Asif Ali Zardari, el candidato respaldado por la formación gobernante, logra la presidencia de Pakistán por segunda vez tras arrasar en las votaciones. El presidente de las elecciones, el juez Amir Farooq, lo anunció por televisión.

Zardari obtuvo 411 votos, derrotando los 181 emitidos por el líder nacionalista Mehmood Khan Achakzai, el candidato apoyado por los miembros del partido del encarcelado Imran Khan, informó en un comunicado la Comisión Electoral de Pakistán (ECP).

Achakzai, su oponente, estaba respaldado por la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N) del primer ministro Shehbaz Sharif, y su aliado, el Partido Popular de Pakistán (PPP) de Bilawal Zarzadi Bhutto, ambas segunda y tercera fuerza en las elecciones generales del pasado 8 de febrero.

Tras conocer los resultados, Sharif felicitó en un escrito al nuevo jefe de Estado del país asiático diciendo que es una elección que simboliza: «La continuidad de los valores democráticos».

La elección y sus consecuencias

El cargo de presidente se escoge en Pakistán a través de una votación secreta de los miembros del Senado (Cámara Alta), la Asamblea Nacional (NA, Parlamento) y las cuatro asambleas provinciales de Pakistán: Punjab, Sindh, Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán.

El mayor logro de Zardari durante su primer mandato fue la construcción de un consenso político poco frecuente sobre la adopción de un nuevo marco jurídico y político para descentralizar el poder y frenar los poderes presidenciales ejercidos por antiguos líderes militares.

Por eso ahora, para evitar solicitar el rescate económico al Fondo Monetario Internacional FMI, a Pakistán le viene bien un perfil conciliador como el de Asif Ali Zardari, de 68 años, quien puede ayudar a los socios de la coalición gobernante a alcanzar un consenso para encauzar la economía por la senda de la estabilización. Además, comandará las fuerzas armadas del país, que desempeñan un papel fundamental en la formación o disolución de gobiernos.

Zardari ganó peso político tras asumir el control del partido PPP, luego del asesinato de su esposa, la ex primera ministra Benazir Bhutto, en un atentado suicida en diciembre de 2007, siguiendo los deseos expresados en su testamento.

Fue presidente desde 2008 hasta 2013, periodo en el que una incursión de las fuerzas especiales estadounidenses en el interior de Pakistán encontró y mató a Osama bin Laden. Eso fue en 2011.

También hace parte de su historia que a principios de la década de los noventa era apodado popularmente como «Mr. Diez por ciento» en referencia a los cargos de corrupción que se le acusaban y por los que pasó 11 años en la cárcel. Él y su partido calificaron el hecho de victimización política respaldada por los militares, acusación que el ejército ha negado. 

France 24