La estrategia alemana para “reducir las dependencias críticas en el futuro» incomodó a China, pues se trata de una serie de acciones necesarias para hacer frente a este país cada vez más ofensivo, según el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz.

«La Unión Europea debería (…) aclarar su posición en la asociación estratégica entre las dos partes y alentar las relaciones China-UE a seguir adelante», dijo Wang Yi, jefe de la diplomacia china, a Josep Borrell en una reunión al margen de una cumbre del sudeste asiático en Yakarta este viernes, según un comunicado del Ministerio.

Lo que fue una recomendación se transformó en una exigencia este sábado, pues el Ministerio de Relaciones Exteriores de China pidió directamente a la Unión Europea determinar su posición sobre sus relaciones con Pekín.

«No debe vacilar, y mucho menos alentar palabras y hechos para dar marcha atrás», insistió, Wang, principal responsable de Asuntos Exteriores del Partido Comunista chino. «No hay conflicto de intereses fundamentales entre China y la UE»

Estas declaraciones se producen después de que el gobierno alemán desvelara el jueves su nueva estrategia frente a lo que llamó una China «más ofensiva», en un contexto de creciente preocupación en Europa y Estados Unidos por las ambiciones de China.

«Nuestro objetivo no es desvincularnos [de China] pero queremos reducir las dependencias críticas en el futuro», aseguró el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz.

Los países europeos están preocupados por las políticas chinas y la Comisión Europea presentó hace tres semanas una propuesta para endurecer los instrumentos de seguridad económica contra el gigante asiático.

Sin embargo, las grandes empresas alemanas, como Siemens o BASF, necesitan el colosal mercado chino y sus 1.400 millones de habitantes.

Además, la crisis del Covid en 2020 reveló la fragilidad de las cadenas de suministro europeas, víctimas del cierre de las fronteras, mientras que la guerra en Ucrania mostró el riesgo de depender de Rusia para el suministro de gas.

Bruselas quiere definir su propio enfoque con respecto a Pekín para encontrar un equilibrio entre el temor a una dependencia excesiva y el deseo de mantener fuertes vínculos con la segunda economía mundial.

RFI, AFP