-Su Santidad. Gracias por atender mi solicitud de ayuda en este momento en el cual el Imperio perverso quiere poner su insolente bota en el sagrado suelo venezolano. Esos gringos no pondrán un pie en nuestro suelo¡…No lo tome así Santo Padre…ud es un gringo diferente, dijo el Tirano Maduro mientras se aclaraba la voz y secaba su copioso sudor. -Me refería al pelucón cobarde…¿Perdón? Si…ciertamente Cilita y yo hemos sido Yorubas y adoradores de Sai Baba…pero en el pasado. ¿Disculpe? No mire, con mucho respeto no tiene la información exacta. No hay 1.200 presos políticos sino 1.300 politicos presos. Déjeme explicarle…¿Pero bueno..no le han dicho nada positivo sobre nosotros?… intentaba explicar ya de pie y con expresión desencajada. -Un minuto Santo Padre…eso es mentira¡ La diáspora se fue porque quiso¡ No había razones para que se fueran. Ninguna. Además realmente se fueron unos poquitos….pero ya va Santo Padre…Eso no es así…no somos narcos sino que bueno…mire por aquí hay gente que ha querido poner de rodillas al imperio de esa forma pero tampoco hay que exagerar¡, advertía subiendo la voz. -¿Qué? No señor¡…nosotros no reconocemos nada de lo que diga o haga la Sayona esa de María Corina Machado. No Santo Padre…entonces concluyo que su Secretario de Estado no ha hablado mucho con usted sobre Venezuela y como que tampoco le han convencido las visitas de los Alacranes amigos de Parolín. Al escucharse a sí mismo pegó un brinco acompañado de un gesto de lamentación. Y retomó aire mientras trataba de explicarse –Uuups..dije ¿Alacranes? Perdón. Excúseme pero esos son los verdaderos opositores venezolanos, unos patriotas. ¿Tampoco? Pero Su Santidad…Su Santidad¡….. De repente un sonoro click inunda la sala. Su cara tallada de miedo fijó una lánguida mirada a los ojos de la primera combatiente mientras le decía: -Cilita…el Papa me colgó¡
Imaginamos una interacción así ante el atrevimiento de pedirle al Papa su intervención como salvamento de última hora. Que un comunista trastornado como Maduro se comunique con la Santa Sede cuando los barcos ya están al frente de sus costas, luce como un acto cínico. El contraste es absoluto: la narco-dictadura, responsable de cada crimen en la tierra, ahora apela a la clemencia celestial para evitar el cobro de su deuda. La causa eficiente de la tragedia venezolana, el Chavismo, se niega a aceptar que la justicia no se suplica ni se evita…te persigue o se padece.
Pero es comprensible su actitud: la historia está cobrando su deuda. Hoy, el tablero de juego ha pasado de la posibilidad a la certidumbre, y del diálogo simbólico a la acción inminente. La semana arranca con un lapidario paso adelante de Washington: Donald J. Trump anuncia la fase 2 de la Operación Venezuela y su Secretario de Guerra sentencia que los carteles venezolanos ya han envenenado a bastantes americanos. Esta no es retórica diplomática; es la declaratoria de la condición sine qua non que pondría fin al drama nacional, y que, inevitablemente, desembocaría en una operación de salvamento de Venezuela.
Fase 2: El veredicto contra la causa eficiente
El anuncio de Trump sobre la nueva fase no es solo estrategia militar, es validación total de nuestra tesis sobre la causa eficiente de la crisis. El problema de Venezuela no solo es ideológico, ¡es criminal! La respuesta armada de Washington es considerada por la administración Trump como defensa legítima contra una agresión que se ha gestado durante dos décadas. ¿Por qué?
Primero, en razón del llamado envenenamiento de América. El Secretario de Guerra de USA. ha puesto la verdad sobre la mesa sin ambages: los carteles venezolanos están envenenando al pueblo americano. Esto confirma que la cúpula chavista, al convertir el narcotráfico en la base de su economía y en un arma de guerra asimétrica, cerró unilateralmente toda opción pacífica. ¿Cómo podían imaginar que el país más poderoso del mundo, herido en su propia carne por la droga que ellos exportan, no iba a defenderse? Su miopía sorprende.
