Vía DDC

Cuba Siglo 21 publica dos informes que arrojan luz sobre la emergencia en los sectores energético e hídrico: casi dos millones de cubanos no tienen acceso a agua potable.

Para reconstruir la capacidad de generación termoeléctrica en Cuba se requieren unos 10.000 millones de dólares y casi una década, reveló el informe «Cuba colapsa y también se apaga», realizado por el economista Emilio Morales, y publicado este miércoles por Cuba Siglo 21. El laboratorio de ideas también publicó este miércoles la investigación «El problema del agua en Cuba«, a cargo del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana. Ambos arrojan luz sobre la emergencia en los sectores hídrico y energético en la Isla.

El informe de Morales destaca una crisis eléctrica en aumento. Después de décadas de negligencia en la modernización de la matriz energética, la Unión Eléctrica (UE) enfrenta un déficit del 31,1% entre la oferta y la demanda de electricidad, una cifra que pudiera ser aún mayor en las próximas semanas, alertó el analista.

Para el autor del documento, la infraestructura obsoleta y la falta de inversión han dejado a la población sufriendo apagones cada vez más frecuentes y prolongados.

Esta semana se anunciaron cuatro horas diarias de apagón en La Habana y hasta 15 en las provincias. Para empeorar la situación, se conoció que la termoeléctrica de Cienfuegos fue sacada de servicio el miércoles por presentar «salidero en caldera».

Morales subraya en su texto que la crisis energética no tiene solución inmediata. «Se requieren inversiones multimillonarias (se estiman en 10.000 millones de dólares) y demorará de 6 a 8 años reconstruir la capacidad de generación termoeléctrica».

«La verdadera solución está en un cambio del modelo económico. La única vía que tiene la economía cubana para reconstruirse es eliminar el bloqueo interno de prohibiciones y regulaciones que impide a los ciudadanos generar riquezas y aleja a los inversionistas extranjeros», considera Morales.

Por otro lado, el informe del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana resalta la crisis del abasto de agua en la Isla. A pesar de contar con extensos sistemas de embalses, más del 67% de la población cubana no recibe agua de manera estable en sus hogares.

Según el texto, «casi 2 millones de cubanos (1.884.000) no tienen acceso a agua potable, aunque el gobierno reconoce solamente menos de un millón (956.000)».

«La falta de mantenimiento de la infraestructura, la mala gestión de los recursos hídricos y la priorización del turismo sobre las necesidades básicas de la población a la hora de garantizar el suministro del preciado líquido, agravan la situación», dice el informe.

Las publicaciones de Cuba Siglo 21 coinciden «en la necesidad urgente de abordar los problemas estructurales que afectan a Cuba. La crisis hídrica y energética no solo impactan la calidad de vida de millones de cubanos, sino que también tiene graves implicaciones para la salud pública y el medio ambiente».

«Para resolver estas crisis se requiere de un cambio sistémico del modelo económico y de gestión del país», señala Cuba Siglo 21.

En su investigación, Morales enfatiza en la importancia de pasar de un modelo centralizado y estatizado a una economía de libre mercado que estimule la inversión extranjera y la innovación. «Se tiene que implementar una profunda reforma estructural interna que libere realmente las fuerzas productivas del país, bajo un marco jurídico regulatorio que garantice, proteja y estimule el desarrollo productivo basado en la propiedad privada», afirma en economista.

Por su parte, el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana demanda también cambios estructurales y de prioridades que permitan atraer recursos para rescatar la red de distribución, cumplir con el derecho ciudadano de acceso a agua potable, así como que también se abra paso a una gestión transparente y eficiente de los recursos hidráulicos.

El laboratorio de ideas resume: «para abordar con éxito la solución de ambas crisis se hace imprescindible poner en marcha cambios estructurales y sistémicos inmediatos».