Morfema Press

Es lo que es

Antonio Ledezma

La expansión de la influencia china a través de su iniciativa de la Ruta de la Seda en América Latina plantea una interrogante apremiante: ¿cuándo despertarán las potencias tradicionales y los aliados históricos de la región? Mientras China avanza con determinación, asegurando acuerdos comerciales y el control de recursos estratégicos como el litio en Chile y Bolivia, Estados Unidos y Europa parecen rezagados.

Llevamos casi 25 años debatiendo acuerdos entre Europa y Mercosur sin llegar a una concreción, eso es insólito, inexplicable y si muy reprochable. Y eso sucede mientras China consolida su presencia en nuestro subcontinente. ¿Entonces de qué se quejan? Algunos analistas simplifican este panorama, señalando que «EEUU está adelantado en la invención de tecnologías imponentes, mientras que los chinos producen bienes que comercializan y en Europa se limitan a aplicar regulaciones.» Sin embargo, esta visión está desactualizada. China ya no solo fabrica, sino que también está a la vanguardia en la creación de tecnologías innovadoras y ascendiendo a un sólido segundo lugar como el país con la economía más robusta del planeta Tierra..

El pasado miércoles en un debate realizado en el escenario organizado por la Fundación Libertad y Desarrollo celebrado en la ciudad de Madrid, el expresidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, al defender los acuerdos suscritos por su gobierno con China, afirmó que “en este mundo globalizado no hay enemigos ni amigos permanentes, sino intereses permanentes». La intención compactada en esa reflexión y parafraseada por el joven estadista uruguayo, es atribuida a Henry John Temple, tercer vizconde de Palmerston, quien en un discurso pronunciado en la Cámara de los Comunes el 1 de marzo de 1848, afirmó que “No tenemos aliados eternos, y no tenemos enemigos perpetuos. Nuestros intereses son eternos y perpetuos. Y nuestro deber es seguir esos intereses”. Es evidente que este pensamiento está cargado de pragmatismo político, priorizando, sin lugar a dudas, los intereses de su región, al momento de inclinarse por una u otra potencia con intereses que abonar en el competido y polémico esquema de relacionarse. Tomando en cuenta esa significativa y descriptiva realidad, concluimos en que lo cierto es que China está metiéndose en países iberoamericanos, haciendo inversiones, negociando minerales y tierras raras, mientras que otros países poderosos tenían a América Latina como un simple patio trasero descuidado.

Esta reflexión nos lleva a una conclusión ineludible: es hora de que los países de América Latina sean tratados como actores relevantes en el escenario mundial. Por eso cobra trascendencia la posición asumida por el presidente Donal Trump y su más destacado equipo gubernamental de su segundo mandato, privilegiando en sus declaraciones y acciones un nuevo marco de relaciones con nuestro ámbito, especialmente con Venezuela. No le conviene a EEUU, ni a la Unión Europea, relegar a un segundo plano esa agenda pendiente de trabajo con América Latina, mientras Rusia, Irán y China establecen enclaves con fines geopolíticos, comerciales o económicos. Es imperativo que Estados Unidos y otros aliados históricos retomen esas relaciones estrechas de antaño y de fechas recientes, cuando la hermandad con América Latina era evidente y fructífera. El hecho cierto de que la primera gira internacional del nuevo Secretario de Estado, Marco Rubio, haya sido por países de América Latina, es una excelente señal.

La región necesita socios que vean nuestra zona más allá de un mero «patio trasero» y que estén dispuestos a construir relaciones basadas en el respeto mutuo y la cooperación estratégica. Mientras el mundo se configura, América Latina no puede permitirse quedar ninguneada. Es tiempo de actuar, de replantear estrategias y de forjar alianzas que impulsen el desarrollo y la prosperidad de nuestros pueblos, no solo en los aspectos económicos, financieros y comerciales, sino también en lo político, porque la paz, la seguridad y la estabilidad son elementos tan medulares como esos otros intereses citados.

La pregunta sigue en el aire: ¿Y Americalatina ¿Para cuándo? La respuesta está en nuestras manos. No podemos permitir que la inacción, la indiferencia o, una que otra penosa aventura, definan nuestro futuro. La verdad es que el potencial que tiene América Latina es inmenso y es lógico que los más variados prismas planetarios orienten sus miradas sobre esas riquezas; y deben ser comprendidos mandatarios como Luis Lacalle Pou que afinan operaciones con quienes se aproximan a concretarlas, sin que esas alianzas conlleve declinar valores y principios democráticos irrenunciables.

Es hora de que la región alce su voz y exija el lugar que le corresponde en el concierto de las naciones.

antonioledezma.net

En Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro ha instaurado un sistema de represión que utiliza la desaparición forzada, la tortura y las detenciones arbitrarias como herramientas para silenciar a opositores, defensores de derechos humanos y voces críticas. Según el más reciente informe de Foro Penal, actualizado al 12 de mayo de 2025, al menos “68 presos políticos” se encuentran en condición de desaparición forzada, sin que se conozca su paradero o estado de reclusión. Este dato, alarmante por sí solo, es solo una faceta de un patrón sistemático de violaciones a los derechos humanos que la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela de las Naciones Unidas ha calificado como posibles “crímenes de lesa humanidad”.

Una radiografía de la represión

De acuerdo con Foro Penal, Venezuela registra un total de “895 presos políticos”, de los cuales 808 son hombres y 87 mujeres. Entre ellos, 726 son civiles y 169 militares, incluyendo a “5 adolescentes” de entre 14 y 17 años. Solo 149 han recibido una condena formal, mientras que “746 permanecen detenidos sin juicio”, en una clara violación al debido proceso. En la última semana, se documentaron “8 nuevas detenciones” y “7 excarcelaciones”, lo que refleja la naturaleza cíclica de la persecución política en el país, metodología siniestra denominada por el Foro Penal como “la puerta giratoria”.

La Misión de la ONU ha exigido al régimen de Maduro el cese inmediato de las desapariciones forzadas, clasificándolas como una práctica “perversa e ilegal” que forma parte de una política represiva orquestada desde las más altas esferas del poder. Según el organismo, estas acciones, junto con las detenciones arbitrarias y la tortura, podrían constituir crímenes internacionales. Marta Valiñas, presidenta de la misión, ha señalado que “el aislamiento e incomunicación de los detenidos son tácticas deliberadas para quebrar a los opositores y perpetuar el miedo en la sociedad”.

Tamara Sujú, acaba de presentar su informe anual ante la Organización de Estado Americanos (OEA), allí demuestra con pruebas que, “La represión es sistemática y generalizada”. El informe documenta cómo “el régimen de Nicolás Maduro utiliza la represión como herramienta de control político y social, ejecutando crímenes de lesa humanidad tanto dentro como fuera de Venezuela, con el objetivo de anular la disidencia y silenciar opositores”. El Instituto Casla, a cargo de Tamara Suju coloca a la vista las pruebas que sindican al régimen de Maduro de “tramar una Convergencia entre represión estatal y crimen organizado”. La abogada Suju denuncia “la colaboración estructural entre el aparato estatal y el crimen organizado trasnacional, como el Tren de Aragua, para perpetrar violaciones de derechos humanos, incluyendo asesinatos políticos, como el caso del teniente Ronald Ojeda en Chile».

