En horas de la noche del 15 de noviembre, en el marco de una coyuntura mundial en extremo peligrosa por los efectos colaterales de la guerra sobre Polonia, que puede generar un giro altamente riesgoso en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania, el mundo ha recibido una buena noticia: Donald Trump anunció su candidatura para las elecciones presidenciales en Estados Unidos del 2024.
Volteando la mirada al «patio trasero» de los Estados Unidos, como dijo alguna vez el Presidente Truman, dicho anuncio por parte del expresidente Trump, activa en el continente las alertas en los oídos de los que conforman el narcocriminal Foro de Sao Paulo.
En cuanto a Venezuela, yo les puedo pronosticar con toda seguridad, que desde ahora mismo Nicolás Maduro va a hacer todo lo posible para adelantar las elecciones presidenciales que tocaría realizar en diciembre de 2024 (propósito que ya ha manifestado en efecto). Para qué? Para aprovechar el canal de comunicación diplomático que mantiene actualmente con la administración Biden, que viene concediéndole espacios y concesiones que representan una paulatina legitimación del régimen ante la comunidad internacional.
Maduro sabe muy bien, que de volver Trump a la presidencia de los Estados Unidos en 2024 o cualquier otro candidato republicano como Ron DeSantis, no va a contar con un reconocimiento por parte de los Estados Unidos para las elecciones presidenciales de Venezuela, que sabemos bien que manejará Maduro con las mismas condiciones electorales que hubo en 2018 o incluso tal vez peores.
Maduro sabe que los Estados Unidos como potencia que son, demarcan el camino a los otros gobiernos de Occidente. Y es que además, ambos mandatos presidenciales, tanto en Venezuela como en los Estados Unidos, iniciarían en enero de 2025. Dato importante dentro de «los tiempos procesales» como decimos los abogados litigantes cuando nos referimos a lapsos y términos dentro de un proceso judicial.
Desde todo punto de vista, a Maduro le conviene adelantar elecciones antes del cambio de gobierno en los Estados Unidos, que se den en el marco de una negociación con la «oposición» que tenga el visto bueno de la administración Biden, de la Comunidad Europea y de sus socios de la izquierda latinoamericana.
Ya verán cómo facilitará todo en la Mesa de Negociación de México, dejando en un segundo plano, por ejemplo, temas como el destino de Alex Saab.
Me pregunto, qué va a hacer la dirigencia política venezolana ante este nuevo escenario? Se doblegará a aceptar el adelanto de las elecciones que viene anunciando el régimen?
Edgard Simón Rodríguez.
(Abogado y activista político).
