Vía Gaceta
El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, ha celebrado este viernes los «25 años de revolución bolivariana», reivindicando el legado del difunto Hugo Chávez un cuarto de siglo después de que llegase al poder: «¡Viva Chávez, Viva la Revolución!».
El 2 de febrero de 1999, Chávez inició su primer mandato en Venezuela. Supuso, en opinión de Maduro, «democratización de la cultura, la educación, la salud, el deporte, el poder político», como ha destacado el actual mandatario en su cuenta de la red social X.
«Es una gran fuerza en todos los aspectos, con el liderazgo de nuestro comandante Chávez y el proyecto bolivariano iluminando el camino del pueblo venezolano que asumió la vanguardia para la transformación de la patria», ha dicho el principal heredero político del difunto presidente.
Sin embargo, la realidad de Venezuela cinco lustros después del arribo del chavismo al poder ha estado copada por la quiebra de la industria petrolera local, la destrucción del aparato económico doméstico, el deterioro de las condiciones de vida promedio de los habitantes del país, la persecución y encarcelamiento de la disidencia y el éxodo de cerca de ocho millones de venezolanos a distintas partes del mundo en los últimos años.
El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional publicado esta semana refiere que la nación caribeña es la más corrupta de todo el hemisferio occidental, ocupando además la posición 177 en un ranking mundial de corrupción que contempla a 180 países del mundo.