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Colombia

Vía Semana

Gustavo Petro y Federico Gutiérrez se consolidan como los ganadores de la primera vuelta presidencial. En la segunda habría una votación tan apretada que la diferencia podría ser de solo 315.000 votos.

En la recta final de las elecciones presidenciales es prácticamente un hecho que la segunda vuelta será entre Gustavo Petro y Federico Gutiérrez. Esta promete ser una de las contiendas más apretadas en la historia reciente del país. Así lo demuestra la más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) para SEMANA, con 4.206 entrevistas presenciales en 75 municipios de todas las regiones, y un margen de error del 1,5 por ciento.

Si la votación fuera hoy, en un escenario de segunda vuelta, Petro tendría el 43,1 por ciento y Fico el 40,1 por ciento. Teniendo en cuenta el margen de error, esto significa que la diferencia entre ambos sería de unos 315.000 votos aproximadamente. Esto con base en un censo electoral de 38 millones de potenciales electores y un nivel de participación en las urnas del 54 por ciento, como en 2018, lo cual daría aproximadamente unos 21 millones de sufragantes.

Según la encuesta, de cara a la primera vuelta, Petro tiene hoy el 36,5 por ciento de intención de voto. Aunque se trata de una cifra considerable y que ha venido en ascenso, al candidato del Pacto Histórico todavía no le da para ganar la presidencia el próximo 29 de mayo. Por su parte, Fico, tras haber triunfado en la consulta de la coalición Equipo por Colombia, se consolida con el 24,5 por ciento.

La ventaja de Petro y Fico frente a los demás candidatos es de tal magnitud que difícilmente alguno de ellos podría desbancarlos y evitar su paso a la segunda vuelta. Mientras Petro y Fico siguen en ascenso, Rodolfo Hernández se estancó y está en 10 por ciento. Sergio Fajardo (8,4 por ciento) e Íngrid Betancourt (1,5 por ciento) están perdiendo terreno. De hecho, la estrategia agresiva de Fajardo de las últimas dos semanas no le está dando resultado y, por el contrario, parece estarle haciendo daño.

Fajardo se ubica hoy en el cuarto lugar, mientras Petro lo cuadruplica y Fico lo triplica. La tesis que Fajardo y sus aliados han tratado de posicionar, en el sentido de que es el único que podría ganarle a Petro en una segunda vuelta, queda totalmente descartada a la luz de esta encuesta. Aunque en ese escenario, la encuesta del CNC muestra que Fajardo tendría 38,3 por ciento y Petro llegaría a 41,5 por ciento, lo que ahora se ve matemáticamente imposible es que el exgobernador de Antioquia pueda tener el chance de pasar a una segunda vuelta, ya que su intención de voto no llega ni siquiera a los dos dígitos. En las consultas del 13 de marzo, Fajardo sacó menos votos que Francia Márquez, la ahora fórmula vicepresidencial de Petro. Además, la tendencia, después de esas elecciones, evidencia que mientras Fajardo baja, Petro y Fico suben.

A estas alturas de la campaña presidencial, la mecánica política y las alianzas serán claves. Pero lo más importante será conectar con la gente y ganarse el voto de opinión. No hay duda de que Petro ha ganado espacios cruciales para la primera vuelta. En regiones como Antioquia y el Eje Cafetero, pasó de tener un apoyo del 9,21 por ciento en la primera vuelta de 2018 a una intención de voto hoy del 25,7 por ciento, con la mirada puesta en el próximo 29 de mayo. En Bogotá, igualmente, ha venido creciendo su fuerza electoral, pues hace cuatro años tuvo el 29,92 por ciento de votos en la capital del país y hoy, según la encuesta del CNC, ya está en el 44 por ciento.

Sin embargo, en el escenario de segunda vuelta, Federico Gutiérrez crece de manera más significativa que Petro. Su intención de voto aumenta 15,6 puntos porcentuales, del 24,5 por ciento al 40,1 por ciento. Por el contrario, el candidato del Pacto Histórico solo crece 6,6 puntos porcentuales. Es decir, dos terceras partes de los que votan por otros candidatos en primera vuelta apoyarían a Fico en la segunda, mientras que solo una tercera parte se iría con Petro. Esto podría significar que Petro tiene un techo, mientras que Fico tiene un espacio más amplio para crecer.

Dicho crecimiento de Fico en segunda vuelta se explica porque su intención de voto aumenta considerablemente en casi todas las regiones de Colombia, en comparación con la primera. Por ejemplo, en Antioquia pasa del 39,3 por ciento al 53,5 por ciento; en el Caribe crece del 23,9 por ciento al 40,7 por ciento; en el centro oriente le saca ventaja a Petro con 44,3 por ciento; y en Bogotá aumenta del 19,2 por ciento al 31 por ciento.

