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Los 80 años de El Nacional: la voz de un país

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Hace 80 años entró en circulación un diario que en su primera página ya daba cuenta de su impronta innovadora con noticias de interés nacional e internacional distribuidas en distintas áreas temáticas.

Por: Isaac González Mendoza – El Nacional

Aquella portada, hoy día icónica, tenía como informaciones principales dos noticias sobre la Segunda Guerra Mundial, una era el avance de los Aliados en Sicilia y otra el hundimiento del buque holandés Rosalía, atacado en el Caribe por los nazis, quienes emprendieron una operación para impedir que el petróleo venezolano siguiera llegando a sus enemigos.

El Nacional, fundado por Henrique Otero Vizcarrondo y su hijo Miguel Otero Silva, ha sido testigo y registrado la historia del país y del mundo desde entonces, de las tragedias más terribles o los cambios en el poder venezolano a los logros inolvidables en disciplinas como la cultura, el deporte o la ciencia.

Eleazar Díaz Rangel, en su libro La prensa venezolana en el siglo XX, cuenta que el origen del periódico se encuentra en un cablegrama que envió Otero Vizcarrondo desde Nueva York a Otero Silva, el cual indicaba: «¿Te gustaría editar un diario? Puedo adquirir aquí todo lo necesario». El escritor, tras consultar a amigos como Jóvito Villalba o Pedro Sotillo, dijo que sí.

El primer director de El Nacional fue Antonio Arráiz y el diseño y su tipografía lo distinguieron desde la edición número uno, con las páginas clasificadas por contenido y la eliminación de los pases de la primera a las páginas interiores. En sus primeros 50 años, subrayó Díaz Rangel, fue el diario que más innovaciones introdujo en el periodismo venezolano y el más influyente en las capas medias.

El historiador Rafael Arráiz Lucca destaca que el periódico nació justo en el espíritu de apertura del gobierno de Isaías Medina Angarita, que vació las cárceles de presos políticos y estableció libertad de prensa absoluta. Luego enfrentó dificultades de censura durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y después, en democracia, se convertiría en un factor fundamental.

«Hay un hecho que te lo revela, muy importante: Miguel Otero escogía al director de El Nacional siempre de oposición al gobierno de turno. Para que hubiese un equilibrio de poderes entre el gobierno de turno y el director del periódico, que dictaba pautas importantes en Venezuela», explicó el escritor, quien menciona, entre otros, a directores como Arturo Uslar Pietri, Ramón J. Velásquez, José Ramón Medina, Óscar Palacios Herrera o Alberto Quirós Corradi.

«Eso te da una idea de cómo se manejaba el periódico atendiendo los equilibrios democráticos», agregó.

El Nacional, que en toda su historia sufrió presiones, intentos de censura, ataques institucionales o campañas de descrédito, ha vivido, sin embargo, su peor época con el chavismo en el poder, sobre todo durante el gobierno de Nicolás Maduro, reconoció su presidente editor, Miguel Henrique Otero, en un artículo publicado el año pasado.

«No volveré a repetir aquí la cadena de ataques y violaciones de nuestros derechos sufridos, especialmente desde 2014. Nos han asfixiado y despojado de nuestra sede. Varios de los directivos de El Nacional, entre los que me incluyo, permanecemos en el exilio desde 2015. Por mucho menos que eso, cualquier otro diario o medio de comunicación habría puesto fin a sus operaciones», dijo.

La estocada final fue en 2021, cuando la jueza Lisbeth del Carmen Amoroso Hidrobo le adjudicó la sede del diario en Los Cortijos al primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, luego de un largo proceso judicial por supuestos daños morales que comenzó en 2015 tras la transcripción en este periódico de una noticia del rotativo español ABC en la que se informaba que funcionarios estadounidenses investigaban al líder oficialista por presuntos vínculos con el narcotráfico, a partir de una denuncia de su exescolta Leamsy Salazar, quien fungía como testigo protegido en Estados Unidos.

Tal información fue publicada después por el diario The Wall Street Journal, objeto de una demanda judicial por difamación que Cabello perdió en 2018. Por el caso, el político también demandó a los medios Tal Cual y La Patilla.

El ataque más reciente de Cabello al periódico ocurrió en 2022, cuando advirtió que iría tras la web y, entonces, la página fue bloqueada por las principales operadoras del país, como ha ocurrido con medios como Efecto Cocuyo, Crónica Uno, El Pitazo o La Patilla.

Pero El Nacional sigue sorteando las más duras circunstancias nacionales, con periodistas comprometidos con la noticia y acompañado de la solidaridad de los lectores dentro y fuera del país.

“El periódico más importante de la historia de Venezuela”

Diez figuras entrevistadas a propósito de los 80 años de su fundación ofrecen sus opiniones acerca del periódico y señalan cómo ha sido su relación con él, entre ellas el Premio Cervantes Rafael Cadenas, quien celebra el aniversario aunque la edición impresa no exista actualmente, pues, considera, El Nacional es el diario «más importante de la historia de Venezuela».

El poeta tiene una relación de larga data con El Nacional. Lo lee desde que tenía 14 años, cuando comenzó a comprarlo en su natal Barquisimeto, y después, al regresar del exilio, trabajó como corrector de pruebas en 1956.

Cadenas recordó unas palabras que dijo durante la presentación de la edición publicada por Libros El Nacional de su ensayo En torno al lenguaje, en las cuales indicó que hubo momentos en los que hizo guardias nocturnas en la sede del centro de Caracas, de Puente Nuevo a Puerto Escondido, de las que salía a las 12:30 am o cerca de la 1:00 am.