El centro de detención más emblemático de esta maquinaria represiva es “El Helicoide”, considerado el principal centro de torturas de Latinoamérica. Operado por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), este lugar se ha convertido en un símbolo del terror de Estado, donde los presos son sometidos a condiciones inhumanas, aislamiento prolongado y torturas físicas y psicológicas. Otros cuerpos de seguridad, como la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), la Guardia Nacional y la Policía Nacional Bolivariana, también participan en estas prácticas, ejecutando detenciones sin órdenes judiciales y negando a los detenidos acceso a abogados o contacto con sus familias.

La Misión de la ONU ha denunciado la complicidad del sistema de justicia venezolano en estos abusos. El Ministerio Público, los tribunales ordinarios y la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia han actuado como engranajes de la impunidad, ignorando denuncias, rechazando recursos legales y bloqueando mecanismos de protección como el “habeas corpus”. Esta connivencia asegura que los responsables de las violaciones queden impunes y que las víctimas permanezcan atrapadas en un limbo jurídico. Dispensenme que me refiera al caso particular, pero estimo que es de alguna manera emblemático. A mi me secuestro el régimen el 19 de febrero del año 2015. Los policías que ejecutaron esa maniobra no presentaron ni orden de captura ni de allanamiento de mi oficina. Derribaron la puerta con objetos contundentes. No respetaron el debido proceso, ya que siendo Alcalde Metropolitano de Caracas tenía derecho a un “antejuicio de mérito”. Nunca se realizó. Me privaron de mi sagrada libertad por más de 1000 días y en ese lapso solo tuve acceso a una sola audiencia. 

La persecución no se limita a ciudadanos venezolanos. Según Foro Penal, “72 presos políticos son de nacionalidad extranjera”, lo que evidencia el carácter expansivo de la represión. Desde 2014, se han registrado “18.358 detenciones políticas” en el país, y aunque más de “14.000 personas” han sido liberadas tras recibir asistencia legal gratuita, más de”10.000 ciudadanos” siguen sometidos a medidas restrictivas arbitrarias, como presentaciones periódicas o prohibiciones de salida del país.

El Foro Penal, El Instituto CASLA y la Misión de la ONU coinciden en que estas cifras no son hechos aislados, sino parte de un “patrón sistemático” de persecución y criminalización diseñado para aplastar cualquier forma de disidencia. Las desapariciones forzadas, las torturas y las detenciones arbitrarias son herramientas de un “terrorismo de Estado” que busca perpetuar el control de Maduro mediante el miedo y la supresión de derechos fundamentales. El informe del Instituto CASLA detalla “nuevos métodos de tortura, como descargas eléctricas, asfixia, y violencia sexual, documentando al menos 16 nuevas incidencias que afectan a unas 35 personas. También identifica unidades clandestinas del SEBIN, como la Coordinación de Protección del Orden Democrático (CPOD), implicadas en estas prácticas”. También se arrojan pruebas que señalan la “injerencia cubana, presentando evidencias de la participación del régimen cubano en la planificación y ejecución de crímenes de lesa humanidad, incluyendo la formación de militares venezolanos en tácticas represivas y la supervisión directa de torturas por parte de oficiales cubanos”.

En un país donde la justicia está subordinada al poder político, las víctimas de estas atrocidades enfrentan un panorama desolador. La comunidad internacional, encabezada por organismos como la ONU, ha levantado su voz para exigir el fin de estas prácticas, pero la respuesta del régimen ha sido el silencio o la negación. Mientras tanto, lugares como El Helicoide, La Tumba. Ramo Verde, Tocorón y la cárcel de Yare,  siguen siendo testigos mudos de un capítulo oscuro en la historia de Venezuela, donde la libertad y la dignidad humana son sacrificadas en nombre del poder. Pero la justicia está por llegar y será muy severa con los responsables de todos esos delitos y no valdrán excusas como la manida expresión “sólo cumplía órdenes”. Lo dejó nítidamente sentado el Instituto CASLA en su más reciente informe: “La Impunidad y responsabilidad de la cadena de mando señalando a figuras clave del régimen, incluido Nicolás Maduro, y aboga por la emisión de órdenes de captura por parte de la Corte Penal Internacional (CPI)”.

antonioledezma.net

– Informe de Foro Penal, 12 de mayo de 2025.  

– Declaraciones de Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, ONU.  Informe del Instituto CASLA 15 de mayo 2025.  

Por Antonio Ledezma

En el escenario del crimen organizado transnacional, pocos nombres resuenan con la misma fuerza que el Tren de Aragua y el Cártel de los Soles. Lejos de ser organizaciones aisladas, estos grupos operan como los brazos ejecutores del régimen de Nicolás Maduro, un entramado de poder donde la violencia y el narcotráfico son piezas clave para su sostenimiento.

El Tren de Aragua: Violencia Exportada

El Tren de Aragua, nacido en las cárceles venezolanas, ha evolucionado hasta convertirse en una de las organizaciones criminales más peligrosas de América Latina. Su expansión ha sido vertiginosa, con presencia en Colombia, Ecuador, Perú, Chile y hasta en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, más allá de su impacto en el crimen transnacional, lo que pocos dicen abiertamente es que este grupo actúa como el brazo armado de la dictadura madurista. Tanto Nicolás Maduro como Diosdado Cabello, no tuvieron el más mínimo escrúpulo en anunciar en cadena de radio y televisión, el macabro plan mal denominado “brisa bolivariana”, que consistía en enviar de manera planificada centenares de presidiarios a los países del hemisferio. 

En un país donde el régimen ha desmantelado las instituciones democráticas y ha reemplazado la seguridad ciudadana por el terror organizado, el Tren de Aragua cumple una función estratégica: controlar territorios, intimidar opositores y mantener un clima de miedo que disuada cualquier intento de rebelión interna. Mientras las fuerzas de seguridad del Estado miran hacia otro lado —o, peor aún, colaboran con estas bandas—, el clan de Maduro se beneficia del caos para perpetuarse en el poder.

El Cártel de los Soles: Narcotráfico desde el Estado

Si el Tren de Aragua es el brazo armado, el Cártel de los Soles es el financiero. No se trata de una simple banda de narcotraficantes, sino de una estructura de crimen organizado incrustada en las más altas esferas del poder venezolano. Su nombre proviene de los soles que adornan los uniformes de los generales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), reflejando el nivel de complicidad entre el narcotráfico y el régimen.

Este cártel no es una especulación ni una acusación infundada. Estados Unidos, la Unión Europea y organismos internacionales han señalado y sancionado a figuras clave del gobierno de Maduro por su implicación en el tráfico de drogas. De hecho, el Departamento de Justicia de EE.UU. ha ofrecido recompensas millonarias por la captura de varios altos funcionarios venezolanos, incluido el propio Maduro, por su papel en esta red delictiva. Basta con observar y analizar lo que esta aconteciendo en la zona del Catatumbo-eje fronterizo entre Colombia y Venezuela-para darnos una idea de la magnitud de los negociados que se desarrollan para sembrar más de 54 mil hectáreas de hoja de coca, acaudalar réditos que oscilan entre 10 mil y 17 mil millones de dólares, después de envenenar a miles de seres humanos con esos cargamentos de cocaína que trafican.

La Hipocresía del “Debido Proceso” en la Dictadura de Maduro

Recientemente, Maduro ha intentado victimizarse, denunciando la supuesta falta de “debido proceso” en investigaciones internacionales en su contra y sobre supuestas arbitrariedades detectadas en las deportaciones a El Salvador, que involucran a personas de origen venezolanos Sin embargo, esta queja resulta insultante cuando recordamos los crímenes que su régimen ha cometido sin el más mínimo respeto por la justicia o los derechos humanos.

