Por Victor Salmerón en Gerentesis
La moneda de Estados Unidos se mantiene en el trono de la economía global a falta de una alternativa real y no luce cercano un punto de inflexión, pero crecen las iniciativas para derrocarla.
La semana pasada el mandatario ruso Vladimir Putin inauguró la cumbre de los BRICS apuntando sobre el dólar, la moneda que reina en la economía global y le otorga a Estados Unidos el poder de sancionar a otros países: “Nosotros no nos negamos, no luchamos contra el dólar. Pero si no nos permiten trabajar con él, ¿qué tenemos que hacer entonces? Nosotros en ese caso nos vemos obligados a buscar otras alternativas”.
El comercio global funciona con bancos que se transfieren dinero entre sí y en su mayoría se trata de dólares que fluyen a través del Swift, un sistema que vincula las cuentas bancarias de forma segura. Además, esta arquitectura financiera cuenta con el servicio de liquidación de pagos interbancarios conocido como Chips por sus siglas en inglés.
Tras la invasión a Ucrania en 2022 Washington desterró a Rusia del sistema, como ya lo había hecho con Irán y Corea del Norte e incluso congeló sus reservas en dólares.
Si bien Putin destacó el impacto de las sanciones como principal motivación para la búsqueda de alternativas, es claro que para los BRICS, la alianza formada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica y a la que luego se sumaron Emiratos Árabes Unidos, Irán, Egipto y Etiopía, la creación del mundo multipolar al que aspiran pasa por dinamitar la hegemonía del dólar.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien participó en la cumbre a través de una videoconferencia, afirmó que “ahora es el momento de avanzar en la creación de medios alternativos de pago para las transacciones entre nuestros países. No se trata de sustituir nuestras monedas, pero debemos trabajar para que el orden multipolar al que aspiramos se refleje en el sistema financiero internacional”.
En febrero de 2023 el Ministerio de Asuntos Exteriores de China publicó un documento donde afirmó que a través del dólar Washington “coacciona a otros países para que sirvan a la estrategia política y económica de Estados Unidos” y añadió que “la hegemonía del dólar estadounidense es la principal fuente de inestabilidad e incertidumbre en la economía mundial”.
Tras las incorporaciones los BRICS+, como se conoce a todo el grupo, cuenta con países que representan 43% de la población del planeta y el 28% del PIB mundial.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial el dólar, que ya había derruido el poder de la libra esterlina, se afianzó como la referencia internacional y el resto de los países vinculó a ella sus propias monedas.
Datos del Fondo Monetario Internacional indican que al cierre del primer semestre de este año 58% de las reservas que atesoran los bancos centrales para respaldar sus monedas, cubrir importaciones o enfrentar turbulencias están en dólares; el euro participa con 20% y el yuan de China con 2%.
Las empresas y la mayoría de los gobiernos se endeudan en dólares porque los prestamistas usan a la moneda de Estados Unidos como escudo contra el riesgo cambiario; 64% de la deuda emitida en el mundo está denominada en dólares. Además 58% de los pagos internacionales, excluyendo la eurozona, se realiza con billetes verdinegros.
BRICS Bridge
Para socavar al dólar y crear un sistema inmune a las sanciones de Estados Unidos, Putin propuso en la cumbre de los BRICS, celebrada en la ciudad rusa de Kazán, un nuevo mecanismo de pagos conocido como BRICS Bridge destinado a sustituir el Swift.
El sistema, soportado en la tecnología de la cadena de bloques, permitiría a los países realizar pagos fuera de sus fronteras mediante plataformas digitales administradas por sus bancos centrales.
Yaroslav Lissovolik, fundador del centro de investigación BRICS+ Analytics, explicó a Reuters que la creación del sistema es factible pero llevaría tiempo.
«Tras la significativa ampliación del número de miembros de los BRICS la consecución de un consenso es posiblemente más difícil», afirmó.
Esperando a Pekín
Lograr una significativa reducción del uso del dólar en el comercio global y en las transacciones financieras no luce como algo factible en el corto plazo. China, la potencia emergente, está lejos de contar con una moneda capaz de sustituirlo.
En 2010 el gobierno chino puso en marcha una estrategia para “internacionalizar” su moneda y las empresas chinas emitieron deuda en yuanes en Hong Kong y otros mercados financieros.
Además, en 2015 Pekín desarrolló el Sistema de Pago Interbancario Transfronterizo (CIPS por sus siglas en inglés) que integra los sistemas de mensajería y pagos permitiendo eludir al Swift, Chips y también al dólar.
No obstante el uso del yuan como moneda de reserva o en los pagos que soportan la economía global es limitado y principalmente ha aumentado en el comercio en el que China está directamente involucrada.
