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Trasladan sus activos a la ciudad-estado a través de un family office que requiere un desembolso de al menos 5 millones de dòlares en activos

Singapur se está convirtiendo en el refugio de cada vez más chinos que buscan un lugar seguro para su riqueza. Una tendencia que se inició con el estallido de las protestas de Hong Kong en 2019 y que repuntó el año pasado a raíz de la apuesta del Partido Comunista por una «prosperidad compartida».

Una nueva política que ha ido acompañada de estrictos controles de capital que limitan a 50.000 dólares en divisas al año la cantidad que los multimillonarios chinos pueden sacar del país asiático.

El rápido crecimiento económico de China ha acuñado más de 625 multimillonarios en las últimas décadas. Ante la nueva postura del gobierno del país asiático, muchos chinos están optando por abrir empresas con menores cantidades de capital, mientras que otros prefieren trasladar sus activos a la ciudad-estado a través de la estructura de un family office. Se trata de empresas privadas que gestionan las inversiones y el patrimonio de una familia empresarial.

En el caso de Singapur, la creación de una estructura de este tipo requiere un desembolso de al menos 5 millones de dólares en activos.

Desde marzo de 2021, la empresa de servicios contables Jenga ha visto como el número de consultas sobre la creación de un family office en Singapur se ha duplicado.

Según su fundadora, Iris Xu, a CNBC, la mayoría de ellas las han realizado multimillonarios chinos o emigrantes de ese país. Del total de consultas recibidas, alrededor de 50 han dado lugar a la apertura de un family office en la ciudad-estado, cada una con al menos 10 millones de dólares en activos.

No obstante, la política de «prosperidad compartida» no es la única que está motivando estos movimientos hacía este país.

A diferencia de China, que ha endurecido los requisitos para acceder a la residencia permanente, Singapur cuenta con un programa para inversores globales que permite su solicitud a aquellos adultos que inviertan al menos 1,8 millones de dólares en el país.

Otros atractivos

Asimismo, otro de los atractivos de Singapur es su proximidad a otras oportunidades de inversión en Asia. Ejemplo de ello son el fundador de Bridgewater, Ray Dalio, y el cofundador de Google, Sergey Brin, que han aprovechado la política fiscal de la ciudad-estado para abrir sus propios family office.

Aunque se desconoce la cifra exacta de family office que hay actualmente en Singapur, las empresas locales estiman que podría haber cientos más de los 400 que calculó la Junta de Desarrollo Económico del país en 2020.

El impacto de la invasión rusa a Ucrania

En cuanto al futuro de estas estructuras y las familias de multimillonarios chinos que hay detrás de ellas, puede verse afectado por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Es cierto que China ha optado por una postura neutral respecto al conflicto, pero Singapur no ha hecho lo mismo.

El estado ha congelado las cuentas bancarias locales en poder de las personas y entidades rusas sancionadas. Esto ha hecho que algunos clientes potenciales se echaran atrás en sus planes para abrir un family office en Singapur, según la fundadora de Jenga.

Otros expertos del sector sostienen que el número de consultas para abrir este tipo de estructuras en el país está creciendo a un ritmo similar al de 2021.

Pese a todo lo mencionado anteriormente, el incremento del interés de los multimillonarios chinos por Singapur no significa que haya destronado a Hong Kong como centro financiero.

La ciudad-estado debe ponerse al día en la prestación de servicios de gestión de patrimonio.

En la actualidad, Singapur estudia implantar una gama más amplia de impuestos sobre el patrimonio, incluyendo el impuesto sobre las ganancias de capital, los dividendos y el impuesto sobre el patrimonio neto de las personas físicas, según el ministro de Finanzas, Lawrence Wong, a la CNBC