La Operación Tún Tún es un término utilizado en Venezuela para describir una práctica de persecución política implementada por el régimen de Nicolás Maduro, especialmente bajo la influencia de Diosdado Cabello. Consiste en la detención arbitraria y sorpresiva de opositores, activistas, periodistas y cualquier persona que la dictadura considere una amenaza. El nombre hace referencia al sonido de los golpes en la puerta (“tún tún”), evocando las redadas nocturnas realizadas por cuerpos de seguridad del Estado, como el SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) y la DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar). Estas detenciones suelen estar acompañadas de procesos judiciales irregulares, desapariciones forzadas temporales y denuncias de torturas.

Cabello ha mencionado la “Operación Tún Tún” en su programa de televisión Con el Mazo Dando, muchas veces con un tono de burla, advirtiendo a disidentes que podrían ser los próximos en recibir la visita del régimen. Es una táctica de intimidación y represión para generar miedo y desalentar cualquier tipo de oposición activa.

¿Qué debido proceso se le garantizó a los testigos de mesa cuyos hogares fueron allanados violentamente por agentes del Estado? ¿Dónde está el debido proceso de Rafael Tudares, yerno del presidente Edmundo González, a quien mantienen desaparecido por más de 75 días? ¿Qué debido proceso tuvieron las decenas de menores de edad recluidos en cárceles comunes? ¿Qué debido proceso se les ofrece a nuestros pueblos indígenas expuestos al VIH, paludismo y tuberculosis, sin poder contar con acceso a servicios de emergencia y servicios médicos? 

¿Qué justicia tuvo el teniente Ojeda, quien ni siquiera recibió un debido entierro porque, según denuncias, fue enterrado vivo por órdenes de Diosdado Cabello? ¿Qué garantías legales tuvieron los presos políticos enfermos que murieron en las cárceles sin recibir atención médica?  ¿Qué debido proceso es ese en el que los ciudadanos asilados en una embajada, convertida en cárcel, no pueden obtener el derecho a un salvoconducto? ¿Qué debido proceso se les garantizó al inspector Óscar Pérez, a Fernando Alban, al general Baduel, al capitán Rafel Acosta Arévalo y a las decenas de estudiantes asesinados salvajemente en las calles de Venezuela? ¿Qué debido proceso se aplicó para entenderse con las bandas delincuenciales mediante ese insólito plan de Las Zonas de Paz?

Maduro habla de justicia cuando su régimen ha sido responsable de desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, torturas sistemáticas y un feroz terrorismo de Estado, tal como lo han documentado la ONU y la Corte Penal Internacional. Su discurso sobre el “debido proceso” no es más que una burla cínica para intentar lavar su imagen internacional mientras sigue reprimiendo y asesinando a quienes se le oponen.

Conclusión

El Tren de Aragua y el Cártel de los Soles no son solo organizaciones criminales: son instrumentos de un régimen que ha hecho del delito una política de Estado. Mientras el Maduro siga en el poder, la violencia, el narcotráfico y la impunidad seguirán siendo las reglas del juego. La comunidad internacional debe dejar de ver a Maduro como un interlocutor legítimo y reconocerlo por lo que es: el capo de una corporación criminal que ha sumido a Venezuela en una tragedia sin precedentes.

@Alcaldeledezma

Madrid, 23 de marzo

La Venezuela paradisiaca que conocieron millones de europeos —especialmente de España, Italia y Portugal—, aquella república sudamericana que los latinoamericanos veían como el sueño por alcanzar, y ese país riquísimo que acaparaba la atención en foros mundiales donde se estudiaban los mejores escenarios para invertir, es hoy una paradoja. Un país con inmensas riquezas naturales se ha convertido en una de las naciones más empobrecidas, con altísimos niveles de riesgo y el dudoso honor de liderar la lista de países sin seguridad jurídica en el planeta.

Nicolás Maduro no puede ocultar, por más que insista en su relato falsificado, una verdad ineludible: este país inmensamente rico tiene a su pueblo pasando hambre. A continuación, algunos datos verificados por instituciones acreditadas reflejan esta preocupante realidad:

  • Un estudio reciente del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) revela que en 2024 la pobreza en Venezuela alcanzó un alarmante 86%. El análisis, realizado en cuatro municipios de Zulia, Miranda, Cojedes y Aragua, evidencia profundas desigualdades regionales.
  • La Canasta Alimentaria Familiar de enero de 2025 se ubicó en 476,82 dólares (28.609,07 bolívares), según Óscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).

El estudio, basado en una muestra aleatoria de 1200 hogares (300 por municipio) con un 94% de confianza, empleó la metodología de pobreza multidimensional para evaluar carencias en educación, salud, empleo, condiciones de vida y acceso a servicios básicos. Los resultados muestran que el 86% de los hogares venezolanos vive en pobreza elevada. En medio de esta crisis, las remesas enviadas por millones de emigrantes venezolanos —principalmente hijos o hijastros, en un 50% de los casos— alivian las necesidades del 24% de las familias dentro del país.

Esta tragedia ocurre en una nación con las mayores reservas de petróleo del mundo, las sextas de gas natural, las segundas de oro en América, y abundantes yacimientos de hierro, bauxita, carbón y diamantes. Venezuela también cuenta con un enorme potencial hidroeléctrico y termoeléctrico para generar energía limpia, zonas ideales para una agricultura productiva, paraísos turísticos y la capacidad de convertirse en un referente de la petroquímica y la industria metalmecánica.

Sin embargo, la clave para reconstruir y relanzar la economía venezolana está en la propuesta presentada por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado el pasado jueves en la convención energética más importante del mundo, celebrada en Houston. Allí, nuestro presidente electo y nuestra vicepresidenta designada se comprometieron a transformar Venezuela en el Hub Energético de las Américas. Los puntos más destacados de su plan son:

  • Privatización total: La industria petrolera y gasífera será gestionada completamente por el sector privado, con el gobierno como regulador transparente.
  • Protección a la inversión: Se establecerán altos estándares legales para garantizar estabilidad y seguridad a los inversionistas.
  • Derechos de propiedad y licitaciones: Los campos de petróleo y gas se abrirán a operadores privados con garantías plenas, y las empresas estatales serán subastadas transparentemente para atraer inversión internacional.
  • Incentivos fiscales: Un régimen competitivo acelerará el desarrollo, reinvirtiendo los ingresos en infraestructura, educación y crecimiento económico.
  • Expansión de la producción: Venezuela aumentará masivamente su producción petrolera, aprovechando costos bajos y su ubicación estratégica.
  • Hub energético regional: El país sustituirá la corrupción por un liderazgo serio, asegurando seguridad energética y prosperidad en las Américas.

Esta propuesta atractiva deja claro el rumbo que pronto tomará Venezuela.

@AlcaldeLedezma

“Qué pasó con el bolívar fuerte, los taladros y refinerías de Pdvsa y miles de millones de dólares que pagaron por obras que nunca construyeron”, recordó el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma.

El dirigente político Antonio Ledezma sostiene que la crisis económica que afecta al ciudadano venezolano es la más grande que ha surgido en comparación al tamaño de la crisis económica derivada de la Segunda Guerra Mundial. 

“Es lamentable que Venezuela padezca una inflación de tres dígitos, unas reservas internacionales raquíticas de apenas cinco mil millones de dólares, mientras que Perú posee más de 80 mil millones de dólares”. 

“También es penoso que nuestro nivel de riesgo país se incremente”, agregó.

Para Ledezma en resumen es ver cómo “Nicolás Maduro destruyó un país rico y próspero; desmanteló el aparato productivo; representa el caos, el saqueo y la corrupción en Venezuela”. 