El gobierno chino mantiene controles de capitales para gestionar su tipo de cambio lo que dificulta la salida del dinero del país, a lo que se añaden las señales de un mayor autoritarismo que no ayuda a que los bancos centrales y los inversionistas extranjeros aumenten su confianza en los activos denominados en yuanes.
El yuan bien podría seguir la senda del euro que en su momento pareció representar una amenaza para el dólar. La zona euro tenía un peso en términos de su economía similar al de Estados Unidos e instituciones creíbles, pero la crisis de 2009 desnudó la falta de reformas y la debilidad política de la unión.
La consecuencia es que la participación del euro como moneda de reserva, que había alcanzado 28%, comenzó a reducirse y se estancó.
Petróleo, tecnología y yuan
Donde avanza un lento proceso de desdolarización, alentado por las sanciones que ha impuesto Estados Unidos a Rusia, es en el mercado energético.
Los barriles de petróleo ruso se están vendiendo en buena parte en monedas de los compradores. Además, India, China y Turquía están a la búsqueda de alternativas que no involucran al dólar.
“La mayor parte del petróleo sigue vendiéndose en dólares. Pero ahora que Rusia, el segundo exportador mundial, vende sus exportaciones en las monedas de sus clientes, otros productores podrían seguir su ejemplo”, explicó en un informe Natasha Kaneva, analista de materias primas de JP Morgan.
Además Rusia ha logrado amortiguar el impacto del destierro del sistema Swift creando una red de pagos, costosa y menos eficiente pero capaz de facilitarle operaciones económicas y financieras al margen del dólar.
Gracias a las nuevas tecnologías los sistemas de pago están evolucionando velozmente y facilitan las transacciones en la economía internacional sin la participación de la infraestructura financiera que gira alrededor de la moneda de Estados Unidos.
Una muestra es el proyecto mBridge, una plataforma desarrollada por el Banco de Pagos Internacionales y los bancos centrales de China, Hong Kong, Tailandia, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita que permite transacciones que no involucran al dólar.
Al mismo tiempo China está implementando esquemas para una desdolarización progresiva en sus relaciones económicas. Como muestra de su rol de potencia emergente Pekín se convirtió en el principal socio comercial de alrededor de 120 países y en el primer trimestre de 2023 logró que alrededor de 23% de su comercio de mercancías se realizara en yuanes.
La señal del oro
Otra pieza del rompecabezas es que los bancos centrales están incrementando sus posiciones en oro para diversificar sus reservas y por ende disminuir su dependencia del sistema centrado en el dólar.
De acuerdo con JP Morgan, los bancos centrales compraron en términos netos 1.136 toneladas netas de oro en 2022, la mayor demanda anual en términos históricos y otras 1.037 toneladas en 2023.
En lo que va de año el precio del oro ha seguido en ascenso impulsado en parte por nuevas compras de los bancos centrales, algo que analistas interpretan como un movimiento defensivo ante la posibilidad de sanciones que congele sus reservas en dólares.
No obstante Jared Cohen, presidente de asuntos globales de Goldman Sachs, advierte en un análisis que “el oro proporciona cierto grado de diversificación y aislamiento de las sanciones, pero no es una alternativa para el dólar. Los rendimientos reales son menos predecibles, conlleva importantes costos de transporte y almacenamiento, y la funcionalidad como medio de intercambio para la liquidación comercial es baja”.
Enemigo interno
A pesar de los intentos para depender menos del dólar y crear una red alterna a los sistemas de pagos controlados por Estados Unidos, la economía global está lejos de un punto de inflexión.
La economía de Estados Unidos sigue siendo la más grande del mundo, con los mercados de capital más profundos y las instituciones financieras más confiables, lo que hace que el dólar siga teniendo una gran fortaleza como unidad de cuenta, medio de intercambio y reserva de valor.
¿Pero se mantendrán los factores que respaldan el dominio del dólar? En su trabajo Dollar Dominance Is Here to Stay for the Foreseeable Future–The Real Issue for the Global Economy Is How and Why Steven Kamin y Mark Sobel plantean que para ello es vital que Estados Unidos aplique políticas macroeconómicas sólidas, evite el abuso unilateral de las sanciones y mantenga la confianza en que puede seguir cumpliendo un rol estelar en el sistema financiero internacional.
“Estados Unidos es, en última instancia, la mayor amenaza para el dominio mundial del dólar. El dominio del dólar no es un medio en sí mismo. Es más bien un recordatorio de la necesidad de aplicar políticas sólidas, comportarse de forma responsable en casa y mantener la confianza del mundo”, afirman.