Vía El Impulso
La adopción de la agrotecnología en Venezuela sigue siendo baja, particularmente entre los agricultores familiares, a pesar de ser una herramienta vital para tomar decisiones acertadas ante el cambio climático.
Así lo indicó Saúl Elías López, presidente de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines (SVIAA) y director de la Asociación Venezolana para la Agricultura Familiar (AVAF), durante su participación en el programa Punto y Seguimos de Radio Fe y Alegría Noticias.
Desmitificando la agrotecnología
López argumentó que es crucial eliminar el mito de que la agrotecnología es inaccesible o de alto costo. Explicó que este concepto abarca desde herramientas sencillas como:
- Aplicaciones móviles para el registro de costos, alertas climáticas y planificación de siembra.
- Plataformas de crédito que facilitan la compra de insumos con planes de pago fraccionados.
Si bien existen tecnologías más avanzadas (drones, servicios satelitales, abonadoras de tasa variable), el directivo enfatizó que lo esencial es que la tecnología solucione los desafíos reales que enfrenta el productor en el campo.
“Es necesario acercar la oferta agrotecnológica a la demanda, que realmente satisfaga necesidades y resuelva problemas. Las soluciones deben surgir de lo que requieren los agricultores, no de lo que las empresas deciden crear”, expresó López.
Observatorio nacional y agricultura familiar
La Asociación Venezolana de Agrotecnología ha creado un Observatorio Nacional de Adopción Agrotecnológica para medir el uso de estos servicios (drones, biotecnología, imágenes satelitales) en el país.
Los datos preliminares muestran que, aunque el conocimiento ha mejorado, la tasa de adopción en la agricultura familiar es de nivel «medio a bajo».
López hizo hincapié en el rol vital de este sector, recordando que la agricultura familiar alimenta a Venezuela, siendo la fuente de más del 80% de los rubros hortícolas y frutícolas.
Impacto en la producción de maíz
En cuanto a la producción de maíz, López reportó una disminución de la superficie sembrada de maíz blanco al inicio del ciclo agrícola debido a las inundaciones en Portuguesa y Barinas.
Sin embargo, estimó que la caída en la producción total de maíz sería de aproximadamente 20% o menos, manteniendo niveles similares a los del año anterior, con unas 340.000 hectáreas cosechadas.
Adaptación al cambio climático y sostenibilidad
Para contrarrestar los efectos del cambio climático, el especialista sugirió adoptar mecanismos de adaptación, entre ellos:
- Mejorar los sistemas de drenaje en las unidades de producción.
- Acceder a información climática precisa (estaciones físicas o virtuales) para pronósticos, planificación de siembras y alertas directas.
Finalmente, el presidente de la SVIAA abogó por un desarrollo rural sostenible, que incluya la mejora de la vialidad y el manejo de cuencas hidrográficas.
Instó a integrar la agroecología y la agricultura regenerativa para migrar de un modelo extractivo a una bioeconomía que reduzca pérdidas.
Estas prácticas, concluyó, garantizan suelos más sanos y resistentes a eventos extremos, como las lluvias intensas.