El exalcalde de Caracas exiliado en España contradijo la “lloradera” del mandatario venezolano de que la crisis económica es porque le quitaron la licencia a Chevron.

“La verdad es que Maduro reincide en burlarse de los acuerdos que suscribe, como el asumido en Barbados, donde juró que respetaría el resultado electoral del pasado 28 de julio”. 

“La desgracia la representa Maduro, que destruyó a Pdvsa, desaparecieron 22 refinerías petroleras o se olvidan de todas las obras que pagaron pero que no se construyeron, además del saqueo de más de 670 mil millones de dólares”. 

Ledezma preguntó por el tren hacia Tinaco que prometieron concluir en 2012 pero que nunca terminaron, al igual que otras 246 obras inconclusas en 21 regiones del país. 

“No edificaron ni el ferrocarril de los Llanos ni el de Valencia-Caracas. Lo único que dejaron fue la banda criminal del Tren de Aragua y se robaron miles de millones de dólares en mentiras de puentes, túneles, represas, líneas de producción, plantas y astilleros”. 

Ledezma, quien acompaña a Edmundo González Urrutia logrando el reconocimiento internacional, comentó que en 2002 cuando Hugo Chávez despidió a 22 mil trabajadores de Pdvsa no existían sanciones. 

“La crisis la crearon Chávez y Maduro que llegaron a provocar la caída de 73 puntos del Producto Interno Bruto; la crisis económica más grande después de la Segunda Guerra Mundial”. 

“¿Dónde está el bolívar fuerte, qué pasó con el Banco Central que lo convirtieron en un casino? Está comprobado que esas medidas de anclaje artificial y nominal del dólar han sido un fracaso”, sentenció Ledezma.

2.500 empresas de servicios quebradas

Ledezma denunció que Maduro desapareció las refinerías de petróleo pesado y los 150 taladros que estaban activos en tiempo de la apertura de la industria petrolera. 

 “Quebraron a más de 2.500 empresas de servicios que funcionaban en torno a las industrias de hidrocarburos”. 

“No han podido aprovechar el potencial gasífero que tiene Venezuela en los yacimientos de la Perla en Falcón y el de Dragón en el Delta Amacuro, porque no hay seguridad jurídica; y dejan que se pierda el gas asociado al petroleo en el Estado Monagas, mientras se roban el oro que extraen del Arco Minero, cometiendo un doble crimen: ecológico y financiero”. 

“Pero como dice la canción: Todo tiene su final. Pronto, Dios mediante, la justicia llegará y asumirá el poder Edmundo González Urrutia con su vicepresidenta María Corina Machado”.

Por Antonio Ledezma

A continuación presento las diez razones por las que los gobiernos comprometidos con  la democracia, la libertad, la justicia, la paz y el progreso de los pueblos que representan, deben contribuir a liberar a Venezuela del régimen dictatorial que pretende burlar la soberanía popular puesta de manifiesto el pasado 28 de julio.

1. NARCOTRÁFICO: Es un hecho absolutamente cierto que en Colombia ha crecido el número de hectáreas en las que se siembra la hoja de coca. También que desde el territorio venezolano siguen saliendo, con rumbo a EEUU y hacia Europa, inmensos cargamentos de cocaína. Fue por eso que en su primera administración el presidente Donald Trump dispuso establecer un cerco antinarcóticos, porque estaba al tanto de cómo desde el ámbito venezolano se despachan cargamentos de cocaína hacia espacios estadounidenses. Ese tráfico se ha incrementado considerablemente desde el año 2020. También fue en ese anterior mandato de Donald Trump, cuando se publicitaron los avisos ofreciendo recompensa por la captura de Maduro y algunos de sus socios, al relacionarlos con las prácticas propias del crimen organizado.

2. TERRORISMO: No menos significativo es el hecho cierto de que en las oficinas de identificación de Venezuela, controladas por agentes castristas, se documentan a piezas del terrorismo internacional que operan a sus anchas, encubiertos por la administración madurista. Esas pruebas fehacientes las mostró públicamente la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich. Eso es, sin lugar a dudas, una seria amenaza para la estabilidad y la seguridad del hemisferio occidental, que ha prometido resguardar, el recientemente reelegido presidente Donald Trump. Al mismo tiempo, en territorio venezolano, se ha instalado un santuario para estos grupos terroristas como las FARC, ELN, Hezbolá y Hamas. No menos significativo es el entramado geopolítico que sostienen con Rusia, China e Irán.

3.   MIGRACIÓN: Otro drama humanitario lo representa el flujo migratorio. Desde que Nicolás Maduro, el pasado 29 de julio, protagonizó el fraudulento acto de proclamación para presentarse como presidente reelecto,  las oleadas de seres humanos tratando de ponerse a buen resguardo, siguen atravesando las trochas ubicadas entre la frontera colombo venezolana, o buscando establecerse en territorio de Brasil o desafiando el infierno que representa la Selva de Darién. Debe tenerse muy en cuenta que este drama humanitario se intensificará, tanto y en cuanto Nicolás Maduro logre establecerse definitivamente como dictador en Venezuela. Saben muy bien los presidentes de EEUU, Colombia, Brasil y Panamá, que, de enquistarse en el poder el dictador Maduro, veremos otra explosión migratoria de miles de venezolanos que tratarán de ponerse a buen resguardo en territorio extranjero. Si por el contrario, Edmundo González y María Corina Machado, asumen la transición en Venezuela, no será menester realizar deportaciones, ya que los venezolanos, actualmente en la diáspora, comenzarán a retornar voluntariamente a nuestro país.

4.  BANDAS DELINCUENCIALES: Desde Venezuela Nicolás Maduro no ha disimulado su empeño en articular bandas peligrosísimas con mucho poder de fuego, como las bandas del Tren de Aragua y otras tantas articuladas por el régimen madurista, con las que operan en territorio de Ecuador, Colombia, Brasil, Argentina y las que controlan la llamada Triple Frontera desde el Perú. A ese esquema delincuencial se suman los pranatos que controlan con gobiernos paralelos de los centros penitenciarios del país.

5. LEGITIMACIÓN DE CAPITALES: Con Maduro en el poder continuará la explotación de minerales, como el oro y otras materias primas, que son usufructuadas sin reparar en el inmenso daño ecológico que le ocasionan al territorio correspondiente al Arco Minero venezolano, que representa el 12.5 % del territorio nacional.

6.  TERRORISMO DE ESTADO: La seguidilla de detenciones arbitrarias que ocupan la atención nacional y que rebotan estridentemente hacia el exterior, no son una novedad postelectoral. Maduro ha ordenado desde el 2014 hasta la fecha de hoy, la privación ilegítima de más de 17.800 personas. De las cuales más de 1.800 permanecen encarcelados y el resto está sometido a un régimen de presentación ante los tribunales que el regime utiliza para criminalizar la disidencia opositora. También Maduro está siendo investigado en la Corte Penal Internacional, ya que en la sala de Fiscalización se procesan expedientes en los que constan las perpetraciones de crímenes de lesa humanidad, que incriminan a Nicolás Maduro como ejecutor de tales delitos. Anteriormente Nicolás Maduro fue señalado por la expresidenta de Chile y ex Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Michel Bachelet, de ser responsable de la ejecución extrajudicial de más de 7 mil seres humanos. En su más reciente informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se concluyó que Nicolás Maduro desarrolla en Venezuela un Terrorismo de Estado.

