Por morfema.press

Los miembros del gabinete ejecutivo del presidente Carlos Andrés Pérez en su segunda presidencia, rinden homenaje de reconocimiento, afecto y admiración al líder que se propuso la reconstrucción de Venezuela.

A continuación el comunicado:

Esta colosal meta la asumió con el propósito de lograr un país fundado en la libertad, con bases firmes en su productividad, incorporación ventajosa a la economía internacional, transformación profunda del Estado, promoción de la inclusión social y la expansión de una clase media vigorosa como cimiento de una democracia eficiente. Quienes firmamos, participamos junto a él en la formulación y ejecución de lo que aspiró a ser el gran cambio político, económico y social del fin del siglo XX venezolano. Manifestamos nuestro orgullo por haber trabajado bajo su conducción.

El presidente Carlos Andrés Pérez formó parte del liderazgo democrático del país que inició su forja en la lucha contra la tiranía del general Juan Vicente Gómez. Fue de quienes contribuyó de manera determinante a la instauración del sistema democrático en una Venezuela amenazada por la regresión dictatorial y la insurrección armada. Fue actor principalísimo de un país que se hizo cada vez más democrático. Su grandeza fue comprender que el cambio tenía que venir; que los logros del pasado no podían servir de barrera para el viraje que debía producirse.

Profundamente convencido de su misión, dispuso todo lo que significaba como dirigente, ex presidente, figura relevante de la región, para ese cambio profundo. El propósito fue lograr una sociedad ampliamente democrática, equilibrada, justa e inclusiva. Hoy la mayoría de los venezolanos así se lo reconoce.

Escogió un equipo balanceado; conformado por profesionales de las nuevas generaciones, al lado de experimentados dirigentes de los principales sectores de la sociedad, y líderes fundamentales de su partido, Acción Democrática. Su norte fue que predominara la competencia intelectual y profesional para enfrentar los desafíos que tenía el país y que su compromiso exigía. Los ministros podemos dar testimonio de su apoyo invariable a nuestra labor. Empleó su extraordinaria influencia política para abrirnos caminos en nuestra gestión cotidiana; le respondimos con trabajo, honradez y eficiencia.

Se propuso la apertura de la economía para desarrollar plenamente el potencial productivo del país y para que las empresas se integraran a los mercados internacionales en condiciones de competitividad. Abrió las compuertas para la participación de la inversión extranjera, en el marco del respeto a la propiedad privada, la vigencia de los contratos y el imperio del estado de derecho. Tuvo una visión audaz sobre el papel del petróleo para Venezuela como industria global, mediante alianzas estratégicas y con vigoroso incremento de la producción. Después del ajuste de 1989, la economía comenzó a crecer de manera vigorosa hasta lograr la sorprendente cifra de 9.7% en el año 1991.

Planteó el impulso a la reforma del estado, lo que llevó, en el primer año de su gobierno, al inicio de la descentralización con la elección de gobernadores y alcaldes por primera vez en la historia del país. Impulsó las reformas de la administración pública, del poder judicial, de la educación, la salud y la cultura, y se lograron mecanismos inéditos de participación ciudadana.

El propósito que lo guio fue lograr una sociedad equilibrada, con vocación de progreso y modernización, lo cual requirió que la maltratada clase media de la década perdida en la América Latina de los años 80, se recuperara y, más aún, se ampliara como condición para un país estable y pujante. El presidente Carlos Andrés Pérez luchó con firmeza para el logro de una vida plena para los venezolanos pobres y particularmente para los niños y sus madres; lideró programas sociales fundamentales, como la Beca Alimentaria, el Programa de Atención Materno Infantil a la madre embarazada y al niño lactante, y el Programa de Hogares de Cuidado Diario. Se adelantó a lo que hoy es prioridad de los programas de salud y educación de los gobiernos en los países desarrollados. Los programas sociales que impulsó se convirtieron en ejemplo para la región latinoamericana.

La labor educativa y cultural de su gobierno fue formidable, expresado en la continuidad del programa de becas Gran Mariscal de Ayacucho, y el programa de las Orquestas infantiles y juveniles desarrollados con enorme éxito e iniciados en su primer gobierno. Ambas iniciativas representaron un salto educativo y cultural y han sido replicadas por más de 50 países.

Enfrentó con valentía las asechanzas que desde el inicio de su gobierno aparecieron, como expresión de la resistencia a los cambios por parte de los intereses establecidos históricamente. Derrotó con decisión las conspiraciones militares. Sin embargo, la revancha de las élites avanzó, tal vez porque ni él ni nosotros advertimos con claridad que pudiera haber venezolanos de significación que prefirieran el abismo al éxito del gobierno, que habría sido el del país.

Salió de la presidencia como producto de una vasta conspiración de una porción significativa de las élites económicas, empresariales, políticas y sociales. Fue un salto al vacío que significó no solo la pérdida de un rumbo promisor, sino el de la democracia y de la libertad. No lo derrocaron por sus errores sino por sus aciertos.

Hoy, a 100 años del nacimiento del presidente Carlos Andrés Pérez, los miembros de su gabinete rendimos homenaje a una figura que confió en nosotros, que le abrió las puertas a una Venezuela vigorosa, y que se reivindica con el paso del tiempo para convertirse en emblema insigne de un país que se propuso un cambio profundo. Fue un líder visionario e incansable; sorteó obstáculos, abrió el camino trazado, amplió alianzas, ajustó su propuesta para hacer viable las transformaciones con las cuales se había comprometido.

En el país libre y democrático que vendrá, el recuerdo del presidente Carlos Andrés Pérez será aliciente para el esfuerzo de construir la nación desde sus fundamentos básicos. Nos sentimos honrados de haberlo acompañado en el itinerario riesgoso aunque truncado que se propuso. También, con generosidad, nos abrió camino como protagonistas de la tarea que lideró y como testigos para siempre de su espíritu valiente y transformador.

Honor al presidente Carlos Andrés Pérez