Vía El Líbero
¿Las fuerzas de gobierno lograrán superar el 38% del plebiscito? ¿La oposición se quedará con los tres quintos? Esos son algunos de los datos a los que hay que estar atentos para analizar quiénes fueron los triunfadores, entender el nuevo cuadro político que dejará esta elección y tener luces de cómo viene la situación para adelante.
Y llegó el día. En la elección de hoy domingo el país definirá a los 50 hombres y mujeres que escribirán la propuesta de nueva Constitución, la que será sometida a un plebiscito de salida el 17 de diciembre.
Pero esta elección no sólo determinará a los responsables de escribir el nuevo texto, sino que será una foto nítida del momento político de Chile. Hoy el gobierno del Presidente Gabriel Boric podría tener un envión anímico si las listas oficialistas logran un buen resultado, o bien, como vaticinan expertos y algunas encuestas, sufrir una derrota estrepitosa -la segunda tras la del 4-S– que lo dejaría herido y sin rumbo.
Para la oposición también será una jornada inquieta, pues acá se juega el poder tener un rol protagónico en la construcción de la nueva Constitución, algo que no tuvo en el proceso anterior. Además, se podría dar una eventual reconfiguración de las distintas fuerzas políticas que la componen.
En El Líbero conversamos con distintos expertos electorales y analista políticos para ver cuáles serán las claves de esta jornada.
Y al menos son cuatro los datos a los que hay que estar atentos esta noche para analizar quiénes fueron los triunfadores, entender el nuevo cuadro político que dejará esta elección y tener luces de cómo viene la situación para adelante.
¿Las fuerzas de gobierno lograrán superar el 38% del plebiscito?
Una de las principales cosas a las que estará atento sobre todo el gobierno es a la suma de votos de sus dos listas afines: Unidad para Chile (que reúne a Apruebo Dignidad y al Partido Socialista) y Todo por Chile (que representa al PPD, la DC y el Partido Radical).
Si estas logran sumar menos del 38% obtenido por la opción Apruebo en el plebiscito del 4 de septiembre, la derrota del gobierno será mayúscula. En cambio, cualquier guarismo superior a ese, aunque siga significando una derrota respecto del resultado que obtenga la oposición, podría ser razón suficiente para que el Ejecutivo al menos saque cuentas alegres y respire tranquilo sabiendo que su base de apoyo no se siguió desfondando.
Hace algunos días en El Líbero, el ex diputado y experto electoral, Pepe Auth, sostuvo que “es difícil que el gobierno supere el 38%” y que “lo lógico es que tienda a repetirse el resultado” del plebiscito.
Algunos sondeos distribuidos de forma privada esta semana, también dan cuenta de que el gobierno estaría muy lejos de superar ese 38%, que es su primera meta para esta noche.
¿La oposición se quedará con los tres quintos?
Pero si para el gobierno el “número mágico” es que sus coaliciones superen el 38% de la votación, para los partidos que componen la oposición el número mágico es alcanzar 30 de los 50 escaños en disputa. Con eso lograrían tener tres quintos de los miembros, lo que les permitiría tener el control del Consejo Constitucional.
Si se logra ese objetico -que para algunos analistas consultados es algo posible, pero que en ningún caso es algo que esté asegurado-, el desafío estará en cómo la oposición administrará ese triunfo al interior del órgano.
Si hay algo en lo que todos coinciden, es que si Chile Vamos y el Partido Republicano logran quedarse con los tres quintos del Consejo, en ningún caso pueden “pasar máquina” a la minoría, como hicieron con ellos en el primer proceso constitucional.
“Yo espero que el síndrome Stingo no se repita. Eso de ‘nosotros somos los ganadores de la elección, a ustedes les corresponde escuchar y someterse a nuestros designios’, ya que eso condujo al fracaso a la Convención”, señala Pepe Auth.
Coincide el ex timonel de la DC y ex convencional, Fuad Chahín: “Si la derecha tiene una representación mayoritaria, incluso si llega a los tres quintos, lo que no puede hacer es actuar de la misma manera que lo hicieron las fuerzas de izquierda en la Convención”.
