La cerveza, refrescante néctar espumoso para disfrutar y unir a los semejantes. Es una bebida alcohólica, no destilada, de sabor amargo, que se fabrica con granos de cebada germinados u otros cereales cuyo almidón se fermenta en agua con levadura y se aromatiza a menudo con lúpulo, entre otras plantas.

Por: Marca. Tropicalizado por Morfema Press con información de Wikipedia

Es la bebida alcohólica más consumida del mundo, y una de las bebidas más consumidas, solo por detrás del agua, el té y el café. De ella se conocen varios tipos con una amplia gama de matices, debidos a las diferentes formas de elaboración y a los ingredientes utilizados.

Generalmente presenta un color ambarino con tonos que van del amarillo oro al negro pasando por los marrones rojizos. Gaseosa, contiene CO2 disuelto en saturación que se manifiesta en forma de burbujas a la presión ambiente y suele estar coronada de una espuma más o menos persistente.

Su aspecto puede ser cristalino o turbio. Su graduación alcohólica puede alcanzar hasta cerca de los 20 % vol., aunque comúnmente se encuentra entre los 4 % y los 6 % vol.

La cerveza y cómo debe tomarse

IMPORTANTE: En principio, la moderación, una buena hidratación y nunca, nunca, tomar el volante después de consumirla, son las principales reglas a seguir antes de sentarte a disfrutar de la cerveza.

Siempre servida, olvídate de darle a «pico e´botella», ni directamente de la lata como si se tratara de una Frescolita. La cerveza tiene una amplia gama de aromas, sabores y tacto en el paladar que se pierden si no la servimos en un vaso. Se pierde parte de la experiencia organoléptica y, como pasa con el vino, necesita oxigenarse.

Ni mucha, ni poca… pero con espuma. Debes colocar el recipiente en 45 grados y servirla con cuidado, sin meter el pico de la botella en el vaso. Una vez que se hayan llenado tres cuartas partes, colocas la copa en vertical y vuelcas lo que quede a una mayor altura para que se forme la espuma. Tiene su función: proteger el líquido de la oxidación.

Ni tan «novia», ni tan «playera». La regla resumida afirma que cuanto más oscura y más alcohol, mayor temperatura. Así, la rubia debe beberse entre cinco y ocho grados y la negra a unos ocho o 12 grados a pesar de que la hayas preferido a punto de congelación o no te importe tomarla medio «sopa».

Un vaso recién fregado a mano a temperatura ambiente. A pesar de que mucho disfrutes de tener las jarras preparadas en el congelador, se corre el riesgo de que servida ahí, la cerveza se escarche y se ponga aguada por el frío del recipiente. Es conveniente lavar el vaso, copa o jarra a mano antes de verter el «preciado líquido». La cerveza se deslizará mejor y no perderá fuerza.

¿Separarla de la fritanga? Al parecer, maridar una cervecita con alimentos grasos, como los frituras, hace que el sabor se enmascare. Pero claro, renunciar al chicharrón, unas papas fritas, una parrilla o a cualquier otro pasapalito no es fácil y no somos quién para decirte con qué acompañarla.

¿Y dónde tomarte tu cerveza?

Aquí ya empieza lo complicado. Aunque lo ideal es tener diferentes tipos de vasos según la cerveza que vayas a beber, en caso de duda usar siempre una copa estándar, como la del vino blanco. Sin embargo, los amigos de Marca, cuya nota original ha sido escrita en venezolano para ti, han hecho un excelente listado de los vasos cerveceros para cada tipo.

VASO PILSEN
Es bastante versátil y en él puedes beber diferentes tipos de cervezas ligeras y suaves., como las lager y las pilsener. Mantienen el sabor y el aroma del lúpulo.

VASO DE TUBO
Estos vasos facilitan la formación de espuma, potencian la malta y el lúpulo y concentran el sabor. También es apto para lagers como las anteriores, aunque hay quienes rechazan este gran clásico de los bares españoles, que la verdad es que cada vez se lleva menos a favor del vasopilsner, algo más abierto.

VASO DE PINTA
Hay varios tipos de vasos de pinta, aunque el estadounidense es el más común para las cervecerías craft. De forma cilíndrica y simple, se va ensanchando a medida que sube. También es uno de los vasos icónicos de los pubs ingleses, ya favorece que se forme la espuma espesa y consistente (mientras provoca el efecto contrario en las de espuma más ligera). Es parecido al de la americana, pero con un ligero labio cerca de la superior y algo más de capacidad. Es el más conocido entre los cerveceros y la verdad es que resulta muy cómo de usar y lavar.

VASO WEIZEN
Weizen significa trigo en alemán, así que aquí no hay mucho misterio: bienvenidas cervezas de trigo. Se disfruta del color, cuenta con un avellanado en la parte superior para controlar la abundante espuma de esta cerveza y la capacidad varía un poco en función del país. Este pack de seis es de 330 cl. El fabricante recomienda enjuagar el vaso en agua fría para evitar un posible choque térmico entre la cerveza y el cristal.

COPA TULIPA
Con un diseño que nos recuerda al de un tulipán, este tipo de copa es perfecta para cervezas con cuerpo y matices más potentes. Para variedades de cerveza como Strong Lager, Bock, Dopplebock, Especiales Belgas o Doble IPA, es un poco todoterreno, salvo para las de trigo.

JARRA
Las jarras, las reinas de los bares, casi o más que las pintas. La espuma se va rápido, ayudan a mantener la cerveza fría y son el vaso estrella de cervezas alemanas tipo lager como las del famoso Oktoberfest.

COPA TEKU, PARA TODAS LAS CERVEZAS
Esta copa es la universal para la cata y degustación de cerveza. Tiene un tallo fino y alto para no alterar la temperatura, como en el caso del vino. Se abre más que la clásica tulipa y permite captar los matices de las diferentes variedades de cerveza y su espuma.

COPA SNIFTER
Se solía usar solo para destilados como el brandy, pero también ha irrumpido en el mundo de la cerveza, sobre todo para las más aromáticas y complejas. Facilita la formación de espuma y su persistencia.