También resultan interesantes las cifras de la encuesta sobre lo que sucedería con los partidos políticos y las coaliciones en la segunda vuelta. Fico se quedaría con el 54,8 por ciento de los votos de los militantes y líderes de la coalición de la Centro Esperanza, y Petro con el 25,5 por ciento. Cambio Radical se iría mayoritariamente con Fico (61,6 por ciento) y el 22,2 por ciento apoyaría a Petro. En el caso del Partido Liberal, donde hay una puja entre Petro y Fico por ver quién se queda con el respaldo de la colectividad, el 54,6 por ciento de sus bases apoyaría a Fico, mientras el 29,4 por ciento respaldaría a Petro. El Centro Democrático, el Partido Conservador, La U y Mira están jugados por Fico, así como el Pacto Histórico y sus partidos con Petro.

La mínima diferencia entre Petro y Fico en la segunda vuelta, según la encuesta del CNC, promete unas elecciones tan reñidas que las próximas semanas serán determinantes y los ciudadanos quizá acudirán al voto útil desde ya.

Por Juan Lozano en El Tiempo

Esto del Congreso recién elegido solo lo endereza un muy pronto reconteo físico total. Vigilado, auditado, con todos los testigos de todos los partidos y en todas las mesas que se requiera.

Mientras desde una orilla advierten fraude porque le aparecieron medio millón de votos al Pacto Histórico sin que para ellos exista ninguna lógica estadística en relación con el número de votos que les han debido figurar a todos los partidos, en la orilla petrista la aparición de esos votos en el escrutinio que no habían sido contabilizados en el preconteo se lee como el principio de un fraude que estaba por consumarse.

Afortunadamente, el sistema tiene instancias que permiten encender alarmas, atender alertas y enmendar errores, y por eso en el momento del escrutinio aparecieron votos no registrados. Y afortunadamente también, los tarjetones físicos existen para ser recontados. Pero eso no basta para restaurar la confianza perdida.

La legitimidad del sistema electoral y de los próximos gobierno y Congreso depende de la tranquilidad y aceptación que generen los resultados electorales, y eso no es un problema que se pueda reducir solo a ‘softwares’, ingenieros e incisos legales. Se trata de un intangible precioso que se llama confianza.

Es preferible demorarse una semana más si es preciso, y adelantar un reconteo físico exhaustivo, público, total, transparente y vigilado de todos los votos que se requieran. La ley electoral lo permite. Y a Colombia no la pueden mandar a primera y segunda vuelta con esta sombra tenebrosa.

La Registraduría ha cometido muchos errores costosos, empezando por la inadecuada capacitación de los jurados electorales, los diseños de los E14, las presuntas dificultades con el escaneo y la transmisión de los formularios y resultados, la reticencia a reconocer las necesidades de ajustes que les habían señalado oportunamente, la tardanza en la implantación, testeo y auditoría de los ‘softwares’, la falta de planes de contingencia ante el desfase entre preconteo y escrutinios y la demora en salir a poner la cara y a darles explicaciones claras a los colombianos frente a lo que estaba ocurriendo.

Y falta lo más complejo y delicado (sí, esto apenas empieza), y es que aún la polémica Indra no ha salido a bailar con su nuevo ‘software’. Ojo. ¿Ya lo probarían?

Por eso creo que una cosa explicable es no aceptar resultados hasta que se dé un reconteo total, y otras dos muy distintas son asumir desde ya que se van a robar las elecciones presidenciales y que el Registrador debe renunciar ya. Creo que la renuncia del Registrador en este momento y antes del reconteo y de saber qué pasa con el ‘software’ de Indra empeoraría la crisis. Él se debe quedar para reconocer sus errores, enmendar la plana, asegurar la plenitud de garantías para el reconteo y dar la cara todos los días.

Para preparar esta columna he dialogado con prestigiosos exregistradores a quienes agradezco su tiempo, con exmagistrados del Consejo Electoral, académicos y expertos en derecho electoral. La situación indeseable que estamos viviendo se puede empeorar, con efectos catastróficos para Colombia si no se restablece la confianza, es decir, si no se hace ese reconteo solicitado.

El Gobierno ha citado a la comisión de garantías electorales. Buena idea. Ojalá no se queden en el debate burocrático y técnico para poder ir al fondo del asunto. Más allá de careos, reproches y peleas, se deberían ocupar de asegurar todas las condiciones logísticas operativas, de sistemas, de vigilancia y de control para que el reconteo total de los votos en conflicto emitidos el domingo se adelante sin contratiempos y sin sombras para que se conforme el Congreso con los legítimos elegidos y para que en primera y segunda vuelta gane limpia y honradamente quien haya conquistado las mayorías.

Tan peligroso es un fraude electoral como la idea generalizada de que ese fraude existió. Colombia requiere certezas, transparencia y claridad.

