.

Esto no es política económica. Es una señal de guerra.

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