Según la explicación directa que dan fuentes reconocidas, el despliegue en sí mismo es la amenaza y no una operación de interdicción. Porque el propósito del despliegue (portaaviones Gerald R. Ford, activos de combate y más) no era primariamente hundir narcolanchas, sino cambiar el cálculo de riesgo y el costo operativo del gobierno de facto de Maduro y sus socios criminales.
La siguiente tabla ayuda al entendimiento y pudiera servir como explicación:
| Objetivo Táctico Aparente | Objetivo Estratégico Real (detrás del telón) |
| Frenar el narcotráfico: Bombardear y perseguir a las lanchas rápidas (que podrían ser neutralizadas por la Guardia Costera). | «Cerrar el espacio aéreo y marítimo»: Establecer una presencia de saturación que eleve el riesgo de usar las rutas aéreas y marítimas venezolanas al punto de la parálisis, sin disparar un tiro. |
| Combatir a Hezbolá: Desarticular células terroristas. | «Recolección de inteligencia y mapeo»: Utilizar activos de inteligencia (ISR) de alta gama (aviones de vigilancia, radares de portaaviones) para mapear y documentar rutas exactas, coordenadas de aterrizaje, y los nombres de los militares venezolanos que apagan los radares (la estructura operativa del Cártel de los Soles). |
| Intervención militar: Mostrar fuerza para una posible invasión. | «Presión sobre la cadena de mando»: El objetivo es que la amenaza de targeting (ser identificado y documentado) disuada a los oficiales militares venezolanos de rango medio de cooperar con el narcotráfico y el contrabando. |
La inacción visible es en realidad una fase psicológica y de recolección de inteligencia, de la guerra híbrida, que Estados Unidos está documentando: quién, cómo y cuándo mueve el negocio, antes de actuar. Un ataque prematuro simplemente movería las rutas; la documentación detallada es el arma legal y sancionatoria definitiva.
Según indican, los próximos pasos se centrarían en la desintegración del nexo entre el estado y el crimen, para que quede más claro que el tema no es en contra de Venezuela como nación, sino contra quienes se apropiaron del estado para esconder sus actividades criminales detrás de una institucionalidad que cooptaron y la están usando a su favor en toda su extensión y alcance.
Según trascendió, antes de iniciar un enfrentamiento directo masivo, van a documentar las rutas y los facilitadores, comenzarán a aplicar sanciones secundarias demoledoras contra navieras, aseguradoras y empresas que presten servicios logísticos a Pdvsa o a entidades fachada, elevándoles el riesgo de perder el acceso al sistema financiero global para los brokers y facilitadores externos. Tanto así que el costo logístico de mover petróleo, oro o drogas se disparará, asfixiando las fuentes de ingreso ilegal de la corrupción petrolera.
Por otra parte, la filtración selectiva y metódica de la inteligencia operacional recopilada, va extendiendo la extensión de nuevas acusaciones formales contra docenas de oficiales de medio y alto rango (no solo los líderes, sino los operadores clave del Cártel de los Soles); generando una presión de pánico interna con el objetivo de que los oficiales empiecen a temer por su detención o la de sus familias, lo que debería romper la cohesión interna del aparato represivo que terminó de estructurar/consolidar el chavismo después de haber perdido las elecciones del 28J.
Estados Unidos utilizará la evidencia (apoyada por las confesiones de todos los ya capturados, unos más conocidos que otros), para forzar una mayor cooperación militar y de inteligencia de los países vecinos (Brasil, Colombia), estableciendo una verdadera «pinza» regional donde Venezuela queda encerrada, sin sus rutas de escape terrestres y fluviales, lo que amplifica el aislamiento impuesto por la presencia naval estadounidense.
Como siempre ocurre, lo que estamos viendo y compartiendo es solo la punta de un iceberg que no deja ver el objetivo más grande, que no es solo el control del narcotráfico, sino el alineamiento geopolítico futuro de Venezuela en el contexto de la rivalidad entre Estados Unidos, China e Irán.
Porque con el despliegue militar se persigue el objetivo fundamental de evitar que Irán y sus proxies (como Hezbolá) consoliden una plataforma operacional estable en el Caribe, a un día de navegación de la costa de Estados Unidos. La amenaza iraní es más preocupante para Washington que el volumen de cocaína.
Por otra parte, la presencia del portaaviones es un mensaje indirecto a China, que tiene intereses en Venezuela (petróleo, deuda), y demuestra que Estados Unidos puede proyectar una fuerza militar abrumadora y sostenible en su «patio trasero» incluso mientras gestiona la crisis del Pacífico. El objetivo es advertir a Beijing sobre los límites de su influencia en América Latina.
El despliegue que vemos, por lo tanto, es la fase de preparación quirúrgica para una desintegración selectiva de las fuentes de poder y financiamiento, donde la fuerza bruta militar es el disuasivo, no el método principal de ataque. Así finalmente terminen atacando, como dicen que seguramente va a ocurrir muy pronto.
Cuánta tristeza que el chavismo nos haya arrastrado a esta situación, que venimos advirtiendo en los últimos años, que estaban trayendo a nuestra región un conflicto que no era nuestro. Bueno, finalmente lo lograron y tendremos que vivir con las consecuencias de haber tenido el peor gobierno de la historia de la región, peor que el de Cuba, por la diferencia de las dimensiones y del daño causado… Más de 9 millones de venezolanos -tercera parte de nuestra población- fueron expulsados por esta gente. Y así y todo, siguen insistiendo en quedarse.