“Una eventual victoria de Gustavo Petro daría pie al plan de integrar a Colombia y Venezuela en una sola zona donde operen a sus anchas el crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo internacional”, denunció este jueves María Corina Machado, durante el primer Foro Colombo-Venezolano, organizado por Analítica.

El evento contó con la participación de María Corina, Antonio Ledezma, Walter Boza, Rodrigo Pardo, Guillermo León, Carlos Augusto Chacón y Andrés Espinosa, quienes discutieron sobre dos temas: (i) Rusia en Venezuela ¿Una amenaza para Colombia? Y (ii) ¿Puede Colombia convertirse en otra Venezuela?

La Coordinadora Nacional de Vente Venezuela aseguró que “hoy hay una zona gris de actividades ilícitas en expansión y que se aspira constituir un amplio corredor desde el Pacífico colombiano hasta Atlántico venezolano”.

El control por grupos irregulares

Esto, en referencia a las redes del narcotráfico que operan en ambos países, en una operación delictiva sin precedentes que podría desplegarse con enormes beneficios desde Buenaventura a Paraguaná, Puerto Cabello y Güiria.

La dirigente expresó que en Venezuela hay zonas donde quienes mandan son los grupos irregulares y no el Estado. “En esas zonas, los grupos criminales no solo ejercen el control territorial, sino también el económico y social de la población. Además, cooptan órganos del Estado formal para convertirlos en barreras de protección del Estado criminal, que apelan a la no injerencia, la autodeterminación de los pueblos y lo que están es sometiendo al pueblo”, sostuvo.

Además, denunció que durante las dos décadas del chavismo, el Estado pasó de ser propietario de 74 empresas a tener 526, según Transparencia Venezuela, mientras también aumentó el número de empresas expropiadas, llegando a las 5500, de acuerdo con cifras de Cedice Libertad.

Así mismo, Machado rescató la cifra de Fedeagro, según la cual, de 5 millones de hectáreas productivas expropiadas, solo el 3% de los propietarios fueron indemnizados y el 90% de esas tierras está en estado improductivo.

Agregó también como dato que más de 600 medios de comunicación han sido cerrados y que de los 2056 jueces del país, solo menos de 100 (5%) son titulares y el resto son jueces temporales a los que “sacan con una llamada” ante una decisión desfavorable.

Victoria de Petro y la zona criminal

María Corina Machado aseguró que “Venezuela es una zona gris donde grupos criminales ejercen control territorial, económico y social, e imponen una Pax Criminal”. Sin embargo, dijo que Colombia “sí puede evitar ser atrapada», pues a su juicio, «Colombia está a tiempo” de salvarse y no caer en esta dinámica delincuencial.

“Colombia es la joya de la corona”, afirmó Machado, quien justificó que sin ese país, no se puede hacer el corredor delictivo desde el “santurario criminal” que es Venezuela, además de agregar que el país vecino es el principal aliado de EEUU en la región.

Finalmente, indicó que “no habrá paz en Colombia mientras haya chavismo en Venezuela, ni transición en Venezuela si el chavismo gobierno en Colombia”.

Además, afirmó que “nunca hasta ahora en su historia como república independiente EE.UU. parece haber brindado menos atención/desinterés a este tipo de injerencias extrahemisféricas”, en referencia a la influencia de Rusia, China, Irán y Cuba en Venezuela.

Ante esta situación, Machado concluyó que es necesario “un consenso operativo en medio la diversidad ideológica de los sectores liberales y conservadores, entre quienes tienen clara la necesidad de defender la democracia liberal”.

El expresidente Andrés Pastrana reapareció en medio de la campaña presidencial. Hizo una extensa intervención en la convención del Partido Conservador para dar su respaldo a la candidatura de David Barguil, y de paso para arremeter contra varios exmandatarios y un aspirante presidencial de Colombia.

Por: Semana

Pastrana no ahorró calificativos para referirse a Juan Manuel Santos, Ernesto Samper, César Gaviria y Gustavo Petro, a quienes culpó de frenar la lucha contra el narcotráfico que ha dado el país durante décadas.

“Mediante falaces recursos argumentativos, Juan Manuel Santos, Ernesto Samper, César Gaviria y Gustavo Petro celebran lo que llaman el fracaso de una guerra contra las drogas, para justificar políticas que legalizan de hecho la producción y el tráfico de estupefacientes en Colombia”, dijo Pastrana.

En su fuerte arremetida, el expresidente aseguró que Gustavo Petro y los tres expresidentes son culpables de lo que está pasando en Colombia en la lucha contra el narcotráfico ya que celebran las posturas de la Corte Constitucional.

“Cuatro jinetes del Apocalipsis recorren los pocos países en los que la izquierda les aplaude su discurso. El narcotráfico está en la raíz de los grandes males que padecemos. En la Colombia de hoy debemos convencernos de que nuestra disyuntiva no es democracia o totalitarismo. Es democracia o narco totalitarismo”.

