Vía 14ymedio
Las exportaciones de pollo de Estados Unidos a Cuba marcaron en febrero de nuevo un hito. Según el economista cubano Pedro Monreal con fuente en el Departamento de Agricultura estadounidense, la cantidad que llegó a la Isla ese mes, 31.212 toneladas, es la tercera mayor de las últimas dos décadas, por detrás de las registradas en julio de 2019 (33.842 toneladas) y en marzo de 2021 (32.755).
Esto significa un incremento del 33% comparado con el mes anterior. Asimismo, en febrero hubo una ligera reducción del precio del producto, de 0,91 dólar de enero a 0,87 el kilogramo, lo cual supuso que La Habana desembolsó solo un 28% más.
Monreal recuerda, a través de su cuenta de Twitter, que entre 2001 y 2021, EE UU exportó a Cuba un total de 2,78 millones de toneladas de carne de pollo, por un valor total de 2.368 millones de dólares, el 39,5% de ello de 2017 a 2021.
Las importaciones de pollo estadounidense por Cuba en 2021 rompieron todos los récords anteriores, tal y como divulgó a principios de año el economista. Nunca desde que existen registros se habían superado las 300.000 toneladas exportadas por el país vecino a la Isla, por un valor anual de 279,7 millones de dólares, casi el doble, un 94,64% más, en comparación con 2020, cuando la Isla desembolsó 143,7 millones.
En cantidad, se importaron 307.658 toneladas en 2021 frente a las 170.105 del año anterior.
Sin embargo, el aumento en la importación del producto no se ha notado tanto en las tiendas en pesos cubanos como en los mercados en moneda libremente convertible (MLC) y en los sitios de compras a través de internet. Las demandadas cajas de cuartos traseros, pollos enteros o pechugas han vuelto a aparecer entre las ofertas de estos portales en divisas.
Las cajas, que oscilan entre 15 y 18 kilogramos con precios que van desde los 98 a los 115 dólares, habían prácticamente desaparecido a finales del año pasado y principios de este, cuando solo era posible encontrar paquetes de menor cantidad.
Los clientes prefieren adquirir mayores volúmenes de una sola vez para garantizar los suministros ante el desabastecimiento.
No obstante, la compra de grandes cantidades tiene el peligro de que el pollo congelado se eche a perder durante los largos cortes eléctricos qué están ocurriendo por toda la Isla.
Los consumidores deben optar entre dos riesgos: el de comprar poco de una vez y quedarse sin pollo en el refrigerador o perder el dinero de la compra tras un prolongado apagón.