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Leyenda viva: El día en que Johnny Cecotto llegó a la Fórmula Uno

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El día 13 de marzo es doblemente célebre en los anales del deporte a motor en Venezuela, porque en momentos distintos recibió acontecimientos históricos de primerísimo nivel. Uno de ellos, en 1955, fue la primera participación oficial de corredores venezolanos en el exterior y el otro, no menos importante, fue el debut en el Campeonato Mundial de Fórmula 1 del campeonísimo caraqueño Johnny Alberto Cecotto Persello en 1983.

Especial de Julián Afonso Luis para Morfema Press

El centauro caraqueño sin duda nació predestinado para hacer historia. Disputó (y casi ganó) su primera carrera en motos, en 1972 y se inscribió en la categoría novatos de una válida del Campeonato Nacional de motociclismo en una Honda 750 Four que le había regalado su padre, don Giovanni Cecotto, al cumplir 16 años de edad.

Poco después, con la tutela del inolvidable empresario Andrea Ippolito, el joven Cecotto comenzó a competir profesionalmente. En 1974 debutó exitosamente en competencias internacionales y en 1975, en su primera campaña en el Campeonato Mundial de motociclismo, consiguió su primer título mundial con solo 19 años de edad en la categoría de 350cc.

En 1978, con solo 22 años, Johnny Cecotto volvió a deslumbrar al mundo al conseguir un segundo título mundial, esta vez en los 750cc. A partir de entonces, el caraqueño comenzó a dar forma a su deseo de competir en automóviles y a finales de 1980 hizo sus primeros contactos.

Después de un año propedéutico en el Campeonato de Europa de Fórmula 2 (actualmente el Campeonato Mundial de Fórmula 2) en 1981, Johnny Cecotto afrontó su segunda temporada en la categoría antesala a la Fórmula 1 y casi logró el título en 1982 con el tercer auto del equipo oficial March, tras empatar a puntos con el italiano Corrado Fabi y perder a causa del reglamento de descartes, que le impuso descontar un punto mientras el italiano (que además de ser su principal rival, era su compañero de equipo) no tuvo que hacerlo.

Los éxitos en Fórmula 2 le abrieron a Johnny Cecotto las puertas de la Fórmula 1 con apenas 27 años de edad, a través de un contrato con el equipo británico Ensign Theodore.

UN DEBUT BAJO EL SOL CARIOCA

Cecotto logró su promoción a la Fórmula 1 sin contar con auspicios de ningún tipo, ni del Estado Venezolano, ni de ninguna empresa del sector privado. En esas condiciones y siendo un debutante, tuvo que afrontar su debut en el equipo más pequeño y con menos medios de la categoría.

El primer contacto de Johnny Cecotto con un monoplaza de Fórmula 1 se dio en los test de pre temporada previos al inicio del Campeonato del Mundo de 1983, cuya primera fecha, el Grand Prix de Brasil, se realizó en el autódromo de Jacarepaguá, en Río de Janeiro, el 13 de marzo de ese año.

Al volante de un modesto Ensign Theodore N183 con motor Cosworth, designado con el número 34 y pintado de azul oscuro y blanco, Cecotto deslumbró a los especialistas al calificar en el 18º lugar entre 28 máquinas inscritas. Luego, en carrera, el venezolano fue avanzando bajo el tradicional y tórrido sol carioca hasta llegar a la meta, adjudicándose la 12ª plaza entre los 18 autos que completaron la distancia.

Pocos días después de aquel debut, Cecotto ya comenzó a dar muestras de la misma genialidad que le había hecho una celebridad mundial cuando competía en motos. Con el mismo modesto Ensign Theodore, esta vez en el trazado callejero de Long Beach, en el marco del Gran Premio del Oeste de los EE.UU., el caraqueño avanzó desde el 18º puesto en calificación hasta un magnífico 6º lugar que le otorgó a Venezuela su primer punto en Fórmula 1. Era el 27 de marzo de 1983.

El impresionante desempeño de Cecotto con el modesto Ensign Theodore dejó claro que sus aptitudes al volante eran las mismas que ya había mostrado sobre dos ruedas. Infortunadamente la carencia de auspicios le impidió contar con un material a la altura de su capacidad y la falta de presupuesto fue condicionando cada vez más el nivel de su monoplaza y su propia temporada, que culminó en el Grand Prix de Italia (donde obtuvo la 12ª plaza) en su 12ª participación.

A pesar de la falta de auspicio, Cecotto se mereció con sus actuaciones el interés del equipo británico Toleman Racing, que le contrató para la temporada 1984. Toleman era un equipo modesto, pero con buenos profesionales y estos buscaban reunir el auspicio necesario para desarrollar sus ambiciones e ideas técnicas.

