Vía GPF
La demanda decepcionante y el exceso de oferta se han convertido en problemas crónicos.
Para muchos países, incluidos los principales actores geopolíticos, los recursos energéticos se encuentran entre los productos básicos más sensibles política y económicamente. Los precios de estos recursos están determinados por la oferta y la demanda, pero también por factores como la seguridad logística, la capacidad técnica y los acontecimientos o maniobras políticas de corto plazo.
El mercado energético actual está sujeto a oscilaciones repentinas y drásticas de los precios como resultado de la incertidumbre geopolítica.
En 2024, el mercado energético se ha enfriado, lo que refleja un ajuste a las condiciones pospandémicas, la estabilización del crecimiento económico mundial y la inflación en países clave.
Un exceso prolongado de oferta y una demanda débil se han convertido en factores estructurales que ejercen una presión a la baja sobre los precios.
El crecimiento de la demanda en algunas regiones es insuficiente para compensar el impacto de la desaceleración de la economía china, y los esfuerzos de estímulo de Pekín aún no han desencadenado un repunte significativo de la demanda. Mientras tanto, el compromiso de los países de la OPEP+ con los recortes de producción también ha impedido que los precios de las materias primas suban significativamente.
Los acontecimientos geopolíticos suelen generar volatilidad a corto plazo en los precios del petróleo y el gas.
El conflicto de Ucrania provocó inicialmente fuertes fluctuaciones de precios debido a la posible pérdida de suministros energéticos rusos, pero a medida que el comercio mundial se adaptó con nuevas rutas y suministros diversificados, el impacto se atenuó.
Las fluctuaciones notables de precios en 2024 surgieron en parte de las preocupaciones sobre los ataques a los barcos en el Mar Rojo, que afectaron el tránsito de petróleo y gas a través del Estrecho de Ormuz. Aunque de corta duración, estas perturbaciones ponen de relieve el potencial del conflicto de Oriente Medio para intensificar los riesgos de precios.
Mientras tanto, la producción y el consumo de carbón se enfrentan a una caída constante a medida que las fuentes de energía alternativas ganan terreno. El crecimiento más lento de lo esperado en China y la India ha deprimido aún más los precios del carbón tras un aumento temporal provocado por las interrupciones en el suministro de gas ruso. Los precios de las materias primas siguen bajo presión debido a una compleja combinación de factores de corto y largo plazo que afectan la volatilidad.