A juicio del expresidente, mientras los seguidores del Partido Conservador y la mayoría de colombianos están de acuerdo con la lucha frontal contra el narcotráfico, hay sectores en la campaña presidencial que han apoyado el freno que se le está poniendo a esa lucha que está dando la “victoria a los grupos al margen de la ley”.

“El narcotráfico colombiano es capaz de todo. Es la amenaza más grande a la democracia colombiana y continental. No nos equivoquemos en estas elecciones. David Barguil puede decirles, con la frente en alto, a Juan Manuel Santos, a César Gaviria, Ernesto Samper y a Gustavo Petro, así como a las nuevas generaciones de electores, que la cocaína y el narcotráfico, y las guerrillas y los paramilitares y los carteles de la contratación que de su negocio se nutren, son letales para Colombia y los colombianos”.

Por esa razón, Pastrana pidió a los tres expresidentes y a Petro destapar sus cartas públicamente para que el país conozca, en medio de la campaña electoral, su postura frente a la legalización de la cocaína y la protección de los cultivos ilícitos. “Les pedimos a los cuatro guardianes políticos del narcotráfico que descubran de una vez por todas sus banderas electorales, a cielo abierto, de cara al país. Sin distorsiones de la evidencia científica ni artificios dialécticos”.

Lea la nota completa siguiendo este enlace a Semana

¿El cambio a los hombres corruptos y traidores les causa mucho escozor?

En Colombia hay un revuelo por un fenómeno político que está sucediendo con la figura de la senadora María Fernanda Cabal Molina del partido político Centro Democrático.

Esta dama empresaria y politóloga tiene a muchos politiqueros rebuznando y calificando a la senadora por su forma de expresar sus ideas y del modo como quita máscaras sin importar el personaje político, porque primero está la verdad que la compinchería.

La senadora es una persona que defiende la seguridad social, pero no esas seguridad que le roba al rico para darle al pobre, defiende la seguridad social donde el ciudadano pueda trabajar sin ser robado, secuestrado, vacunado o explotado.

El partido Centro Democrático debe de darle la oportunidad a una nueva generación y los señores Álvaro Uribe Vélez, Oscar Iván Zuluaga y Rafael Nieto Loaiza por el amor que dicen tenerle a Colombia tiene que apoyar a la dama que los socialistas no quieren ver crecer y menos llegar a la presidencia. La corrupción y la mafia colombiana con la presencia de la senadora están poniendo sus barbas en remojo, porque no es que ella hable duro, sino que dice verdades que destapa ollas, afloja roscas y va tras la corrupción sin importar el color político del corrupto. Colombia necesita un gobernante que la quiera de verdad, que sus fuerzas armadas se sientan apoyadas y el empresario respaldado y no expropiado, esa figura ya tiene nombre y apellido aunque a muchos les incomode sus propuestas.

La oposición colombiana encabezada por el “Exguerrillero” Gustavo Francisco Petro Urrego, la traidora de la patria Piedad Esneda Córdoba Ruiz y la desagradecida Íngrid Betancourt Pulecio personajes que le hacen carantoñas al socialismo del siglo XXI y a su compatriota Nicolás Maduro Moros, no quiere un cambio donde los colombianos vean la estafa que ellos representan.

¿Por qué el temor a la dama? Será que la dignidad, la moral y la ética de la senadora María Fernanda Cabal como no tiene precio, no le sirve a los corruptos que hacen vida en el senado y en la mayoría de los puestos públicos en Colombia.

Para las elecciones presidenciales del año 2022 los colombianos tienen la responsabilidad con su voto de defender la libertad, la democracia , la propiedad privada, la isonomía, la seguridad que se ha visto violada con un falso pacto de paz. ¿Por qué el temor a la dama? Este temor lo tienen los guerrilleros, los narcotraficantes, los corruptos, los socialista “ Primera línea” que le han hecho tanto daño a Colombia.

Colombia está en espera de un cambio, un cambio donde el ciudadano se sienta representado, la justicia protegida, la economía respaldada y la adquisición de conocimientos como la salud garantizada, un cambio donde el gobierno desempeñe su trabajo de empleado público y no sean el que se robe el fruto del trabajo de los colombianos. La senadora María Fernanda Cabal Molina, es la gerente que necesita Colombia para que el país salga de ese círculo vicioso que ha tenido la política colombiana.

El ex primer ministro del Reino Unido Winston Leonard Spencer Churchill dentro de unas de sus frases, nos dejo una muy acertada para estos tiempo de cambio donde hay que acabar con el socialismo y dar paso al verdadero capitalismo, él decía “ Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”

“ El hombre que quiere crecer, debe superar el pasado y forjar el presente”

Luís Córdoba Reyes / Familia Futura

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