Vía Telefónica
Mayor bienestar y seguridad. La conectividad abre nuevas formas de disfrutar en casa y de controlar el consumo energético de las viviendas sin renunciar al confort.
La casa domótica es ya una tendencia que va a seguir creciendo en los próximos años. Los hogares dan el salto a la red con el Internet de las Cosas, IoT, para convertirse en espacios inteligentes y eficientes.
¿Qué es la domótica?
La domótica es un conjunto de tecnologías y sistemas que permiten automatizar las funciones de una vivienda. Debido a que el desarrollo de la conectividad y del IoT permite una automatización cada vez más sofisticada, lo que hace que la casa domótica vaya un paso más allá y llegue a ser una Smart Home.
Lo que hace décadas se consideraba como la casa del futuro, ahora, la realidad es la casa conectada. Y esto es gracias a la transformación digital que se está viviendo en todos los ámbitos productivos y sociales. Algo que se puede aplicar también a la gestión automatizada de los consumos en un edificio, Smart Building, y que se hable de la inmótica, o de la automatización del sector industrial.
La relación entre IoT y domótica
El crecimiento de las TIC en los últimos años ha propiciado una transformación digital sin precedentes, especialmente impulsada por la crisis sanitaria del coronavirus. Entre las mayores innovaciones destaca la implementación de la red 5G, que da soporte a otras tecnologías como el IoT. Ambas son necesarias para conectar miles de sensores y dispositivos a la red para analizar los datos que arrojan y gestionar y automatizar sus funciones a través de una plataforma.
La domótica va más allá de la mejora de la seguridad en el hogar y utiliza la transformación de todo tipo de aparatos “no conectados” en dispositivos conectados a internet, con el objetivo de facilitar la vida a las personas. Precisamente la seguridad es uno de los ámbitos que más ha explotado esta capacidad de la tecnología en el espacio doméstico. Su aplicación en los espacios domésticos y privados, ha supuesto uno de los mayores beneficios que ha aportado esa digitalización de los dispositivos. Los sistemas de seguridad de particulares ya se conectan a la red para que los usuarios puedan ver desde su Smartphone qué sucede en sus hogares, y actuar en caso de necesidad.
Casa domótica y control del gasto energético
Durante los próximos 35 años, el consumo de energía se duplicará según indica la el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, IDAE. Este aumento en el consumo, junto con otros factores como el cambio climático o las diferentes crisis geopolíticas, pueden provocar desequilibrios entre el suministro y consumo de energía. Por lo tanto, el control de esta partida de gastos ha pasado a ser primordial para las familias, hasta tal punto que ha llegado a modificar algunos hábitos en los hogares.
La implantación de herramientas digitales para reinventar las viviendas y diseñar casas inteligentes que ayuden a optimizar el uso de la energía consumida, permitiendo una gestión responsable que impulse el ahorro sin perder confort ni bienestar. Y la domótica se posiciona como una de las soluciones más efectivas para los consumidores. El motivo es que las herramientas tecnologías de control y automatización inteligente permiten alcanzar un ahorro del 30% de media en el consumo energético de una vivienda, según datos de la Asociación Española de Domótica, CEDOM.
Iluminación, climatización o incluso ocio. Existen opciones sencillas para pasar de una vivienda analógica a una casa domótica e inteligente, que optimizan el uso de la energía en el hogar con la instalación de sensores o cámaras. Por ejemplo, el uso de bombillas inteligentes que se conectan a través de la WiFi doméstica. El encendido y apagado automático o controlado a través del Smartphone también puede ser utilizado como medida disuasoria cuando la casa se queda vacía durante cortos períodos de tiempo.
La instalación de termostatos inteligentes permite regular la temperatura por zonas y de manera independiente, según los usos de cada estancia, y en función de las horas e incluso de la climatología exterior, realizando un consumo personalizado en función de las necesidades y situación ambiental.
De igual forma, los enchufes inteligentes ayudan a convertir un electrodoméstico tradicional en uno “Smart” lo que facilita que no sea necesario tener que cambiar todos dispositivos y aparatos electrónicos por otros nuevos. Estos enchufes, controlan los consumos y avisan de un posible mal funcionamiento de cualquier aparato.
El crecimiento del hogar inteligente, una tendencia global
En España se prevé que el mercado de las soluciones inteligentes crezca un 300% hasta 2024. Un sector que está liderado por Estados Unidos, aunque Europa se sitúa cerca de esos niveles. En concreto, el 40% de los hogares españoles cuenta ya con algún dispositivo conectado, y el 60% de las viviendas de nueva construcción están diseñadas para ser inteligentes. Así, según un estudio llevado a cabo por la consultora de tecnología Jabil, se estima un crecimiento anual a nivel mundial por encima del 11% durante los próximos años, hasta 2025.
Estas cifras de crecimiento muestran una tendencia real basada en la facilidad de transformación de la vivienda “analógica” en una casa domótica, que requiere de una instalación con muy pocas complicaciones, gracias a la incorporación de redes inalámbricas en el hogar.
Incluso la transformación de una vivienda en una casa domótica puede hacerse por partes, evitando realizar grandes inversiones. Conectando los distintos dispositivos a asistentes de voz, a sensores e incluso por gestos. Soluciones todas ellas pensadas para controlar el uso de energía y asegurar el confort.