7. CATÁSTROFE HUMANITARIA: Venezuela acusa actualmente una espantosa catástrofe humanitaria compleja. Millones de personas continúan orilladas en la pobreza. Salarios de hambre, equivalentes a menos de 3$ mensuales. Más de 3.5 millones de niños están fuera del sistema escolar. Una crisis de servicios públicos agudizada especialmente en los servicios de salud y educación. Somos el país de las paradojas, ya que poseemos inmensas reservas de hidrocarburos, pero en el país escasea la gasolina, el diésel, el gasoil y el gas doméstico. Venezuela cuenta con una capacidad instalada de 35.000 megavatios para generar energía eléctrica (vía hidroeléctrica y termoeléctrica)  y constantemente se producen cortes de electricidad. También el país cuenta con 25 sistemas modernos de acueductos y 20 plantas de tratamiento de agua cruda y en casi todos las regiones hay escasez de agua potable.

8. CRISIS ECONÓMICA. El desplome de la economía es objeto de análisis en los escenarios más variados. Venezuela llegó a acusar el desplome brutal de su PIB en más de 75 puntos. Padecimos una continua hiperinflación. Las reservas internacionales están deprimidas. La devaluación de la moneda es sostenida. El aparato productivo del país está deteriorado, han cerrado más de 9 mil empresas o fábricas, de las más 13 mil que operaban cuando Hugo Chávez asumió el poder en 1999. La población económicamente activa se refugia en el empleo informal, rebasando el 64.35.

Observadores de todas partes del mundo estudian esos malísimos desempeños y ven en el modelo implantado por Chávez y ahora por Maduro, el espejo para tener en cuenta lo que no se debe hacer. Para sacar a la gente de la miseria, en la que está postrada actualmente, y para poder remediar la colosal deuda externa que pesa sobre la nación venezolana, es menester que Maduro abandone el poder que usurpa, admita su derrota y facilite la transición ordenada, inclusiva y pacífica que han propuesto María Corina Machado y Edmundo Gonzalez Urrutia. De lo contrario, la tragedia humanitaria se agudiza, y la crisis financiera y económica se acrecentará y hará imposible saldar cuentas pendientes asumidas por la Nación con los acreedores.
En estos 25 años se han despilfarrado, robado y reglado más de mil millones de millones de dólares. Ha sido una estruendosa orgia financiera, Las divisas obtenidas por el país, por concepto de la renta petrolera, no se invirtieron en el país para beneficiar a los venezolanos y apuntalar el desarrollo integral de la nación. Además, comprometieron a la nación con una gigantesca deuda externa y esos dineros también fueron pasto fácil de las corruptelas que han imperado en estos cinco lustros de autoritarismo. De continuar Maduro usurpando las instituciones públicas se prolongará esta grotesca ola de corruptelas, nunca rendirán cuentas de sus actos y se utilizaran esos dineros para financiar las andanzas de las elites corrompidas.

9. EL FUTURO DE LOS HIDROCARBUROS: Venezuela cuenta con significativas reservas probadas de hidrocarburos, patrimonio que se debería estar explotando racionalmente para sacar divisas que se orienten a superar esas deudas sociales y financieras. La verdad es que ninguna de esas cuentas por pagar se finiquitaron, mientras en Venezuela reine el modelo de Estado Fallido que pulverizó las bases del Estado de Derecho. Bien se sabe que sin seguridad Jurídica, y sin una nueva ley de Hidrocarburos que retome el esquema de la Apertura Petrolera, ni Estados Unidos podrá recibir en la Costa del Golfo el crudo extrapesado que posee Venezuela, ni los países del Caribe recibirán beneficio solidario alguno. Los yacimientos gasíferos, de los más grandes del mundo (La Perla y Dragón), y los pozos petroleros seguirán dormidos, ante un régimen que no ofrecerá jamás atractivos ni incentivos para retomar esos programas de explotación, que hagan de Venezuela el hub energético que aspiramos construir.

10. EXPANSIÓN DE LA TIRANIA CASTRISTA: Las dictaduras de Venezuela y Nicaragua tienen su epicentro en Cuba. De Maduro consumar ese descarado fraude, será un mal ejemplo para todos. Además, se incrementarán las amenazas de establecer en otros países de nuestro hemisferio este mismo modelo autoritario, que ratificamos tiene su origen en la tiranía de los hermanos Castro que impera en la isla de Cuba por más de 65 años. Si se permite que Maduro consuma su golpe de Estado, se desprestigia el recurso del voto y de las elecciones como vía para dirimir diferencias y resolución de conflictos.

@AlcaldeLedezma

Mientras Edmundo Gonzalez Urrutia se desplaza por el mundo, narrando la épica protagonizada por millones de venezolanos el pasado 28 de julio y haciendo valer la verdad comprendida en cada una de las actas que dan cuenta de su categórico triunfo, y María Corina Machado resiste en la clandestinidad, dentro del territorio nacional; otros voceros, en representación de una microscópica minoría, le hacen el juego a esa corporación criminal que pretende desconocer la voluntad soberana de nuestro pueblo. Sus fines inconfesables, son distintos a los que apostamos a ese histórico triunfo, a los que defendemos la libertad plena y buscamos recuperar la extraviada democracia y reencontrarnos en los núcleos familiares, al día de hoy desgarrados por los efectos de esa catástrofe humanitaria que tiene su falla de origen en aquellos espejismos frustrados, que a su vez se suscitaron por las ofuscaciones que irradiaba el populismo de Hugo Chávez Frias.

Los intereses de pocos no pueden suponerse al interés de muchos, o más vale decir, de todo un pueblo que lo da todo, incluso su vida, por levantar de la desgracia a su patria entrañablemente amada. Las motivaciones de esos jóvenes que salieron a reclamar su derecho a vivir en libertad, o de esos miles de testigos de mesas de votación, y que ahora están confundidos con presos comunes, en cárceles de alta peligrosidad en Venezuela, son diametralmente opuestas, a los móviles de los que andan en misiones especiales, que se limitan a librar “batallas lobistas” para hacer efectivos sus bonos, sus marginales negocios petroleros o de cualquier índole, o simplemente preservar esa limitadísima zona de confort en la que son prisioneros de un régimen que, por ahora, les ha pospuesto la correspondiente ejecución, pero que en cualquier parpadeo los convierte también en víctimas de sus despotismos. 

Se trata de la puesta en escena de los mismos mecanismos de distracción, de un Nicolás Maduro, hoy más que nunca temeroso por el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca y, en consecuencia, angustiado por la posibilidad cierta de que se reactiven acciones que procuren garantizar “la seguridad de los ciudadanos estadounidenses”, tal como lo ha prometido a lo largo de su victoriosa campaña electoral, el reelecto presidente del “imperio gringo”, como le place llamarlo al cleptócrata que encabeza la narcotiranía cívico-militar en Venezuela. Pues bien entiéndase que las razones que llevarían a Donald Trump a actualizar su original medida de instrumentar un cerco antinarcótico en las adyacencias de Venezuela, tienen su epicentro en esa promesa que despertó la confianza de los electores de su país que terminaron votándolo masivamente: “garantizar la seguridad de los estadounidenses”.