«Cruzaba el centro de Caracas para tomar el autobús a San Bernardino, donde vivía. Eso se podía hacer tranquilamente, hoy sería demasiado peligroso. La ciudad es otra con sus calles muertas en la noche», expresó el también ganador del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca.

Hoy día, subraya el poeta, El Nacional sigue siendo vocero de la democracia, «amenazada por los totalitarismos que cada vez se extienden más».

Para la nutricionista Susana Raffalli, especialista en asistencia en emergencias humanitarias y pediatría, El Nacional es un patrimonio venezolano que se ha consolidado a lo largo de los años y por eso, afirma, no lo han podido sacar de la memoria del país: «No nos lo pueden quitar porque tiene un valor simbólico enraizado en nuestra identidad. El Nacional somos nosotros y nosotros somos El Nacional».

Desde su posición como trabajadora humanitaria, Raffalli dijo que encontró en este periódico uno de los primeros espacios para darle voz y rostro a las personas más afectadas por la crisis.

Mencionó un par de momentos imprescindibles en la historia de El Nacional. Primero, cuando le dieron a ella y su equipo el primer espacio para publicar el boletín de la desnutrición infantil y, segundo, cuando vio a personal del diario salvaguardar, antes de que fuera allanado el edificio de Los Cortijos, los archivos que son parte de la memoria del país. «Eso fue sacar y preservar nuestra memoria. Era blindar y proteger el país. Jamás lo voy a olvidar. Persistan. Lo celebramos. Larga vida a El Nacional», expresó.

La defensora de derechos humanos Liliana Ortega, cofundadora de la ONG Comité de Familiares de Víctimas del Caracazo (Cofavic), afirmó que El Nacional marcó la vida de una parte importante de la sociedad venezolana, en su caso lo recuerda como un aliado fundamental para visibilizar la masacre del Caracazo, en 1989.

En un momento en que la violación de derechos humanos no solía ser un tema visible, el diario, aseguró la abogada, fue visionario porque publicó trabajos de investigación sobre el tema, destacó en su primera página la denuncia de la existencia de fosas comunes como La Peste y dio a conocer los reclamos de las víctimas del Caracazo.

«Distintos periodistas como Aliana González o Elizabeth Araujo, y tantos otros, pusieron el tema de los derechos humanos en el centro de la noticia. Eso hoy día parece normal porque ahora el tema de los derechos humanos está en la agenda global, pero en aquel momento no era un tema visible, no era un asunto que la sociedad venezolana conociera», dijo.

En la actualidad, continuó, El Nacional sigue vigente en la medida de sus posibilidades; sin embargo, consideró que ha dejado un vacío importante al no tener posibilidades reales de funcionamiento, sobre todo tomando en cuenta la calidad del periodismo que hacía El Nacional: «Creo que hay un vacío en ese sentido. Fue una escuela. Mucho de lo que existe hoy día en las redes sociales, en los nuevos modos de comunicación, son de personas que de alguna manera se formaron en la escuela de El Nacional».

La presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel, contó que El Nacional ha sido parte de su historia porque, de niña, al despertar había un ejemplar debajo de la puerta gracias a un servicio que su papá contrató. Un hombre a quien conocían como «el Chino», dueño de un puesto de periódicos, les entregó el diario durante más de 20 años. «Recuerdo que lo tocaba, lo manoseaba, era ir a la puerta directamente a buscarlo».

Más adelante, recordó, El Nacional le brindaría acompañamiento cuando fue despedida por José Vicente Rangel, fallecido en 2020, junto a otras dos empleadas, Magally Chang Girón y Thais Coromoto Peña, del Consejo Nacional de Fronteras por firmar en el referéndum revocatorio de 2004, luego de la divulgación de la lista Tascón, la cual expuso a las personas que respaldaron el mecanismo para destituir al entonces presidente Hugo Chávez; también derivó en el despido masivo de trabajadores del Estado y sirvió para promover la persecución política de quienes adversaban al gobierno.

En 2018, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado venezolano por la violación de los derechos políticos y la libertad de pensamiento y expresión de San Miguel, Chang Girón y Coromoto Peña.

«Nunca olvidaré el acompañamiento que nos dio El Nacional en nuestra denuncia en contra de la lista Tascón. Fue el primer diario en Venezuela que reveló cómo José Vicente Rangel nos despidió a tres empleadas del Consejo Nacional de Fronteras en aplicación de la lista Tascón. Lo demás es historia. 14 años después ganamos el caso en la Corte Interamericana», indicó la defensora de derechos humanos.

Para ella, El Nacional hoy día es un ejemplo de dignidad en medio de la adversidad: «Mantenerse en las circunstancias que han enfrentado es más que admirable. Es épico. Creo que no cabe otra palabra».

Opinó de manera similar la poeta Yolanda Pantin, ganadora en 2020 del Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, quien consideró que El Nacional es un emblema de resistencia a pesar de lo difícil que es sostener un medio en las circunstancias actuales. «Es arduo y El Nacional está ahí», expresó la escritora, que tenía el hábito de leer el periódico todos los días y publicó en el suplemento Papel Literario sus primeros poemas.

«El Nacional desde hace 80 años ha sido emblema del pensamiento libre y democrático, un periódico que recogió el pensamiento de personas de todas las ideologías. Ese es el espíritu de la democracia», afirmó.

Lea la nota completa siguiendo este enlace a El Nacional

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