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Una grave crisis azota a China y podría expandirse a nivel mundial

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Vía Criptonoticias

Diversos factores macroeconómicos que perjudican al gigante asiático podrían tener efectos colaterales que impacten en todas las economías.

China está mostrando señales inquietantemente similares a las de la gran recesión de 2008. Según «The Kobeissi Letter», un boletín de análisis financiero fundado por el experto Adam Kobeissi, el gigante asiático podría estar al borde de una recesión severa.

En los últimos días, el gobierno chino ha comenzado a aplicar estímulos económicos de la magnitud de los que implementaron durante la pandemia de 2020, lo que revela que el país está inmerso en una crisis grave que podría propagarse al resto del mundo.

Los analistas se preguntan si China podría estar arrastrando la economía mundial hacia una recesión global, una pregunta válida considerando que los primeros signos de debilidad se evidenciaron tras la caída del índice inmobiliario HY de China en un 82% en poco más de dos años.

Esta situación se agravó cuando Evergrande, uno de los colosos inmobiliarios del país, se declaró en bancarrota bajo el capítulo 15 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos en 2023, como reportó CriptoNoticias.

Desde su fundación en 1996, Evergrande había sido un pilar del auge inmobiliario chino, representando una quinta parte de la economía de ese país.

El desplome del índice inmobiliario llevó a una situación comparable a la crisis de 2008, aunque, según «The Kobeissi Letter», casi nadie lo mencionó en su momento.

Ahora, China se enfrenta a su período más largo de deflación desde 1999, con cinco trimestres consecutivos de caída de precios como se ve en el siguiente gráfico. Un hecho que ni siquiera ocurrió durante la crisis financiera mundial de 2008.

«Mientras el resto del mundo lucha contra la inflación, China está atrapada en una peligrosa deflación, que podría ser incluso más perjudicial», advierte el informe.

La deflación, lo opuesto a la inflación, implica una caída prolongada en los precios de bienes y servicios, lo que puede parecer positivo al principio. Sin embargo, la realidad es más sombría: cuando los consumidores esperan que los precios sigan bajando, posponen sus compras, lo que congela la economía y reduce la demanda.

El impacto de esta deflación es evidente en varios sectores clave de la economía china. El desempleo ha alcanzado máximos históricos en la última década, la industria manufacturera está paralizada y el sector de la construcción sigue luchando tras el colapso del mercado inmobiliario. Al mismo tiempo, la demanda del consumidor es débil.

“Todo parece indicar que China ya está en una gran recesión, y probablemente así sea», sentencia «The Kobeissi Letter».

Respuestas económicas para contener la crisis

Frente a esta situación, el gobierno chino ha entrado en «modo pánico», según el análisis.

Entre las medidas que han implementado están las siguientes: una reducción de los requisitos de reservas bancarias en un 0,5%, una disminución de los tipos de interés de venta al público a siete días en un 0,2%, recortes en las tasas hipotecarias, la inyección del equivalente a 142.000 millones de dólares en el sistema bancario, y recortes de tasas agresivos.

No obstante, «The Kobeissi Letter» considera que estos estímulos son apenas el comienzo.

«La intervención se compara con un ‘bazooka’ monetario, pero la clave será si el mercado reacciona positivamente y si las medidas restauran la confianza suficiente para atraer capital extranjero, ya que el mercado sigue en duda», explica el economista Daniel Muvdi.

La serie de políticas destinadas a reactivar su tambaleante mercado inmobiliario y su anémico mercado de valores. Al parecer, ha funcionado (por ahora), ya que los futuros del índice A50 chino se incrementaron en un 17%dice un informe de la firma de inversiones QCP Capital  

Este índice, conocido como A50, está compuesto por las 50 compañías más grandes cotizadas en las bolsas de Shanghai y Shenzhen.

«Creemos que el Banco Popular de China va a adoptar más medidas de flexibilización, y así lo han comunicado. Además, la Reserva Federal se ha sumado al ciclo global de recortes de tipos, por lo que todos los bancos centrales importantes (excepto el Banco de Japón) están ahora dispuestos a inyectar más liquidez en el mercado».

QCP Capital, informe de la firma de inversiones.  

La venta de bonos del Tesoro estadounidense por parte de China

Otro indicio de la crisis financiera que atraviesa China es la liquidación masiva de sus tenencias en bonos del Tesoro estadounidense.

En los últimos tres años, China ha reducido sus bonos del Tesoro en un 30%, equivalente a 300.000 millones de dólares, dejando sus reservas en un mínimo de 15 años, aproximadamente 780.000 millones de dólares, como se aprecia en el siguiente gráfico.

Este movimiento, según el análisis, podría estar motivado por la necesidad urgente de captar capital para estabilizar su economía.

El temor a una nueva ola inflacionaria

A pesar de los esfuerzos por evitar un colapso mayor, «The Kobeissi Letter» lanza una advertencia: ¿No aprendimos de los errores cometidos en 2020? Un estímulo fiscal masivo podría desencadenar una nueva ola inflacionaria a nivel mundial, similar a la crisis de la década de 1970, considera.

“Si los bancos centrales actúan con demasiada rapidez, el resultado podría ser catastrófico”, advierte.

En un momento en que el Banco Popular de China y la Reserva Federal de Estados Unidos parecen estar sincronizados en su enfoque de flexibilización monetaria, la preocupación por una inflación global descontrolada aumenta.

En este contexto, el mundo observa con atención lo que ocurre en China, pues el destino de su economía podría tener consecuencias devastadoras para el resto del planeta.

Bitcoin, una alternativa para la crisis

A medida que siga ganando fuerza la narrativa de bitcoin (BTC) como moneda descentralizada, antiinflacionaria y resistente a la censura, podría salir beneficiada con una agudización de la crisis como la que presenta China.

La reducción de las tasas de interés en China también sirve como impulso para bitcoin. Cuando el banco central baja las tasas de interés, el dinero se vuelve más barato y accesible. Esto incentiva a las personas y empresas a pedir préstamos y a invertir en activos como bitcoin y las criptomonedas.

Además, los mercados están cada vez más enfocados en la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos recorte nuevamente las tasas de interés en su reunión de noviembre, lo que podría hacer que los bonos del Tesoro estadounidense pierdan aún más atractivo, abriendo la puerta a que entre más capital al mercado de la moneda digital.

Precisamente, bitcoin ha experimentado una ligera subida incentivado por lo de China y también por los nuevos datos de la inflación en Estados Unidos.

Por ahora, BTC sigue en el rango lateral que mantiene hace seis meses tras haber alcanzado su máximo histórico en marzo.

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