Por Panamá están entrando miles de migrantes irregulares y pareciera que las autoridades panameñas han perdido el control de este tema, tanto en la zona fronteriza con Colombia, como con la de Costa Rica, donde incluso empresarios y lugareños se están viendo afectados.
Tanto el Servicio Nacional de Migración (SNM) en la parte administrativa, como el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) en la parte operativa, no están cumpliendo con sus funciones de resguardar la seguridad en la frontera con Colombia, esto porque están siendo superados por la cantidad de personas que están ingresando al territorio nacional. Aunque hay quienes indican que este no es problema del Servicio de Migración y del Senafront, sino que se trata de un tema de Estado que tiene que ser resuelto a través de la diplomacia panameña.
En la actualidad, no se sabe qué tipo de personas están entrando por esa frontera, por la cual en lo que va de este año han ingresado más de 360 mil personas, en su mayoría venezolanos, quienes huyen de su país natal en busca de mejores días. Incluso, en días pasados se habló que miembros de la organización delincuencial «El Tren del Aragua», estaban aprovechando este flujo para infiltrarse entre los migrantes que pasan por el Darién.
Algo que, de ser cierto, le traería un serio problema de inseguridad a Panamá.
Para el general retirado, Rubén Darío Paredes, lo que se está viviendo con la migración irregular en Panamá, es un tema sumamente delicado y que su solución no está en aumentar el pie de fuerza en esta zona remota del país.
Indicó que lo que se está viviendo es un tema de estado, el cual incluso rebasa nuestras fronteras.
Indicó que este es un tema que no se resuelve con bayonetas y fusiles está migración, algo que serie inhumano, pero tampoco se puede permitir que se distorsione y descomponga el país, tal como ha estado sucediendo, donde se ha perdido el equilibrio social entre los panameños.’
Paredes reiteró que hemos estado perdiendo el control de esta zona, aunque reconoce el esfuerzo que han hecho las autoridades en este tema, lo cierto es que el flujo es «devastador» y supera por calle los esfuerzos que están haciendo las autoridades.
«Ya el estado no supera el peso de la migración irregular, tanto económicamente, como físicamente», comentó el experto.