Vía DW
Colombia tenía la intención de frenar la explotación de combustibles fósiles y Alemania quería dejar de utilizar carbón. Pero la importación alemana de carbón colombiano ha crecido notablemente.
El cometido del Gobierno colombiano era reducir la explotación de combustibles fósiles. Y el Gobierno alemán quiere también, en realidad, abandonar el uso del carbón. Pero Alemania ha incrementado la importación de carbón mineral colombiano.
Tras la agresión rusa a Ucrania, Alemania está reorganizando su abastecimiento energético. En muchos casos, en contravía a la transición energética prevista. Ahora, las importaciones de carbón aumentan, sobre todo el carburante procedente de Colombia.
Los planes del presidente de Colombia, Gustavo Petro, eran completamente diferentes. En una evaluación publicada recientemente, el profesor Stefan Peters, director del Instituto de Paz Colombo-Alemán CAPAZ, describe los planes de Petro: «El nuevo Gobierno tiene como objetivo una eliminación gradual de las fuentes de energía fósiles y una transición a las energías renovables«. Sin embargo, la realidad actual es otra.
Importaciones de hulla de Colombia en aumento
Según datos de la Oficina Federal de Estadística alemana, las importaciones alemanas de hulla entre enero y septiembre de 2022 casi se triplicaron hasta alcanzar unos 4,8 millones de toneladas en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esto es consecuencia del ataque ruso a Ucrania, dijo a DW la asociación «Statistik der Kohlenwirtschaft».
Mientras en Alemania se propaga la eliminación progresiva del carbón, las importaciones de carbón de otros países aumentan considerablemente. Y uno de estos países es Colombia.
La empresa EnBW dijo a DW que «mientras en 2021, la empresa alemana compró a Colombia 0,21 millones de toneladas de carbón, en el periodo de enero a junio de 2022, recibió 0,47 millones de toneladas del carburante». También aquí, como en otras empresas, hay indicios de una multiplicación interanual de las importaciones de carbón.
En este contexto, representantes de empresas energéticas alemanas visitan por estos días Cartagena de Indias para debatir con responsables del Gobierno colombiano la «reindustrialización de Colombia basada en energías renovables».
Polémica mina del Cerrejón
Gran parte del carbón procede de una de las mayores minas a cielo abierto de carbón de América Latina. La mina de El Cerrejón suscita controversia entre ecologistas y activistas de derechos humanos. Recientemente, hubo bloqueos de carreteras por parte de trabajadores despedidos que exigían su readmisión. «Somos de la región y merecemos seguir trabajando en esta empresa», declaró Ramón Redondo, portavoz de los manifestantes, al diario colombiano El Tiempo. Las protestas impidieron en ocasiones el transporte de carbón desde la mina hasta el puerto de Puerto Bolívar, en la Alta Guajira.
Además, hay informes de accidentes laborales; el más reciente fue la muerte de un aprendiz en un taller. A finales de noviembre, familiares de Carlos Nicanor Escudero Robles bloquearon las calles exigiendo el esclarecimiento de las circunstancias que rodearon la muerte del trabajador empleado por una subcontrata. «Exigimos justicia», dijo uno de los manifestantes. Una investigación debe aclarar el trasfondo del accidente, dijo.
De los tiempos sin participación ciudadana
Algunos residentes de la región dicen que la mayoría de la población está en contra de la explotación de la mina. Los trabajos de explotación se iniciaron hace años sin consultar previamente a la población. La mina está situada en el norte de la provincia de La Guajira, en el territorio del pueblo originario wayuu, quien ya había señalado en el pasado haber padecido desplazamientos y amenazas, así como escasez de agua de sus ríos.
Durante la campaña electoral, Francia Márquez, actual vicepresidenta, cuestionó la minería en general: «La mayor mina de carbón de Colombia está en La Guajira, y en este departamento se mueren niños de hambre. ¿Es eso desarrollo?», preguntó Márquez en Twitter.
Hasta ahora, nada ha cambiado en esta situación inicial. Este mismo fin de semana, los medios de comunicación locales informaron de que otros dos niños indígenas murieron de inanición en el municipio de Uribia, en La Guajira. Mientras tanto, la empresa minera intenta paliar la situación de la región con donaciones, como una reciente de equipos médicos a un hospital.