A partir del 25 de enero del 2020, una obra del artista venezolano, Elias Crespín, es ahora parte de la colección permanente del Museo del Louvre.
“¿Sabías que un artista venezolano tiene una obra permanente en el Louvre? Así es, Elias Crespin, un talentoso artista venezolano, logró lo que pocos han conseguido, tener una obra permanente en el museo más famoso del mundo. Y es el único latinoamericano vivo con este honor”, así comienza el reportaje de Alejandra Oraa, quien con un audiovisual enseña junto a Crespín su obra de arte.
“Su obra, ‘Londres du Midi’, está hecha de 128 varillas metálicas que se mueven suavemente en el aire, creando una coreografía espectacular regulada por algoritmos numéricos. Es como si el arte cobrara vida”, expresa Alejandra.
“Bueno, el golpe de suerte del destino, el presidente, director del Louvre, vio una exposición que fue en el Gran Palais, vio mi obra en la exposición y se le prendió el bombillo que él quería eso para su museo. Me llamaron, nos reunimos y me invitó”, relata el artista en cuanto a su experiencia de lograr exponer su obra en el museo.
Elías no es el único artista en la familia. Él viene de una dinastía creativa, porque su abuela es Ghego, una de las artistas más importantes del arte geométrico en Venezuela.
Solo existe una obra en el museo creada por un latinoamericano, y es el del artista venezolano.
“Y es un granito porque estamos hablando del Louvre, el museo con más de 7 millones de visitantes al año. Tener una obra permanente aquí es un logro increíble, sobre todo para un artista latinoamericano. Y es que, además, el Louvre, conocido por sus obras clásicas, ahora tienen una de sus salas principales, una obra de arte contemporánea y cinética, la única en todo el museo”, expresa con orgullo la reportera.
Y continúa relatando: “El trabajo de Crespín, con su movimiento hipnóptico, está transformando el Louvre. Recientemente, el museo decidió instalar la esfinge que estaba en planta baja, subirla a primer piso e instalarla justo debajo de la onda humedin. Hacen un diálogo que podríamos decir es un telescopio histórico que relaciona la antigüedad egipcia con la actualidad urbana”.
“Crespín sigue los pasos de gigantes del arte cinético venezolanos como Jesús Soto y Carlos Crucias, pero su obra en Louvre lo pone en otro nivel. Es la primera vez que un artista venezolano tiene una instalación así en este museo”, explicó Oraa, mientras expone diversas tomas del Louvre y sus obras.
Por su parte, Crespín comenta que vive en París y de vez en cuando visita el museo para ver su obra.
El reportaje finaliza con la invitación al Louvre y visualizar semejante obra de arte, “si alguna vez visitas el Louvre, mira hacia arriba, verás a Londres humedí moviéndose lentamente, transformando el espacio y haciendo historia”.