Por morfema.press

En China, cientos de manifestantes protestaron en la entrada de la sucursal del banco central de la ciudad de Zhengzhou, luego de descubrir que no podían retirar su dinero, y de recibir informaciones que aseguraban que el director de la empresa matriz había huido y era buscado por delitos financieros.

Los manifestantes representan a miles de clientes que abrieron cuentas en seis bancos rurales de Henan y la vecina provincia de Anhui, que luego descubrieron que no podían tener acceso a sus fondos financieros.

Golpeados por la desaceleración económica del país, cuatro bancos de la provincia de Henan han congelado desde mediados de abril todas las retiradas de efectivo.

Los protestantes denunciaban la corrupción y la violencia de las autoridades de Henan, exponían pancartas al frente del edificio y coreaban consignas con mensajes como «devuelvan el dinero que tanto me costó ganar». Al mismo tiempo, solicitaban al gobierno central castigar al gobierno de Henan por no llevar a cabo una rápida acción para gestionar el caso.

La Comisión Reguladora de Banca y Aseguradoras de la provincia declaró anoche que se encuentra «investigando el estado financiero» de los bancos y que «elaboraría un plan de compensación pronto». Según cálculos de medios locales, hasta 400.000 clientes con un total de 40.000 millones de yuanes (5.960 millones de dólares) depositados en estos bancos podrían verse afectados.

En abril, un gran número de depositantes provocaron una corrida bancaria cuando intentaron retirar sus ahorros de cuatro bancos en Henan. Luego comenzaron a organizar manifestaciones para exigir la devolución de su dinero.

En junio, algunos manifestantes informaron que sus códigos personales de salud, que ahora son obligatorios para que casi todos los ciudadanos chinos accedan a lugares públicos, se pusieron rojos para indicar que eran positivos por coronavirus. Sospechaban que los funcionarios locales estaban detrás de la medida, en un intento de disuadirlos del reclamo.

Desde el inicio de la pandemia, los gobiernos locales chinos emiten estos códigos, que dan fe de que el usuario no ha pasado por una zona de riesgo de contagio ni ha tenido contacto con posibles infectados.

Lo sucedido con estos bancos del centro de China enciende un alerta sobre la especulación financiera relacionada con los precios inmobiliarios altísimos, una burbuja inmobiliaria de enormes proporciones y crecimiento explosivo de la deuda en el país.

Con información de agencias