Un reciente estudio realizado por el portal de empleo Konzerta ha revelado que el 78% de los expertos en Panamá perciben que los talentos de sus organizaciones están experimentando síntomas de boreout, un síndrome caracterizado por el aburrimiento extremo y la falta de motivación en el lugar de trabajo. Este fenómeno, que afecta a un número significativo de empleados, podría tener consecuencias graves en la productividad y bienestar general de los trabajadores.
El estudio, que incluyó la participación de 4,265 personas trabajadoras y especialistas en recursos humanos de Panamá, Chile, Ecuador, Argentina y Perú, pone de manifiesto que el 73% de los expertos en recursos humanos han recibido quejas directas de empleados que se sienten desmotivados, aburridos o que manifiestan síntomas relacionados con el boreout. En contraste, un 27% de los encuestados afirma no haber observado estas señales en su entorno laboral.
El boreout es un término que describe el estado de agotamiento y falta de interés causado por la monotonía y la falta de desafíos en el trabajo. A diferencia del burnout, que es provocado por el estrés y la sobrecarga laboral, el boreout surge cuando las tareas asignadas no son lo suficientemente estimulantes, lo que puede llevar a una disminución en la productividad y satisfacción de los empleados. Entre los principales síntomas se encuentran el desinterés, la infravaloración y la falta de estimulación.
Frente a esta situación, Jeff Morales, gerente de Marketing de Konzerta, destacó la importancia de que las instituciones desarrollen e implementen estrategias efectivas para combatir la desmotivación y aprovechar al máximo el talento de sus colaboradores. “Es crucial que desde las instituciones definamos e implementemos estrategias para evitar la desmotivación y potenciar el talento”, afirmó Morales.
El estudio subraya la necesidad urgente de que las organizaciones revisen y adapten sus prácticas laborales para evitar que el boreout se convierta en un problema generalizado. Fomentar un entorno de trabajo dinámico y desafiante, donde los empleados se sientan valorados y motivados, es fundamental para prevenir este síndrome y asegurar el bienestar y la eficiencia de la fuerza laboral.
