Vía DDC
En medio de la desesperación del pueblo, Díaz-Canel dice que es ‘excepcional’ lo que se vive, machaca en la supuesta guerra económica desde EEUU y amenaza con responder a protestas ciudadanas.
El ministro de Energía y Minas de Cuba, Vicente de la O Levy, admitió este domingo que se han registrado protestas por el apagón total que sufren los cubanos desde el viernes, pero las calificó de «incidentes mínimos» y a quienes han protestado de «indecentes» y vendidos, mientras Miguel Díaz-Canel amenazó con responder con represión.
En una conferencia de prensa con medios nacionales e internacionales, De la O dijo que han sido pequeñas las protestas, minimizando estas a «indecentes», pero sí refiriéndose a las personas que participaron como «el cobarde que no razona y el que se vende», según un reporte de EFE.
Un reporte del periódico oficial Trabajadores sobre la comparecencia del ministro omitió las declaraciones al respecto y se centró en los detalles de lo ocurrido y lo que están haciendo las autoridades del régimen, vistas por la mayoría del pueblo afectado como incompetentes.
En redes sociales se han publicado en las últimas horas algunas imágenes de cacerolazos en algunos municipios del país, como la ocurrida en un barrio en San Miguel del Padrón, en La Habana; en Centro Habana, pero también en provincias. La presencia policial es creciente desde el viernes en La Habana, con agentes en los cruces principales de la ciudad y patrullas recorriendo las calles.
La crisis energética que se ha agravado en las últimas semanas por la escasez de combustible y las averías en las obsoletas centrales termoeléctricas, de factura soviética y con un déficit crónico de inversiones. La semana que terminó la tasa de afectación máxima llegó a superar el 50% de la demanda, o sea, la mitad del país llegó a estar simultáneamente sin corriente por la insuficiente capacidad de producción eléctrica de la Isla.
Además de dañar la ya caótica economía cubana, los apagones impulsan el descontento social. Catalizaron las principales protestas antigubernamentales de los últimos años, incluidas las del 11 de julio de 2021, las mayores en décadas, las de La Habana y Nuevitas en agosto de 2022 y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba y otras localidades.
En palabras del ministro de Energía este domingo, la caída total de un sistema eléctrico es el evento que ninguna empresa de este sector desearía tener.
«Aplicamos un diseño a partir del protocolo que tenemos con las unidades de Energas. Es una operación extremadamente compleja porque hay muchas variables que inciden y hay que tener un balance entre consumo y generación. A las 6:15 de la mañana del sábado, cuando teníamos un nivel de recuperación importante, ocurre otra afectación de oscilación de voltaje por los vientos que estaban soplando en la zona occidental y se fue otra unidad, por lo que volvió a caerse el sistema. Hubo entonces que empezar de nuevo y en la noche, cuando todo apuntaba a una estabilización total, un fallo automático en la central termoeléctrica de Santa Cruz, que entregaba 70 MW, volvió a afectar un sistema que todavía está muy debilitado. La parte occidental se cayó de nuevo, aunque se quedaron conectadas la zona oriental y central», resumió el desastre que ya dura más de 48 horas.
Según el ministro, desde el mediodía de este domingo entraron en una fase de recuperación diferente. «Contamos con la CTE Guiteras en línea. Se levantaron las unidades de Energas. Se llegó a Santa Cruz, a Melones y Regla, donde están las patanas; y de ahí se arrancaron los motores del Mariel para el arranque de la termoeléctrica de esa localidad», dijo.
De la O Levy dijo que «se priorizan los hospitales y los sistemas de agua», aunque el domingo cubanos reportaron falta de corriente en el Hospital Hermanos Ameijeiras de La Habana.
El ministro alardeó de los tiempos de recuperación que han tenido y los comparó con otras naciones que han sufrido esto mismo, y anunció que han recibido ofrecimientos de «ayuda y solidaridad», incluida la posibilidad de enviar personal de alta calificación, de países como Colombia, México, Venezuela, Rusia, Barbados, entre otros. Se limitó a decir que «se ha agradecido por parte del Ministerio y las autoridades principales del país» sin ofrecer otros detalles al respecto.
Finalmente, el ministro advirtió que una vez recuperado todo el sistema, no se van a eliminar los apagones, «porque van a seguir faltando de piezas de repuestos y se mantendrá la indisponibilidad de combustible» y también alertó del peligro que entraña el huracán Oscar.
Díaz-Canel amenaza
El domingo, al concluir la reunión del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel, con el uniforme militar, calificó lo que está viviendo Cuba como una «situación excepcional» que atribuyó a la supuesta guerra económica y persecución financiera de Estados Unidos sobre el régimen y de paso amenazó con responder con represión a las protestas del pueblo por la desesperante falta de electricidad.
«No hemos contado con los suministros estables de combustibles para que el sistema pueda operar en toda su capacidad y con toda su estabilidad», dijo, publicó el sitio de la Presidencia en X.
«Aquí trabaja todo el potencial profesional y operativo del sistema electro energético. Hemos tenido la oportunidad de estar con otros compañeros en el despacho nacional y hay que ver el nivel de conocimiento y de precisión con que trabajan los compañeros del despacho de cargas nacional en comunicación con las provincias», añadió.
Según el gobernante, en estos momentos se trabaja en dos direcciones fundamentales: «la estabilización del sistema y las gestiones para lograr suministros de combustibles que nos permitan trabajar en una mejor situación durante las próximas semanas».
Igualmente, dijo que «se hacen gestiones para obtener piezas de repuesto para recuperar paulatinamente la generación distribuida que está muy afectada«.
En momentos en el que la ciudadanía está agotada, expresa públicamente su malestar y pide a los dirigentes asumir responsabilidades, Díaz-Canel habló de «compresión y la solidaridad del pueblo cubano para enfrentar estas situaciones, así como la entrega de los trabajadores eléctricos, comprometidos con lograr estabilidad del servicio».
Sobre los que la prensa oficial y los propios dirigentes llaman «hechos puntuales de desorden público que se han dado en La Habana», el gobernante dijo que existen los mecanismos para dar respuesta a cualquier inquietud siempre que se hagan de manera «disciplinada». «No vamos a permitir hechos vandálicos y mucho menos alterar la tranquilidad ciudadana de nuestro pueblo, eso es una convicción y un principio de nuestra revolución», dijo.