Necesitaré extenderme para precisar los fundamentos de la argumentación para oponerme.
Empezaré por aclarar que desde el año 2002 y hasta el 2015 he participado activa y presencialmente en todos los eventos electorales realizados. Y en casi todas las formas y capacidades en que es posible hacerlo. Desde simple colaborador logístico lleva-trae agua o votantes, hasta miembro de mesa o integrante de voluntarios en la revisión de sofware.
Y además, durante mi vida como militar en servicio activo, participé en varios Plan República.
Nadie me echa cuentos.
Es cierto que en el pasado voluntariamente hemos aceptado y acogido de buena gana la colaboración del organismo electoral, personal y sus facilidades para asistir nuestros propósitos comiciales. A fin de cuentas esos servidores públicos y bienes son nuestros y se financian con mis impuestos.
Pero la situación del pasado tiene muy poco que ver con la realidad actual.
La organización inconstitucional que enfrentamos en el 2015, se preocupaba por tratar de guardar formas: elegía magistrados express, o anulaba diputados elegidos alegando fraudes no demostrados. Es decir era apenas un capullo comparado a la estructura delictiva hacia la que ha evolucionado desde entonces.
Lo que hoy tenemos por delante incluye a un CNE que se ha negado sistemáticamente a derechos tan fundamentales como la actualización del REP.
A pesar de que aún en presencia de estos hechos, haya organizaciones y personas que abogan y ruegan por la intervención de ese CNE en las primarias, es menester internalizar el hecho de que se trata de un acto de genuina e INDEPENDIENTE iniciativa opositora.
El evento de las primarias, mas que solamente elegir un candidato busca reactivar el movimiento opositor capaz de enfrentar una batalla electoral en el terreno que el CNE nos impondrá el 2024, y prevalecer, para ello será menester la construcción de una organización capaz de articularse para lograr presencia efectiva en todas las mesas de votación, movilizar votantes, ejercer funciones de miembros de mesa, proveer testigos entrenados, supervisar las auditorias, recolectar actas, organizar su transporte a centros regionales de totalizacion, computar e interpretar resultados de centros predictivos y comunicar oportunamente los detalles de los resultados.
De esa manera en el pasado hemos cobrado.
Ahora bien, si renunciamos por incapaces e ineptos al ejercicio de movilización del electorado opositor, en el alcance y tenor de nuestras experiencias pasadas para arrellanarnos en el confort que engañosamente se nos vende disfrazado de bondades del CNE, seremos capaces de prevalecer?
Es decir, si no somos capaces de organizarnos para escoger nuestro candidato en un evento autónomo, porque dependemos de un organismo del gobierno que rechazamos para que nos haga el favor, seríamos capaces de organizarnos para exigir la salida de ese mismo gobierno que necesitamos reemplazar?
Luis Hartmann