Veamos algunos escenarios totalmente valorados y comprobados:

El tráfico de drogas se ha incrementado a partir de que Donald Trump entregó la presidencia de EEUU a su sucesor Joe Biden. Instituciones como La Junta Internacional de Estupefacientes (JIFE) dan cuenta de la propagación de los cultivos de la hoja de coca en Colombia, así como de la escandalosa producción y tráfico de estupefacientes desde territorio venezolano hacia los predios de los estados Unidos de Norteamérica. Es lógico concluir que mientras continue ese apogeo delictivo, seria una ingenuidad imaginar, siquiera, que con Maduro en el poder se desplomaría ese diabólico negociado. Si de algo no veremos pecar a Donald Trump es de candidez, él sabe que Maduro esta enmarañado con el crimen organizado para sostener un armazón económico, en el que gravitan todas las modalidades de la corrupción que evaporó las melifluas proclamas ideológicas de esa impostura revolucionaria. 

Por otra parte, los estadounidenses han padecido los sufrimientos de los letales ataques terrorista. Han sido muchos los daños materiales, humanos y espirituales ocasionados. Pues bien, esos planes siguen vigentes por parte de los conclaves que auspician esos endemoniados disparates. Resulta que Maduro es un aliado fanatizado de los que propugnan el terrorismo como forma de llevar adelante esos perversos planes. Una demostración fehaciente que, seguramente tiene en sus manos el presidente Trump, es la información certificada por la Secretaria de Inteligencia del Estado Argentino (La SIDE), dada a conocer por la ministra del gobierno del presidente Javier Milei, Patricia Bullrich, al confirmar que, “Hussein Ahmad Karak, cabecilla de Hezbollah en Latinoamérica, señalado como la principal figura del grupo extremista en la región, fue documentado ilegalmente en las oficinas de identificación controladas por la dictadura de Maduro”. Me pregunto: ¿pueden estar seguros los estadounidenses, sintiendo la respiración en sus nucas de esas bandas terroristas y delincuenciales refugiadas en Venezuela y protegidas por Maduro?

Otro tema que tratan de colocar con sus acomodaticios relatos, es el que indica que “Maduro acordara con Donald Trump, su disposición a facilitar el suministro de petróleo a EE.UU. y aceptar vuelos de deportación de venezolanos, suspendidos tras el final de las negociaciones con Biden y los suyos”. Lo primero a traer a colación, es que Maduro se vaciló a la administración Biden, arrancándole a la justicia de ese país a sus dos narcosobrinos y a su testaferro de oro, y después se burló de los acuerdos suscritos en el dialogo de Barbados. Con relación al tema petrolero, la verdad es que mientras no hayan garantías de seguridad jurídica, como las que ha abonado Javier Milei a los inversionistas atraídos por el peculiar proyecto petrolero de Vaca Muerta en Argentina, las empresas de ese ramo seguirán limitadas en Venezuela, a inversiones marginales con el consabido redito igualmente marginal. ¿Quién está en capacidad de reedificar las bases de un Estado de Derecho pleno? Edmundo Gonzalez Urrutia. Mientras tanto Estados Unidos, gracias a sus incursiones con la fórmula fracking, lidera el ranking como primer productor de crudo, por encima de Rusia, Arabia Saudita, Canadá, Irak y China. ¿Se arrodillara Donald Trump ante el dictador Maduro, por unas chispas de petróleo que le llegaran a través de la empresa Chevron? De verdad que no lo creo.

Con relación a las deportaciones masivas para enfrentar los traumas derivados de el alto flujo migratorio, la conclusión incuestionable es que se trata de un fenómeno que persistirá mientras Maduro siga enquistado en el poder que usurpa; con Maduro hundiendo al país y a su gente en la miseria, no se detendrá esa hemorragia de seres humanos. Los podrán deportar y de seguro reincidirán en la manera de volver a salir por trochas o por selvas intrincadas. ¿La solución? Que Edmundo Gonzalez Urrutia asuma el poder, decrete un “Vuelvan Caras” y, sin necesidad de deportaciones, millones de venezolanos retornaran progresivamente a la patria, de manera voluntaria y entusiasta. Otra cosa son los desadaptados, una pírrica y vergonzosa representación que desvirtúa nuestro genuino gentilicio. A esos habrá que someterlos al imperio de la ley, que solo brillara bajo una administración garantista en donde prevalezca la justicia con equidad, con  acceso a un debido proceso y sostenible gobernabilidad. 

@AlcaldeLedezma

La oposición venezolana espera que otros gobiernos se sumen al reconocimiento hecho por el Gobierno de EE.UU. de Edmundo González Urrutia como presidente electo, dijo a EFE el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma, quien considera que la lucha de los venezolanos «está llegando a su final».

«Los hemos demuestran que esta lucha en la que estamos comprometidos todos los venezolanos liderados por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia está llegando a su final para beneplácito de los venezolanos y la comunidad internacional, que está preocupada por la crisis humanitaria en Venezuela», señaló el exalcalde, que está exiliado en España y oficia como portavoz en el exterior de Machado.

Entre esos hechos destacó el reconocimiento de González Urrutia como presidente electo anunciado este martes por el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, «nada menos que en la cumbre del G20» en Río de Janeiro, dijo.

Ledezma subrayó que no es la única señal de que están dando fruto los esfuerzos de la oposición venezolana por hacer valer su afirmación, fundamentada en los datos de las actas de votación, de que Nicolás Maduro fue derrotado en las elecciones del 28 de julio pasado por González Urrutia.

También lo es las afirmaciones del representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, en una reunión de ministros de Exteriores de los Veintisiete celebrada esta semana en la que, a su juicio, «dejó claro que Maduro no tiene argumentos para justificar su proclamación irregular como ganador».

«La Unión Europea sigue unida en su rechazo al reconocimiento de Maduro como un presidente elegido democráticamente y por lo tanto, negándole la legitimidad que tendría si hubiese ganado las elecciones legalmente», indicó Borrell el lunes pasado en dicha reunión.

Ledezma mencionó también a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y a los presidentes de Argentina, el ultraliberal Javier Milei, y de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, como defensores de la falta de legitimidad de Maduro como presidente electo.

Asimismo se refirió al papel «relevante» desempeñado por el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, en busca una salida negociada a la crisis venezolana que si no ha dado resultados es por la negativa de Maduro a «admitir su derrota» y dar pie a una transición «pacífica y ordenada» como propone González Urrutia, quien está también exiliado en Madrid desde septiembre pasado.

Parafraseando a María Corina Machado, que está oculta para evitar ser detenida en Venezuela, Ledezma indicó que «lo que más le conviene a Maduro y su séquito es unirse a esa transición».

Tras hacer votos para que otros países sigan el ejemplo de EE.UU., el exalcalde de Caracas destacó también la importancia de que la Cámara de Representantes de ese país haya aprobado con el apoyo de republicanos y demócratas el proyecto de ley Bolívar que prohíbe a la Administración pública contratar la empresa o individuos que tengan lazos comerciales con «el ilegítimo Gobierno de Maduro».

El senador republicano Rick Scott, que habló con Machado este martes de la ley Bolívar, pendiente de su aprobación en el Senado, afirmó que los días en el poder de Maduro «están contados».

En una declaración a un canal televisivo tras su reconocimiento por parte de EE.UU, González Urrutia subrayó que se mantiene firme en su intención de regresar a Venezuela el próximo 10 de enero para jurar como presidente de ese país, como manda la Constitución.

La Unión Europea ha distinguido a González Urrutia y a Machado con el Premio Sájarov 2024.

EFE

Por Antonio Ledezma

María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, hicieron lo que tenían que hacer. Eso ha quedado registrado en la reciente historia de estas más de dos décadas de lucha de resistencia cívica en Venezuela. María Corina se sobrepuso a las más viles maniobras del régimen de Maduro que la inhabilitó, con la idea aviesa de que ella “estallaría en ira”, y se dedicaría a promover la calculada abstención que Maduro esperaba, para entremeter en esa oquedad su esquema fraudulento, que se le quedó frustrado en la noche del 28 de julio.

