Este domingo 24 de diciembre, una nueva caravana compuesta por más de 10.000 migrantes, según estima la agencia de noticias EFE, partió desde la frontera sur de México.
Los migrantes, de al menos 24 nacionalidades, salieron desde Tapachula, ciudad del estado de Chiapas y que limita con Guatemala. La primera parada es Álvaro Obregón, donde pasarán una compleja Navidad entre penurias y carencias.
“Realmente la opción es caminar, me apoyo en la caravana, porque es donde nos sentimos más seguros con hermanos latinos que estamos saliendo con un nuevo sueño, con una esperanza de vida”, afirmó a EFE Jesús Silva, de nacionalidad venezolana.
La caravana de este domingo se trata de un grupo compuesto, en su gran mayoría, por familias completas, muchas de ellas con niños.
En diálogo con la agencia de noticias EFE, la delegada de Protección Civil, Julissa Esther Briones Magaña, recomendó a la población migrante que salvaguarde su salud y la de sus hijos. Además, pidió precaución a los conductores que vayan a movilizarse por la ruta por la que avanza la caravana.
Las de hoy no son imágenes nuevas. Este año estuvo marcado por las masivas caravanas que buscaron cruzar Centroamérica y México, muchas veces para llegar a Estados Unidos.
Sin embargo, según aseguró Luis Rey García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana (CDH), esta podría ser la más grande de este año e incluso podría superar las 15.000 personas.
“Hoy caminamos los más pobres de los más pobres de los que estamos en la cúspide de la necesidad, los que no tenemos dinero para pagar visas o polleros”, dijo Villagrán.
La caravana se embarcó en su viaje al norte del continente pocos días antes de la visita de una delegación de alto nivel de Estados Unidos a México, que busca abordar el creciente flujo migratorio en la región. A la reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, prevista para el miércoles, asistirán el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken; el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y a la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall.
Sin documentos y lejos de la regularización
Muchos de los migrantes que componen la caravana se unieron al grupo tras largos periodos de espera en Tapachula, en donde solicitaron permisos de asilo que nunca llegaron.
“Llevamos tres o cuatro meses esperando aquí sin respuesta”, dijo Cristian Rivera, de Honduras, para AP. Y agregó: “Ojalá con esta marcha haya un cambio y podamos obtener el permiso que necesitamos para dirigirnos al norte”.
Una situación similar vive José Wilmer Fernández Caballero, de la misma nacionalidad, que aseguró que el permiso que consiguió en Tapachula no ha regularizado su situación. Según afirma, el documento no ha sido considerado válido por las autoridades migratorias.
“De nada sirvió estar tanto tiempo en Tapachula, tiempo perdido, siempre me bajan y me regresan, aquí llevamos la resolución positiva, pero siempre me bajan de la combi (autobús) y me dicen que no vale nada”, afirmó para EFE.
La situación de estos migrantes es compartida por miles más. Este año, según cifras de ACNUR, hasta el 30 de noviembre, un total de 136.934 personas solicitaron asilo en México. Tapachula recibió cerca de la mitad.
Las nuevas medidas migratorias de López Obrador
El viernes, el presidente López Obrador anunció planes para reducir el flujo migratorio luego de una conversación con su homólogo estadounidense Joe Biden. Además, anunció que colaborará con Washington para controlar los puntos críticos en la frontera.
En una conferencia, confirmó la cooperación con Washington para fortalecer el control fronterizo en el sur de México.
Sin embargo, el presidente enfatizó que no se trata solo de «contención» sino de abordar integralmente el fenómeno migratorio. En este sentido, el mandatario recalcó que el énfasis no solo debe estar puesto en la seguridad, sino que se deben tener en cuenta incluso las condiciones de los países de origen. Al respecto, dijo que se deben «destrabar conflictos políticos» en varias naciones de América Latina para que las personas no se vean obligadas a migrar.
Queda por ver si la reunión con la delegación estadounidense deriva en medidas con un enfoque diferencial a las aplicadas durante este año en México.
Unas que no han sido del todo eficaces y que son evidenciadas en cifras como esta: en lo que va de año, México ha detectado más de 680.000 migrantes viviendo irregularmente en el país.
EFE, AFP