Noticias destacadas
- La Patilla: María Corina Machado enfatizó que “lo importante es que Donald Trump ya sabe quién es Nicolás Maduro”.
- Efecto Cocuyo: Cifra de presos políticos en Venezuela aumenta a 875, según el Foro Penal.
- Tal Cual. Cardenal Porras: «El abuso de poder y la mentira buscan generar miedo en nosotros».
- El Nacional: “Le vamos a quitar la nacionalidad a los vendepatria”: Maduro pide al TSJ sancionar a quienes apoyen una invasión
- La Patilla: Según la cotización publicada por el BCV, el dólar superó la barrera de los 220 bolívares y se ubicará en 221,74 bolívares, lo que representa un incremento de 1,87 bolívares (0,85%) respecto a los 219,87 bolívares del día anterior (La noticia de hace un par de días era “Según el BCV, el dólar seguirá en alza y se ubicará en 218,17 bolívares, lo que representa un incremento de 1,80 bolívares (0,83 %) respecto a los 216,37 bolívares del cierre de la última semana”).
- El Pitazo (análisis): ¿Pagar en dólares o en bolívares?: consumidores y comerciantes temen un diciembre caótico. La brecha entre el dólar oficial y el paralelo complica las compras en Venezuela, donde cada pago exige cálculo y estrategia. Entre confusión, malabares financieros y precios duales, los venezolanos anticipan un diciembre marcado por el caos monetario.
- El Nacional: Cedice Libertad es reconocido entre los 100 think tanks más innovadores del mundo para 2025 (merecido reconocimiento… sólido en sus principios y consistente en sus definiciones).
- El Pitazo: Trinidad y Tobago, el aliado militar de Estados Unidos que está a 11 kilómetros de Venezuela.
- Bloomberg: Cómo Trump consiguió un aliado caribeño en su guerra marítima antidrogas.
- EFE: Estados Unidos lanza un nuevo ataque contra una lancha en el Pacífico y mata a cuatro personas. El secretario de Guerra, Pete Hegseth, informó en su cuenta de X que los servicios de inteligencia identificaron a la nave y aseguraron que «transitaba por una ruta conocida del narcotráfico y cargaba estupefacientes»
- Argentina acompañó a Estados Unidos y votó en contra de una resolución de la ONU que pide el fin del embargo sobre Cuba
Lo que no fue noticia (y debería serlo)
- Que la relación entre el gobierno de Venezuela y las organizaciones criminales regionales como el Tren de Aragua y el Comando Vermelho se describe en los análisis de inteligencia y reportes de organismos internacionales como una complicidad estructural o tolerancia activa que permite su operación, más que una simple alianza de iguales. El Comando Vermelho y otras organizaciones brasileñas (como el PCC) mantienen alianzas o relaciones operativas con redes criminales venezolanas, colombianas y mexicanas para el tráfico de drogas y armas a través de la frontera porosa entre Venezuela y Brasil. Si bien el Tren de Aragua y el Comando Vermelho han tenido disputas, también han explorado alianzas en la ruta del narcotráfico, beneficiándose indirectamente del control territorial laxo o corrupto que ejerce el Cártel de los Soles. El Cártel de los Soles es la red que usa el poder estatal para el narcotráfico; el Tren de Aragua es la banda violenta que el Estado exportó y que se volvió transnacional; y el Comando Vermelho es el socio regional brasileño que se beneficia de las rutas de droga y armas que circulan por Venezuela.
- Ni que, la capacidad de un país para operar sus servicios básicos y activos estratégicos (petróleo, agua, electricidad e internet) reside en la memoria operativa de sus ingenieros y técnicos, que se fue perdiendo en forma irreversible con la salida silenciosa de este personal que está causando una pérdida de conocimiento tácito y de la capacidad de mantener sistemas complejos. Esto significa que, incluso con dinero y repuestos, el próximo gobierno enfrentará una incapacidad funcional para gestionar la infraestructura, siendo este un costo de reconstrucción más alto que el financiero.
- O que el mercado global está en una carrera por las baterías y la electromovilidad; y la gran noticia que no ocurre es la pérdida de la oportunidad de exigir valor agregado (industrialización de carbonato de litio o producción de celdas) y establecer un precio estratégico conjunto entre Argentina, Chile y Bolivia (el Triángulo del Litio) para crear una plataforma regional coordinada que vaya más allá de la extracción de materia prima. Al competir individualmente, estos países se están relegando al papel de simples exportadores de commodities, perdiendo la posibilidad de anclar una industria de alta tecnología en la región.
- Tampoco que siguen sin darle la visibilidad estratégica que tiene el silencioso deterioro de la red troncal eléctrica de Venezuela. Porque más allá de los apagones reportados, la noticia que no fue es el fracaso de las inversiones de capital en la Red Troncal de Transmisión (765kV), sino que los proyectos de modernización y anillamiento de la red han sido abandonados o ejecutados con fallas graves. Porque no importa cuánta generación se incorpore (nueva o Caroní), si la autopista que transporta esa energía no es confiable, el sistema seguirá siendo una amenaza existencial para el PIB. El país está perdiendo la capacidad de mover la energía eficientemente antes de que llegue la transición.
Benjamín Tripier
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