La familia naranja, la del logo con el gallito de tres corazones, como se le conoce al restaurante de comida rápida Arturo’s, se negó a desaparecer del mercado. Ni el fallecimiento de su fundador, Juan Arturo Gutiérrez, en 2016, tampoco la pandemia, en 2020, duras realidades que llegaron a amenazar su futuro, pudieron con la marca. Todo gracias al Grupo Protinal Proagro, marca aliada y encargada, desde hace casi cuatro décadas, de abastecerlos con productos. Con más de 80 años en Venezuela, es pionera en la actividad agrícola, avícola y pecuaria. Pero desde agosto de 2023, adquirió la compañía responsable de haber creado «el mejor pollo frito del país».
Por: Karem Gonzalez – El Nacional
De esta manera, después de largos meses de negociación, Protinal pasó de proveedor a dueño. Ahora, velarán por toda la marca y su infraestructura. Dicha transacción levantó desconfianza en principio, sobre todo entre los consumidores, pero se convirtió pronto en ese salto de fe que necesitaba Arturo’s para recuperarse.
Vendrán tiempos mejores a corto y mediano plazo, señalan, abriéndose camino entre interesantes precios, nuevo menú, transformación de espacios y mucha tecnología e innovación, con la idea de atraer no solo a las nuevas generaciones sino de satisfacer a los clientes de siempre.
Laura Decena, gerente de Mercadeo de Arturo’s, reitera que lo que ocurrió podría considerarse como una transacción familiar entre dos empresas amigas desde hace 37 años y que implica la fusión de las tecnologías y los recursos de ambas en favor del restaurante.
Arturo’s: no más silencio
«Hubo un gran vacío. Un silencio de alrededor 7 años donde la familia tomó, de cierta manera, las riendas de cada uno de los procesos del restaurante y su operatividad», recuenta Decena.
Después de la muerte de Juan Arturo Gutiérrez, trataron de funcionar como de costumbre: organizados y de manera autogestionable. «Con el covid-19, sin embargo, hubo una ebullición en diferentes áreas de la estructura que, además de un cierre forzado, nos llevó a una crisis interna en términos financieros». Es allí cuando nace la idea de crear un salvavidas, aún sin tener certeza de que sería Protinal.
«La negociación no es de dominio público y tampoco estoy autorizada para revelar información al respecto», asevera la gerente, pero sí es fácil deducir, dice, que tanto la cercanía como la relación directa con el fundador de Arturo’s se aprovecharon para rescatar la marca.
Sobre si el acercamiento lo hizo Protinal, o Arturo’s, evita hablar. «Todo se llevó a cabo de manera efectiva, amistosa y respetuosa». Al final, lo que se quería era que Arturo’s no dejara de ser Arturo’s en Venezuela.
De aquella época difícil, de la que apenas la cadena logró salir en 2022, se esperaba –sobre todo tras bambalinas- una ola de despidos que, afortunadamente, no sucedió. Para el último trimestre de 2023, eran alrededor de 1.000 empleados directos y 5.000 indirectos contando a Protinal, que triplica la plantilla, comenta Laura Decena. «Puedo decir que el ingreso de nuevo personal en Arturo’s es una realidad, sobre todo equipos estratégicos como mercadeo, tecnología e innovación. Y no me queda duda de que, a finales de 2024, esta cifra será mayor».
