La inflación siempre a sido antagónica para lograr mejores niveles de calidad de vida, lo podemos observar en los países donde su presencia se sostiene de manera permanente creando limitaciones creciente a las familias que se encuentran sometidas a sus efectos, como el aumento constante de precios teniendo que ajustar su consumo, sustituyendo productos de mejor calidad y más costosos por otros más económicos.
En Venezuela hemos sostenido un proceso inflacionario en los últimos años con sus consecuencias en la calidad de vida de las familias, actualmente tenemos la mayor inflación del mundo, aunque en los últimos dos años se logró reducir los elevados niveles hiperinflacionarios, se sigue sosteniendo una política monetaria expansiva por el Banco Central, para sostener el gasto público (déficit fiscal) con sus efectos en la paridad cambiaría, al no ser suficiente los ingresos fiscales proveniente de la explotación de nuestros recursos naturales y los impuestos nacionales que recaudó el Seniat.
La solución aplicada por otros países para combatir la inflación, ha sido logrado mediante la implementación de políticas públicas para equilibrar el déficit fiscal y estimular la economía para ello se requiere apoyar al sector productivo privado con financiamiento de mediano y largo plazo, limitante que afecta a nuestro sector productivo por el elevado encaje que la banca nacional debe cumplir con el Banco Central, dejando poca disponibilidad para los créditos a las empresas. El incremento de la producción nacional es necesario como una estrategia para sustituir importaciones la cual hoy supera el 50% del consumo nacional. El aumento de los precios internacionales de los productos que importamos en dólares ha afectado también el consumo familiar, al hacer más costosos su adquisición en bolívares como consecuencia de la indetenible devaluación observada.
Las expectativas creadas por los anuncios de incentivar la actividad económica no han dado los resultados previstos este 2023, Esto nos indica que las posibilidades de mejorar nuestra calidad de vida, no será posible sin lograr un crecimiento económico que permita lograr mejorar los ingresos familiares así como la necesaria reducción inflacionaria.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.