La artista rumana Ana Dorcu, licenciada en Bellas Artes, residente en Madrid y reconocida por sus Meninas sin rostro, ha creado una obra en homenaje a María Corina Machado, líder de la oposición venezolana y reciente Premio Nobel de la Paz.
Nota de prensa
En esta pieza, Dorcu reinterpreta su célebre figura femenina para vestirla de los símbolos más profundos de la identidad y la esperanza venezolana. El Ávila se alza en el fondo como guardián de Caracas; una guacamaya despliega su plumaje junto a la bandera nacional; la rama de olivo encarna la paz, mientras el rosario y las perlas evocan la fe y la elegancia serena de Machado.
La artista pintó la obra en un espacio cerrado, bajo luz artificial, en una atmósfera íntima que refleja la clandestinidad y el coraje que acompañan hoy a la líder venezolana. Esa misma luz confinada da al cuadro una intensidad emocional especial, como si cada trazo buscara abrirse paso entre las sombras hacia la libertad.
“Mis Meninas se escapan de la rigidez cortesana, de la atmósfera opresiva del miriñaque y el faldón de alambres. Buscan la libertad empapándose de colores y transmodernidad. No tienen cara, porque los rasgos te encierran en una identidad: tu cara es una cárcel… todas son la misma y una es todas.”
Con esta obra, Ana Dorcu celebra la fuerza y la esperanza femenina, rindiendo tributo a una mujer que no solo encarna el espíritu libre de todo un país, sino que se ha convertido en un referente mundial de valentía y dignidad.
La artista, que trabaja de forma reservada desde su estudio en Madrid, mantiene un vínculo directo con sus seguidores y coleccionistas a través de sus redes sociales, donde pueden contactarla por mensaje directo para conocer más sobre su obra.
