Vía Iran Wire

En junio, la insólita historia de un avión que quedó en tierra en Argentina luego de un vuelo encubierto sobre el espacio aéreo del país con el transpondedor apagado fue noticia en todo el mundo. 

El Departamento de Justicia de EE. UU. ahora busca confiscar el avión, que fue vendido anteriormente por Mahan Air de Irán a Emtrasur de Venezuela, y volaba con una tripulación mixta iraní-venezolana. 

El FBI ha identificado a dos empresas españolas como involucradas en el asunto, Zorex SA y Alcux Air Spain. Zorex SA parece ser una empresa fantasma cuyas oficinas en la calle Madrid 2, en Colmenar Viejo, un pequeño pueblo a 40 kilómetros de la capital española, dejaron de operar el año pasado. Los números de contacto y las direcciones físicas en el sitio web de Zorex no llevan a ninguna parte. 

Alcux Air Spain está registrada en un edificio a las afueras de Barcelona. Pero estas oficinas también carecen de un número de teléfono, detalles de contacto o un sitio web. Los esfuerzos de IranWire para localizar a un solo representante o empleado de la empresa, o para localizar un número de trabajo, fueron infructuosos.

El juez argentino Federico Villena ahora está investigando a estas dos entidades debido a tratos anteriores con Emtrasur. Alcux, al parecer, pagó a Emtrasur unos US$600.000 para transportar carga de México a Argentina. La fecha de pago coincide con el momento en que aterrizó el avión venezolano-iraní en el aeropuerto argentino. Zorex SA, está involucrada a través de una supuesta subsidiaria en los Estados Unidos, habiendo recibido al mismo tiempo US$780.000 vía transferencia bancaria de Emtrasur.

Ambas operaciones financieras hicieron saltar las alarmas en el FBI, que junto con sus homólogos argentinos realiza una investigación abierta sobre la trayectoria del avión. La hipótesis de trabajo de Villena es que la filial estadounidense de Zorex prestó su cuenta bancaria a los venezolanos para evitar sanciones financieras mientras traía mercancías aún no establecidas a Argentina. 

La empresa venezolana Conviasa, que administra Emtrasur, está sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EE.UU.

Finalmente, a principios de este mes, la investigación argentina identificó a un hombre llamado Juan Manuel Bataller como administrador de Alcux. Como coincidencia, él también era un apoderado de la otra compañía, Zorex SA Bataller fue citado a declarar a través de un enlace de video desde España ante los tribunales argentinos e insistió en que los pagos estaban vinculados a la administración básica de la aerolínea. 

Aún así Bataller, que lleva dos condenas de los juzgados de lo mercantil de Barcelona y una declaración de concurso, no pudo justificar el uso de las cuentas bancarias de Zorex por parte de Emtrasur.

Estado actual del avión iraní-venezolano

La aeronave Boeing 747-3B3(M) perteneciente oficialmente a Emtrasur, matrícula YV3531, continúa varada en el aeropuerto de Buenos Aires. A principios de agosto, la justicia argentina concedió permiso para salir del país a 12 de los 19 tripulantes, pero retuvo a cuatro de los iraníes -entre ellos Gholamreza Ghasemi , exmiembro del IRGC- y tres venezolanos.

El 16 de agosto, HispanTV, el canal en español de la Radiodifusión de la República Islámica de Irán, y Spanish Russia Today publicaron artículos destacando los comentarios de desaprobación del embajador argentino en Venezuela, Oscar Laborde. Laborde dijo que, a su juicio, la aeronave había sido “secuestrada” e insinuó que la justicia argentina actuaba únicamente a instancias de Washington. 

Russia Today también citó a Saeed Khatibzadeh, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, quien dijo que la retención del avión fue una «operación de propaganda» motivada por las políticas nucleares de Teherán. HispanTV, describiendo el avión como «secuestrado», citó además a Laborde: «Hay muchas partes interesadas que quieren que esto sea una pelea».

Los comentarios de Laborde fueron recibidos con críticas generalizadas incluso en la prensa argentina la semana pasada. En un aparente intento por mantener la calma, la vocera del gobierno, Gabriela Cerruti, lo calificó como “un excelente embajador que viene cumpliendo con su cometido desde hace muy poco tiempo”.

Pero agregó: “El avión es iraní. De hecho, es venezolano de origen iraní, comprado al gobierno de Irán”.