El Hotel Miramar de Macuto se desploma. Una de las joyas arquitectónicas de Venezuela, autoría del afamado Alejandro Chataing, se desmorona ante la mirada indiferente de sus custodios. Cinco planes de rescate han sido presentados en 18 años, sin que ninguno haya prosperado.
Por: Nadeska Noriega Ávila – Institutional Assets and Monuments of Venezuela
Cuando se transita por las ruinas del Hotel Miramar en Macuto se percibe la sensación de lujo y belleza, a pesar del deterioro y la destrucción. Sus ventanales perfectos, sus cornisas ornamentadas, los mosaicos coloridos del piso, la luz natural que otorga calidez te transportan en el tiempo y se puede imaginar cómo, desde la terraza, los huéspedes del primer hotel de lujo de Venezuela tomaban un trago o un café, mientras veían las playas del paseo de Macuto.
Pero la realidad retorna para golpear a la imaginación. Y cuando se vuelve en sí, se aprecia el derrumbe de una edificación que marcó un hito arquitectónico en el país, pero que además es un Monumento Histórico Nacional, desde el 15 de abril de 1994, según la Gaceta oficial número 35 441. Así, parte de su sello, las cúpulas de la parte superior, se vinieron abajo y los espacios siguen sin protección alguna, de la naturaleza o de la mano humana. Su custodio, el Ministerio del Poder Popular Para la Cultura, se muestra inerte.
Abandono ex profeso
“El Hotel Miramar ha sido abandonado de forma expresa por el Estado venezolano. Las promesas y anuncios de su recuperación, cinco en total, quedaron en simples ofertas. Pareciera que no hay interés alguno. Tal vez insisten en que sea la naturaleza y el abandono que derriben al Miramar y ellos solo llegar a dar los mandarriazos finales. Mientras el daño estructural sigue avanzando, los macuteños perdemos la posibilidad de contar con un espacio cultural y turístico, digno de la historia local” explica el concejal de la parroquia Macuto, Felipe Corro, quien ha elevado el caso ante la Comisión de Cultura del gobierno municipal de Vargas, sin suerte.
En coincidencia con Corro, Fátima Rodríguez de Tablante, integrante del concejo comunal del casco central de Macuto, donde está ubicado el Hotel Miramar, estima que el olvido gubernamental «es algo planificado».
“Desde hace más de 20 años he formado parte de comisiones, mesas de trabajo y movimientos sociales para la defensa del Hotel Miramar. Antes se propiciaban los espacios de discusión entre las autoridades y vecinos, pero ya ni eso. El Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) sabe del arraigo macuteno y de la postura de defensa del patrimonio, es por ello que creo nadie quiere asumir la orden de demolición y por ello han dejado que el abandono, la lluvia y la falta de cuido hagan sus destrozos”, advierte Rodríguez.
Ella conoce bien el Hotel Miramar, pues en los años 90 fue directora de los planes educativos de la extinta Fundación Museo Armando Reverón, que funcionaba en la estructura patrimonial.
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Anuncios de recuperación sin resultados
La historia del Hotel Miramar inicia en 1925, cuando el dictador venezolano Juan Vicente Gómez ordenó al Ministerio de Obras Públicas abrir un concurso para construir, al final del paseo de Macuto, un hotel digno de él.
El diseño seleccionado fue uno presentado por el arquitecto Alejandro Chataing, que usó el seudónimo de Miramar para presentar los bocetos. La estructura comenzó a levantarse en 1926 y fue inaugurada en 1928. No solo el diseño le gustó a Gómez, sino también el sugestivo nombre, con el cual finalmente fue bautizado.
Funcionó como hospedaje de gran renombre hasta 1954. Su estructura comenzó a perder competitividad en comparación con otras instalaciones como el Hotel Guaicamacuto (Macuto Sheraton). En la era democrática funcionó como casa cuna, albergue, espacio para talleres y de la Fundación Armando Reverón.
“En ese momento se hicieron trabajos preventivos, se colocaron testigos protectores para las cúpulas y se realizaron trabajos en techos, especialmente de impermeabilización, entendiendo que la lluvia es un enemigo patrimonial grave. El olvido absoluto vino tras 1999”, resume Rodríguez.
Desde esa fecha, se han presentado a los macuteños diversos planes, entre ellos, convertir el Hotel Miramar en la sede de la Escuela de Cine Latinoamericano (2006); instalar allí la Casa de la Diversidad Cultural (2008) y el último y más promocionado, que presentaba a PDVSA La Estancia como el ejecutor de un plan macro que recuperaría el paseo de Macuto y el Hotel Miramar (2013).
«El hotel Miramar se merece una oportunidad»
“Los resultados de los estudios realizados por los especialistas de Pdvsa La Estancia nunca fueron dados a conocer. Fuentes del IPC asomaron que la recuperación no era viable y por eso se descartaba la intervención, pero el Hotel Miramar se merece una oportunidad de recuperación, por su alto valor histórico y patrimonial”, agrega Rodríguez.
Aunque los vecinos no están en conocimiento de nuevos planes, la Oficina para la Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del Municipio Vargas maneja otra información: “Hace seis meses se hizo una inspección técnica y enviamos el informe a la Gobernación. Allí en la gobernación de Vargas están levantando el proyecto de recuperación, que debe contar con el visto bueno del Consejo Legislativo del estado Vargas (Clev)”, asegura Rommel Parra, quien dirige ese despacho.
IAM Venezuela solicitó formalmente ante el Ministerio del Poder Popular Para la Cultura un pronunciamiento sobre el estado de abandono del Hotel Miramar. No se obtuvo una respuesta a la misma.
De la majestuosidad a la ruina
De acuerdo al historiador Federico Ortega, “el Hotel Miramar es una de las edificaciones más importantes levantada en el estado Vargas porque consolidó a Macuto como una “ciudad balneario”, convirtiéndola en un destino vacacional y turístico por excelencia de temporadistas nacionales y extranjeros. Es por ello que es tan deprimente comparar las imágenes de la época de oro del hotel con estas ruinas, existentes hoy día”.
A esa importancia social y urbana, se le suma el valor arquitectónico e histórico. Así lo refiere el investigador Jesús Galíndez López, en su texto El Hotel Miramar de Macuto: obra del arquitecto Alejandro Chataing 1925 – 1928, donde señala que a nivel histórico, “el Miramar constituyó el primer hotel de turismo de la Venezuela del siglo XX y dio inicio a la ‘Red de Hoteles Nacionales de Venezuela’; en lo urbano su implantación valorizó el trazado citadino local reforzando, en lo social, el posicionamiento de las clases privilegiadas en la escogencia de Macuto como sitio preferido para temperar”.
El también cronista macuteño Juan Álvarez Parodi, en su texto El Hotel Miramar: memoria y emblema del Macuto de ayer, coincide con Galíndez López en que la riqueza patrimonial del Hotel Miramar está ligada a la trayectoria y trascendencia arquitectónica de su proyectista, Alejandro Chataing, uno de los más importantes protagonistas en la arquitectura venezolana del siglo pasado. Es por ello que el Hotel Miramar es considerado pieza clave en la comprensión del desarrollo de la arquitectura venezolana a comienzos del siglo XX.
Sin embargo, todo este valor parece no ser suficiente para que las autoridades posen sus intenciones en el también conocido “hotel de Gómez”. Y que no sea solo la imaginación lo que permita que las nuevas generaciones conozcan su majestuosidad y grandeza.