¿Habrá una reconfiguración de fuerzas en la derecha?
La elección de hoy también puede dar cuenta de otro fenómeno: el crecimiento del Partido Republicano.
En la elección de mayo de 2021 para elegir convencionales en el proceso anterior, la tienda creada por José Antonio Kast fue en la misma lista de Chile Vamos y logró escoger un puñado de convencionales afines, como Martín Arrau, Ruth Hurtado, Teresa Marinovic y Rocío Cantuarias.
En la posterior elección senatorial de noviembre de 2021, el único representante del Partido Republicano que logró quedarse con un escaño fue Rojo Edwards en la Región Metropolitana.
Para la elección de hoy, que replica los mismos escaños y las mismas circunscripciones del Senado, los pronósticos que algunos han dado son que el Partido Republicano superaría los 10 escaños.
Según el vaticinio de Auth, publicado por el experto electoral antes de la veda de encuestas, el partido debiera elegir entre 10 y 11 consejeros y se transformaría en el partido político con más votación del país.
Otros sondeos privados que circulan en la oposición señalan que la tienda podría estar más cerca de los 20 escaños, superando incluso a la lista de Chile Vamos que aglutina a la UDI, RN y Evópoli.
Para el doctor en Ciencias Políticas y director de Tres Quintos, Kenneth Bunker, ese último escenario es poco factible.
“Me parece que lo más lógico sería que la lista de Chile Vamos llegara primero, porque son tres partidos, y el Partido Republicano es uno sólo. Pero igual les irá muy bien, recibiendo votos de mucha gente de la derecha tradicional y de personas que no son de derecha, pero que creen que las cosas están mal por la crisis de seguridad, la crisis económica, la crisis de migración ilegal, etc.”, señala a El Líbero.
Sostiene además que “un buen resultado de Republicanos le permite a José Antonio Kast, que no está ocupando ningún cargo de primera línea, mantenerse presente en el debate”.
¿A cuál de las dos almas del oficialismo le irá mejor en la elección?
Hay que remontarse a las elecciones de concejales de 2012 para llegar a la última vez que el Partido Socialista y el PPD fueron en listas separadas en unos comicios. Hoy esa situación se repetirá, pues el PS irá en la lista “oficial” del gobierno, que aglutina a los partidos del Frente Amplio y el Partido Comunista, mientras que el PPD irá con los aliados históricos de la ex Concertación (DC y PR) en la lista Todo por Chile.
Pero a pesar de ir separados en la papeleta, nadie duda de que el PS, el PPD y el PR -todos hoy parte del gobierno del Presidente Boric- forman una de las dos almas que habitan al interior de La Moneda: la más moderada.
Por eso para varios de los consultados, esta noche habrá que estar muy atentos a ver cómo le va a estos partidos oficialista respecto de la otra alma del gobierno, la más de izquierda, encarnada por el PC y el FA.
Si el PS logra ser la locomotora de la lista Unidad para Chile, y la lista Todo por Chile tiene una performance que le permita ocupar escaños en el Consejo Constitucional, el gobierno debiera seguir a futuro una ruta de mayor moderación, renunciando a las ideas más extremas de su programa, como ya lo ha venido haciendo desde la derrota del 4 de septiembre.
Pero si el Partido Socialista resulta siendo el vagón de cola de su lista y los otros partidos de la ex Concertación tienen un mal desempeño, Boric podría verse presionado por el FA y el PC, que buscan recuperar su influencia dentro de La Moneda para que el Mandatario no tire por la borda compromisos que ellos consideran claves del programa de gobierno, como la condonación a los deudores del CAE, entre otros.
“Lo razonable es que la coalición del Presidente llegue segunda, pero creo que eso está en cuestión. Con el PS adentro es capaz que lleguen, pero será interesante ver qué rol cumplió el PS en esa coalición, ver con cuántos votos aportó como invitado a esa fiesta”, señala Bunker.