Después de analizado lo sucedido en estos días a un tiempo confusos y aciagos, escuchado todas las voces posibles sobre lo que está ocurriendo en el país, he decidido que en el único caso que no seguiré el liderazgo de mi admiradísima y querida María Corina es en un posible apoyo suyo a Manuel Rosales. No lo haré. Soy independiente de criterio, librepensador y tengo mis propias heridas en el espíritu en esta lucha por la libertad de Venezuela como para saber distinguir entre lo que conviene al país y lo que no. No apoyaré a Rosales por muchos motivos, entre los cuales están:
- 1- En Venezuela, las elecciones no son ni serán libres. Si no se puede inscribir en un portal de internet una candidata, imagínense el manejo corrupto y criminal de las máquinas de votación y de todo el proceso.
- 2- La dictadura necesita legitimarse y ha puesto candidatos títeres, oportunistas, crematísticos y sumisos para tal fin. La manera cómo lo han hecho todos me parece vergonzosa, me producen asco epidérmico y espiritual, Están derrotados. ¿Qué quieren? Lamentablemente en el caso de muchos: dinero. Su codicia destruirá la esperanza del país. Buscan urgentemente legitimar al régimen.
- 2- Porque mi candidata es María Corina Machado y en su defecto la maestra Corina Yoris, no acepto que la dictadura me imponga a sus alacranes. Es la única que puede derrotar no sólo a Maduro, sino a la dictadura y la única que llegará hasta el final para lograrlo.
- 3- Rosales no tiene posibilidad alguna de ganar, al margen de lo amañado de las elecciones. Su conducta política está repleta de dudas y de sospechas, genera un insalvable rechazo.
- 4- Tengo la impresión de que el chavismo impone a Rosales para legitimar su régimen frente al mundo. Al menos yo, intelectual y éticamente no lo convalidaré.
- 5- Porque sé que Rosales en caso de un milagroso triunfo, no hará nada para defender su victoria. Está derrotado.
Respeto la decisión de quienes quieran votar por el candidato del sigilo. Entiendo su desesperación, pero siento confirmarles con argumentos que están siendo llevados a un matadero. Los criminales en el poder tienen todo dispuesto para ello. Yo sigo la lucha, en mi cruzada contra el olvido y el cinismo; por la conciencia.
Y en ella permaneceré, que el mundo, la historia y la cultura sepan lo que el chavismo, esa peste idelógica, le hizo a mi amadísima venezolana.
Mi lucha no es sólo para «este tiempo», es para «el tiempo».
Seguimos…