Por su parte, Edmundo Gonzalez Urrutia, asumía el testigo que colocó en sus manos María Corina, providencial operación política de alto vuelo impulsada desde la plataforma unitaria, y desde entonces gallardamente Edmundo Gonzalez cumplió ese rol inesperado de ser el abanderado de una candidatura presidencial arrolladora. María Corina y Edmundo hicieron lo que tenían que hacer, encarando un reto colosal, dejando pasmado a todos los observadores internacionales que llegaron a pensar, que tal esquema indisoluble, no era sino una ilusión que se evaporizaría por efecto de las amenazas de ese régimen virulento, capaz de emprender las más insospechadas arbitrariedades.

Por su parte, la ciudadanía venezolana también se disponía a cumplir su epopeya. En un país en donde se levantan las familias sin nada que poner sobre la mesa matutina para desayunar; sin la posibilidad de contar con el chorrito de agua potable y a sabiendas de que la oscuridad era la deriva de un hogar sin luz eléctrica; con unos bolívares devaluados que se rinden ante la enseñoreada inflación; mujeres y hombres armados de fe y movilizados solamente con esa promesa sentimental de soñar con el retorno de los seres queridos, aventados hacia esa diáspora inimaginable, salieron a votar, “contra viento y marea”, logrando vencer a esa sanguinaria dictadura. Esa gente osó o aventuro a afrontar a la prepotente dictadura, y fue cuando vimos a madres, padres, abuelos, hijos y nietos, arremolinarse en torno a las improvisadas tribunas, en las que aparecía, como la divina providencia, aquella mujer que se convirtió en el diapasón de una sociedad adormecida por los efectos de frustraciones, decepciones y temores difundidos, por un régimen implacable a la hora de secuestrar, torturar y matar a los que se quejaban, siquiera, de tales tragedias.

María Corina y Edmundo protagonizaron una gesta que desató los más inesperados análisis de observadores propios y extraños, que no se podían creer que aquella campaña adelantada sin recursos financieros, con el bloqueo de los medios de comunicación y con el comando de campaña asilado en una embajada, terminaría con ese refulgente triunfo que, hasta el día de hoy, Nicolás Maduro no ha podido desmontar. La verdad está a la vista de todo el mundo en cada una de las actas exhibidas, dentro y fuera del país, por los expertos electorales que certifican que tales documentos son verídicos y que por lo tanto la inversión de la carga de la prueba queda a merced de los derrotados, que por lo visto se refugian en la despótica posición de desconocer la voluntad soberana de millones de electores que decidieron el destino de Venezuela para los próximos años.

A partir de ahora la fecha medular está representada en ese memorable 28 de julio, de allí surge el mandato constitucional que no se puede desconocer, salvo que la dictadura imponga sus designios y se atreva a secuestrar a un pueblo, convirtiendo el territorio de Venezuela en suelo de una gigantesca cárcel, en la que somete a millones de seres humanos y desde allí amenace la paz y la estabilidad de todo un hemisferio. En ese 28 de julio radica la legitimidad de origen que le otorga a Edmundo Gonzalez la condición de presidente electo. Entonces la pregunta invertida es ¿qué hará Maduro? ¿Reincidir en la perpetración de más crimines de lesa humanidad? ¿Qué harán las Fuerzas Armadas Nacionales? ¿Ser alcahuetas de una corporación criminal que masacra a gente inocente? ¿Qué harán las instituciones creadas y llamadas a intervenir ante esa seguidilla de crimines de lesa humanidad en los que reinciden en perpetrar Maduro y sus cuadros de mando?

Es una sospecha confirmada que, en Venezuela, desde las dependencias de identificación que controlan agentes castristas, se documentan a actores del terrorismo internacional. Esta más que comprobado que desde Venezuela operan cárteles del narcotráfico que despachan sin limitaciones, miles de toneladas de narcóticos con los que inundan los oscuros mercados de ese diabólico negocio en el Caribe, África, Europa y Norteamérica.

Pues bien, no sigan excusándose con esa interrogante perspicaz dejando sobre las espaldas de la gente, que ya hizo lo que tenía que hacer, de manera valerosa y audaz, asumiendo las consecuencias del presagiado baño de sangre que como ultimátum enuncio Maduro. No le pidan a María Corina y a Edmundo Gonzalez que repitan otro 28 de julio sin que antes se honre ese edicto soberano. La palabra la tiene el Fiscal de la Corte penal Internacional en cuyas manos están los pliegos de los expedientes en los que constan la infinidad de crímenes de lesa humanidad. La responsabilidad la tienen los lideres de la ONU, de la OEA y de la Unión Europea que han manoseado las actas que suman la astronómica ventaja que le da la victoria incuestionable de Edmundo González Urrutia. Es hora de que digan de una vez por todas que harán el próximo 10 de enero de 2025.

@AlcaldeLedezma
10 de noviembre de 2025.

Cuando Fidel Castro aterrizó en el aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía, llegó con la idea fija de seducir al presidente recién electo, Rómulo Betancourt, para que le garantizara un suministro diario de 300 mil barriles de petróleo. La verdad de lo ocurrido, en aquella conversación entre ambos jefes de gobiernos, que era seguida por un enjambre de periodistas, es de todos conocida. El astuto líder venezolano tenía una medida de lo que representaba en aquella circunstancia su celebrado visitante y por eso fue tajante al responder a su petitorio: “Si, como no, pero cada barril de crudo que despachemos debe ser pagado al contado”. El epílogo de aquella conversación fue frustrante para Fidel Castro que vio cómo se desvanecían los planes que traía entre manos, desde aquella mañana en que abordó la nave que despegó del aeropuerto militar habanero de Columbia. El pretexto de ese viaje era asistir como invitado de honor a los festejos del primer año de haberse consumado el movimiento cívico-militar que derrocó a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958. 

Esa respuesta categórica de Betancourt desajustó al carismático líder cubano que venía de encabezar una exitosa revolución armada, con un desenlace triunfal al descender de la Sierra Maestra, apenas 15 días antes de emprender su primer periplo internacional con esa condición de mandatario. Su estancia en Caracas despertó los más variados sentimientos de euforia, a los que no escaparon los más antagónicos lideres patrios que le ofrecieron recepciones, aclamaciones y discursos en el cabildo capitalino, en la sede del Congreso Nacional y en la concentración pública realizada en El Silencio, parangonándolo con Simón Bolivar y José Martí. Así ha quedado registrado en documentales gráficos y fílmicos que dan cuenta del revuelo que desató la visita de aquel mítico barbudo uniformado y armado desde que descendió del avión Superconstellation.

No era la primera vez que Fidel Castro contemplaba personalmente el ambiente bucólico de aquella carretera vieja de La Guaira que conectaba al litoral varguense con “la sucursal del cielo”, como distinguimos los venezolanos a nuestra atractiva ciudad capital. La historia registra que el día martes 23 de marzo de 1948, Fidel Castro tenía su maleta preparada para vivir su primera experiencia como viajero fuera de su natal Cuba. El destino, casualmente, seria Venezuela. Su intención era contactar al expresidente de la Junta de Gobierno que jefaturó Rómulo Betancourt. Traía en su bolsillo una carta firmada por el legendario líder dominicano Juan Bosch, con la confianza de que tal epístola sirviera de llave maestra para abrir las puertas de la confianza del fundador de la democracia venezolana. Pero Betancourt se excusó de no poder atenderlo “porque se encontraba recorriendo el interior del país”; en esos 5 días que Fidel Castro permaneció en Caracas, se limitó a visitar las instalaciónes de la Universidad Central de Venezuela (UCV), caminar por el casco histórico de la ciudad, acudir al Panteón Nacional y ofrecer una que otra declaración a los medios de comunicación que visitó. 