Lo segundo es la impunidad del crimen global. La Fase 2 luce como el cobro de la traición por la alianza fatal con Irán, el patrocinio del terrorismo global y, sobre todo, el atrevimiento de robar la reelección de Trump en 2020, manipulando swing states con el software de Smartmatic. La dictadura se metió en la cama con el peor terrorismo y desafió la soberanía democrática del país más poderoso. El régimen mismo labró su propia ruina.
De paso, al asumirse al Chavismo como causa eficiente del problema general, su permanencia en el poder se torna inaceptable para el concierto internacional, en general y para Donald J. Trump, en particular.
Plegaria del cinismo: último intento por evadir la justicia
Ante el rugido inminente de la justicia geopolítica, la única respuesta de Maduro es una misiva desesperada a Su Santidad. Esta carta al Papa no es un acto de Fe; es un acto de cinismo terminal.¿Por qué acudir ahora a la intervención divina?
- Porque rechazaron la salida pacífica y democrática al robarse la elección del 28J. Esa era la puerta de salida que la nación les enseñó. Al cerrarla, ellos mismo forzaron un escenario de fuerza.
- Han violado cada ley humana, causaron una diáspora de 8 millones de almas, y ejecutaron crímenes de lesa humanidad. Ahora, en lugar de enfrentar a los tribunales seculares, buscan intercesión de una autoridad que ellos pisotearon. Maniobra desesperada para ganar tiempo y oxígeno político que no debe concederse.
La única plegaria válida y posible que el régimen puede elevar es la de su rendición incondicional o la huida. Plegaria y alivio maravillosos que alegrarían al pueblo venezolano y resolverían a ellos mismos muchos inconvenientes. De resto, quedaría combatir vis a vis, lo cual el Chavismo sabe mejor que nadie, sería una locura. De allí que unos tipos tan altaneros y acostumbrados a aparentar lo que no son, pidieran el auxilio Papal. Por eso el título de este artículo.
Operación inminente y culpabilidad eterna
La inminencia de la operación sobre Venezuela ya no es una hipótesis, es consecuencia matemática de crímenes cometidos. Que nadie se llame a engaño: el sufrimiento que pudiésemos padecer es absoluta y enteramente culpa de la élite chavista. Ellos serán responsables de cada vida afectada, de cada infraestructura dañada y de cada trauma histórico que esto provoque. Ellos, y nadie más, son la causa eficiente de lo malo, incluso en su vía de salida porque además fueron ellos quienes nos llevaron a este punto por propia decisión.
Para colmo del Chavismo, nadie se imagina una invasión. Si acaso los Alacranes y la alta dirigencia oficialista…pero no la gente. Nadie parece ver esto como guerra o agresión contra el país, sino como una verdadera operación de rescate de un país convertido en guarida y aparentemente motivada en el cobro de unos giros no pagados. O peor, rescate de una sociedad que fue obligada a huir y que el mundo entero quiere de regreso en su propio territorio nacional.
El régimen nos arrastró a una conflagración mundial de magnitudes terribles sin haber sido autorizado para ello. Pensaron que sus delitos pasarían por debajo de la mesa eternamente. Hoy la historia les grita el veredicto definitivo: QUIEN A HIERRO MATA, NO PUEDE MORIR A SOMBRERAZOS.
El destino de Venezuela ya no se juega en Miraflores ni en el Vaticano, sino en Washington.
Con la Fase 2 en marcha, todo luce como la hora del pago ante lo cual parece que no hay oración ni cartica ni rezo que valga. Los que jugaron con los pasaportes de los venezolanos y la nacionalidad de toda la diáspora podrían terminar sufriendo en carne propia lo que es ser migrante, fugitivo internacional y especialmente, lo que es ser apátrida.
@vladimirpetit
@vladimirpetitmedina


