Vía Insight Crime
El desenlace del juicio del exmilitar venezolano Cliver Alcalá en Estados Unidos constituye la primera sentencia contra un miembro de alto rango del denominado Cartel de los Soles, sentando un precedente para los futuros castigos legales que puedan enfrentar los líderes de esta organización.
A comienzos de abril, un juez del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, condenó a Alcalá a 21 años y 6 meses de prisión debido a una serie de beneficios que otorgó a las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Venezuela.
«Alcalá Cordones aprovechó su rol en el ejército venezolano, incluyendo su mando sobre miles de militares fuertemente armados, para brindar apoyo a las FARC mientras estas distribuían toneladas de cocaína con destino a Estados Unidos», reseñó el Departamento de Justicia en un comunicado de prensa una vez se conoció la sentencia.
El exmilitar, además, fue señalado de ser uno de los líderes principales del Cartel de los Soles, una red de militares de alto rango que prestaron sus servicios para que organizaciones narcotraficantes exportaran droga desde Venezuela sin mayores obstáculos. Autoridades estadounidenses llegaron a ofrecer hasta US$10 millones de recompensa por información sobre su paradero.
A pesar de estar acusado de narcotráfico, la defensa de Alcalá* llegó a un acuerdo previo con la fiscalía estadounidense para desestimar dichos cargos, según documentos judiciales del caso a los que InSight Crime tuvo acceso. En su lugar, la condena de 21 años solo consideró la asociación delictiva y suministro de armamento de alto calibre a comandantes de las extintas FARC.
La absolución de los cargos de tráfico de drogas impidió la imputación de una condena de 30 años de cárcel que inicialmente habían pedido los fiscales del caso.
Cliver Alcalá fue un general de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que ocupó importantes posiciones en el ejército durante la presidencia de Hugo Chávez. Sin embargo, Alcalá se convirtió en un adversario del gobierno de turno tras la llegada de Nicolás Maduro a la presidencia en 2013.
Su relación con la guerrilla colombiana se intensificó a mediados de 2006, durante la presidencia de Hugo Chávez, cuando Alcalá ocupaba un alto cargo dentro de las fuerzas armadas venezolanas.
Además de sus vínculos con las FARC, Alcalá también proporcionó protección al Cartel de la Guajira, una poderosa organización narcotraficante que operaba en Colombia y Venezuela.
El fallo judicial en contra del exmilitar venezolano se produjo cuatro años después de su entrega voluntaria a las autoridades de Colombia. Alcalá era buscado por las autoridades venezolanas por su presunta participación y coordinación de una operación militar fallida que buscó dar un golpe de Estado en contra del presidente Nicolás Maduro en el año 2020, conocida como «Operación Gedeón». Una vez capturado en suelo colombiano, Alcalá fue llevado hacia Estados Unidos.
La defensa del acusado presentó un recurso de apelación de su sentencia el 25 de abril. El equipo de InSight Crime se comunicó con la defensa de Alcalá para conocer su versión de los hechos, sin embargo, al momento de publicación no se recibió respuesta.
Análisis de InSight Crime
Si bien Alcalá recibió una sentencia judicial más indulgente que otros narcotraficantes latinoamericanos condenados en Estados Unidos, su caso resalta un efecto compensatorio que puede beneficiar al sistema legal estadounidense en su lucha contra las redes de narcotráfico instaladas en el Estado venezolano.
El veredicto en contra de Alcalá se convierte en el primer castigo judicial que recibe un militar o político venezolano de alto nivel vinculado al Cartel de los Soles que haya facilitado y participado del narcotráfico en Venezuela.
“Durante la época de Chávez, su participación [en el tráfico de drogas] fue muy significativa y activa. Llegó un momento en el que el ejército controlaba todas las investigaciones relacionadas con drogas”, señaló un exfuncionario chavista que habló con InSight Crime y prefirió omitir su nombre por temas de seguridad.
Según acusaciones del Departamento de Justicia estadounidense, la organización criminal también está conformada por prominentes figuras del chavismo, como el mismo presidente Nicolás Maduro; el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y número dos del chavismo, Diosdado Cabello; y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, por quienes existe una recompensa de hasta US$15 millones.
Alcalá logró recibir una pena menos severa en comparación con otros narcotraficantes de alto impacto criminal, como Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, principal comandante de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). Úsuga fue sentenciado a 45 años en un tribunal estadounidense por enviar toneladas de cocaína al norte del continente americano.
No obstante, una sentencia de 21 años también envía un mensaje a las figuras estatales involucradas en el narcotráfico que hasta ahora han gozado de impunidad.
“Al final del día, los otros miembros del Cartel de los Soles que detentan poder y que están solicitados por este mismo caso, como Vladimir Padrino y algunos otros, entienden que el costo de salida del poder es la cárcel”, comentó a InSight Crime Zair Mundaray, abogado penalista y exfiscal venezolano.
La cooperación de Alcalá probablemente pueda llevar a los fiscales estadounidenses a desentrañar parte de los secretos que rodean a una sofisticada red criminal que ha evolucionado con los años y se ha convertido en un importante bastión para el sostenimiento y continuación del gobierno de Maduro.
Por lo pronto, el próximo integrante del Cartel de los Soles que enfrentará un tribunal en Estados Unidos es Hugo “el Pollo” Carvajal Barrios, quien fungió como jefe de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y fue extraditado desde España a suelo norteamericano a mediados de 2023.