Rómulo Betancourt desde que superó las etapas de líder garibaldino, en esos años mozos en los que no estuvo exento del sarampión comunistoide, incluso rozando con el trotskismo, comenzó a ver con claridad y precisión cuál era su verdadero derrotero programático e ideológico. De allí aquella sentencia con la que se desmarcaba de los influenciadores que pretendían expandir sus andanzas revolucionarias, exclamando que “los venezolanos podemos importar creolina, pero no doctrinas”. Para seguidamente agregar que “los venezolanos cuando necesitamos de libertadores los parimos, no los importamos”. 

A Falta de petróleo buenas son las guerrillas

Fidel y Raúl Castro prendieron las alarmas, sin petróleo no hay energía y el comienzo de sus sueños libertarios pudieran trastocar en pesadillas, sino contaban con ese anhelado suministro petrolero que venían de pedirle a Rómulo Betancourt, quien nunca se negó a ser un proveedor seguro, pero, eso sí, siempre que pagaran por los barriles que recibieran. Esa firme posición de Rómulo Betancourt fue un desafío para los hermanos Castro, que desde entonces colocaron en su mira expansionista el territorio venezolano, siempre codiciando sus inmensas riquezas naturales, especialmente su desbordante mana petróleo. Apelaron a los jefes del buró político de la Unión Soviética, esa diligencia activo las gestiones de Nikita Jrushchov para que tratara de ablandar “la intransigencia” del presidente venezolano, pero Betancourt se mantuvo intraficable y reitero ante el mandatario ruso que “la situación económica de Venezuela era crítica y su obligación era administrar sus riquezas y recursos con absoluta probidad y responsabilidad”. Rómulo Betancourt también le ratificó al emisario soviético que “había disposición a venderle crudo a Cuba, lo que necesitaran, pero a cambio de un pronto pago”. 

Desde entonces Fidel y Raúl Castro se dedicaron a poner en marcha el plan mediante el cual pudieran ponerle la mano a las cuantiosas riquezas venezolanas. La estrategia se basaba, originalmente, en captar a los lideres emergentes de las organizaciones políticas que se desarrollaban en el umbral de la naciente democracia. A esas operaciones de embaucar a dirigentes no escapó el partido Acción Democrática, la organización edificada por Rómulo Betancourt, y que servía de plataforma de sostén político para su naciente gestión gubernamental.

Fue de esa manera como comenzó a tejerse una red para entrelazar a lideres estudiantiles y dirigentes jóvenes, pero ya con credenciales que los distinguían como baluartes de la partidocracia venezolana. Los hermanos Castro se valieron de todas las argucias habidas y por haber para encandilar a esa muchachada que fue llevada al matadero de las guerrillas que se fueron instalando en diferentes zonas del país, desde donde retaban a las Fuerzas Armadas. Esos grupos etiquetados de “revolucionarios” fueron entrenados para cometer atracos a bancos, ejecutar secuestros, asesinar a policías, en medio de una creciente ola de actos violentos que se justificaban, enarbolando banderas y voceando consignas de corte revolucionario. Fueron años muy cruentos y sangrientos en la vida política venezolana. Un episodio de alto relieve lo representó la pretendida invasión de Machurucuto organizada por los hermanos Castro desde La Habana. 

La Invasión de Machurucuto

Decenas de hombres pertrechos de fusiles AK47 de factura norcoreana, habían zarpado el día 2 de mayo de 1967 desde Santiago de Cuba con destino a las costas venezolanas. El mismísimo Fidel y Raúl Castro habían dirigido y supervisado todas las acciones, cuidando todos los detalles, tal como me lo relató en Caracas, mi buen amigo y colega diputado Héctor Pérez Marcano. El final de esas aventuras invasionistas fue glorioso para nuestras también gloriosas Fuerzas Armadas comprometidas con la institucionalidad democrática. Esas andanzas fueron vencidas y aplastadas en la batalla desarrollada entre los días 8 y 11 de mayo, y desde entonces el gobierno encabezado por el Dr. Raúl Leoni denuncio tal incursión en la Organización de Estados Americanos, los hermanos Castro negaron su responsabilidad, pero años después, con el cinismo que los caracteriza, condecoraron como héroes a los sobrevivientes cubanos Raúl Menéndez Tomassevich y Ulises Rosales del Toro.

Fidel Castro no perdía su ensueño de apropiarse algún día de las riquezas venezolanas. Después de las rupturas de relaciones entre ambos países, en 1974 le hace creer al presidente Carlos Andrés Pérez que estaría ganado a dar un giro a su dictadura comunista, abriendo un compás que lo encausaría hacia derroteros de naturaleza democrática. Nunca honró aquellas tibias señales que más bien sirvieron para estafar la buena fe del presidente venezolano, tal como nos lo dijera una noche de 1995, en que me invitó a acudir a su residencia La Ahumada, en la que cumplía casa por cárcel, “para que conociera a un personaje”, que resultó ser el escritor García Márquez, a quien le espeto el reclamo según el cual “me dejaste solo en el intento de empujar a Fidel por la ruta democrática”. 

La aparición de la gallina de los huevos de oro

El 13 de diciembre de 1994 aparece en La Habana Hugo Chávez Frias. El olfato de los hermanos Castro los induce a ponerle al lenguaraz visitante, desde su arribo a la capital de la isla, un cepo a quien no descartaban convertir en su nuevo trompo servidor en sus planes conquistadores. Fidel puso en acción sus habilidades fascinadoras, aquellas que no deslumbraron al firme y sagaz Rómulo Betancourt, pero que si harían efecto en un ególatra militar con desempeños fallidos en sus intentos sediciosos. Bastó con que Fidel lo recibiera al pie de la escalerilla del avión en el que aterrizo en La Habana. Lo que vino después es historia conocida. Chávez escala a la cima del poder valiéndose de las virtudes de la democracia que pretendió destruir a cañonazos y los hermanos Castro montaron su fiesta en los conciliábulos de sus foros de Sao Paulo y de Puebla. Venezuela ha perdido su independencia bien ganada en los campos de batalla para ser reducida a una colonia controlada por los hermanos Castro.

Maduro el elegido de Raúl Castro

El capítulo postrero de esta historia de control foráneo lo representa Nicolás Maduro, el sucesor de Hugo Chávez a quien la supuesta milagrosa medicina cubana no salvo de la muerte. Chávez murió en La Habana y en esa escena mortuoria se fue tallando la figura del tutelado desde entonces. Ese no es otro que Maduro, el seleccionado por Raúl Castro para asegurarse del control absoluto y de esa manera profundizar la presencia castrista en territorio nacional, manejando, prácticamente, todos los asuntos nacionales, incluida la supervisión de las guarniciones militares. 

Esa es la responsabilidad que tenemos ahora los venezolanos leales a la patria, hoy herida por semejantes traidores. Recuperar la soberanía hoy menguada por semejante invasión consentida. Lo lograremos una vez que Edmundo Gonzalez Urrutia asumo la presidencia de la República para la que fue electo. 

Antonio Ledezma @Alacldeledezma

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
Scroll to Top
Scroll to Top