Buscando sustentar sus ambiciones en la Fórmula 1, Toleman Racing buscaba pilotos jóvenes y con porvenir. Johnny Cecotto encajaba perfectamente en ese patrón y el equipo eligió su otro piloto en el gran Ayrton Senna Da Silva, quien debutó en la categoría reina con el equipo inglés y con el venezolano como compañero.

A diferencia de Johnny Cecotto, Ayrton Senna llegaba a la Fórmula 1 con un buen auspicio económico proveniente de Brasil y ello le mereció de inmediato las mejores atenciones de un equipo que, por ser pequeño, debía concentrar la mayor parte de sus recursos en uno de sus autos, que fue el de Senna. Sin embargo, el rendimiento del brasileño fue muy parecido al del venezolano, a quien poco antes de fallecer describió como “el compañero más completo” que había tenido durante su presencia en el deporte a motor.

UN SUEÑO QUE SE ESTRELLA Y UN RENACER FABULOSO

El monoplaza Toleman para 1984 era competitivo, pero poco confiable. Eso se acentuó durante toda la temporada en el caso de Johnny Cecotto, cuyo auto recibía menos atención técnica y mecánicamente no estaba tan desarrollado como el de Ayrton Senna.

La falta de atención técnica que caracterizó al Toleman de Johnny Cecotto se tradujo en un grave accidente, el día 20 de julio de 1984, durante los ensayos previos a la disputa del Grand Prix británico, cuando en la pista de Brands Hatch el sistema de dirección del carro del venezolano se desarmó literalmente a la entrada de una curva por no haber sido adecuadamente ajustado ni revisado antes de salir a pista.

El accidente de Brands Hatch tuvo serias consecuencias físicas para Johnny Cecotto, quien sufrió múltiples fracturas en ambas piernas. Tras un largo año de rehabilitación, el venezolano pudo volver a las pistas, participando en la legendaria carrera de 24 horas de Spá Francorchamps (Bélgica) con un BMW 635CSi inscrito por BMW Motorsport y compartido con el austríaco Dieter Quester y el alemán Markus Oestrich, con el cual se adjudicó una fabulosa 2ª posición absoluta.

En el momento en que Cecotto tuvo su grave accidente, su nombre se encontraba en medio del mercado de pilotos de la Fórmula 1. Desde Italia se especulaba que el propio Enzo Ferrari le había colocado en su lista de candidatos para ser piloto oficial de Scuderia Ferrari, mientras en Alemania, BMW Motorsport valoraba colocarle en el potente equipo Brabham BMW junto al tricampeón brasileño Nelson Piquet, ubicarlo en el equipo Arrows a cambio de suministrarle motores, o hacerle centro de un proyecto que contemplaba convertir al equipo ATS BMW en una escuadra oficial. Sin embargo, el accidente dejó inconclusas todas estas perspectivas (y algunas otras).

El auspicioso regreso de Johnny Cecotto a las carreras en el verano de 1985, en competencias del Campeonato de Europa para autos turismo, le mereció al venezolano la confianza de equipos oficiales de empresas automovilísticas como BMW y Mercedes Benz, para quienes compitió en determinados momentos. En consecuencia, el caraqueño no se mostró interesado en intentar regresar a la Fórmula 1 salvo recibiera una oferta seria de un equipo puntero.

También Cecotto fue titular de fuertes equipos privados como Schnitzer o CibiEmme, participando siempre con muchísimo éxito en el Campeonato de Europa de Turismos, en el Campeonato Mundial de Turismos, en el exigente Deutsche Touring Wagen alemán y en campeonatos nacionales de autos de producción realizados en países como Alemania, Italia, España, Portugal y otros. También disputó tres ediciones de las 24 horas de LeMans. Todo eso le convirtió en una leyenda de las carreras de turismos y de larga duración.

UNA LEYENDA VIVIENTE Y AUN ACTIVA

Tras su larga trayectoria deportiva, Johnny Cecotto acabó siendo junto con John Surtees y Mike Hailwood, uno de los únicos pilotos de la historia que, tras brillar en las máximas alturas del motociclismo mundial, tuvo una pasantía igualmente exitosa e importante en el automovilismo de alto nivel. Luego de una larga y dilatada carrera deportiva, Cecotto se convirtió en uno de los pocos pilotos del mundo capaces de ganar carreras en cada uno de los cinco continentes.

Todavía, con 66 años de edad, Johnny Cecotto se resiste a hablar de retiro y suele aceptar invitaciones para realizar exhibiciones o carreras para autos y motos de competición clásicos. A la vez ha tutelado la carrera deportiva de sus dos hijos, Johnny Amadeus, quien tras establecerse exitosamente en GP2 Series (actual Campeonato Mundial de Fórmula 2) no pudo concretar su pase a la Fórmula 1 por falta de auspicio y Jonathan, quien ha mostrado un altísimo nivel en uno de los campeonatos monomarca más exigentes del mundo, el Lamborghini Super Trofeo.

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