La baja producción agrícola ocupó esta semana los debates del parlamento cubano, en momentos en que la isla se ve obligada a importar «prácticamente el 100%» de sus alimentos, según el presidente del órgano legislativo.

El martes, en una reunión de comisiones, Esteban Lazo, presidente del parlamento, reclamó que «prácticamente el ciento por ciento de la canasta hoy se está importando y no se está produciendo» en el campo, un año después de aprobarse la ley de soberanía alimentaria.

«Estamos cansados de programas, estudios, diagnósticos. ¿Y la solución del problema dónde está?», dijo Lazo. Tan solo en 2019 se producía más azúcar, arroz, maíz y carne de cerdo, entre otros productos, que actualmente, añadió.

El presidente del parlamento sostuvo que «el 100% de los frijoles se están importando y el país sin dinero» para comprar en el exterior.

El primer viceministro, José Luis Tapia, reconoció la disminución de producción este viernes al ofrecer un reporte sobre el sector ante el pleno de la Asamblea Nacional, reunida esta semana en el primer periodo de sesiones que termina el sábado.

«Más de 1.500 millones de dólares importa el país en maíz, soja, arroz. Eso lo tenemos que producir en el país», señaló.

Tapia admitió la falta de combustible, fertilizantes y herbicidas, así como de mano de obra en el campo, entre otros problemas, pero responsabilizó en parte a los trabajadores agrícolas y las autoridades municipales.

«Más que el contenido de la ley, es la falta de trabajo para producir alimentos. Para ir a la concreta: nosotros no tenemos una cultura productiva en estos tiempos», se quejó.

«Para producir comida no hace falta tanto papel, ¡hay que virarse para la tierra!», exclamó.

Ejemplificó con productos como la leche, que el estado distribuye solo para niños menores de siete años, mientras que el resto de la población la tiene que comprar en tiendas privadas a unos 2.000 pesos (16 dólares a tasa oficial) el kilo del lácteo en polvo, lo que equivale a un salario mínimo mensual en Cuba.

«Hay condiciones para producir más de 400.000 litros de leche en Cuba y hoy llegamos a 320.000», explicó Tapia.

En medio de la peor crisis económica en tres décadas, Cuba aprobó en 2021 las pequeñas y medianas empresas, que rápidamente ganan presencia en la venta de comida y productos básicos.

Sin embargo, para el cubano de a pie resultan sumamente caras por la dramática devaluación que ha registrado el peso en los últimos dos años, disparando los precios.

Este 2023, la inflación superará el 39% del año pasado, según pronósticos oficiales, aunque analistas estiman que en 2022 habría llegado a tres dígitos.