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Vía 14ymedio

El crudo de Venezuela se transporta por carretera desde la bahía de Jagua hasta la Base de Supertanqueros, donde lo esperan los buques internacionales

Cada día, más de diez camiones cisterna con el logotipo de Unión Cuba-Petróleo (Cupet) parten de la refinería de Cienfuegos y emprenden una larga ruta que los lleva hasta Matanzas, pasando por los municipios de Palmira, Cruces, Lajas, El Diamante, Aguada de Pasajeros y Jagüey Grande.

El trayecto, de 195 kilómetros, dura más de tres horas. Al final del camino esperan la derruida Base de Supertanqueros –que se incendió en agosto de 2022 y está en fase de reconstrucción con el apoyo de Venezuela– y varios buques petroleros, de cuya procedencia y destino el régimen no informa.

Hay que recurrir a las aplicaciones de rastreo de barcos, los datos revelados por agencias internacionales y, sobre todo, a la observación en el terreno para reconstruir el importante circuito petrolero que conecta Cienfuegos con Matanzas: cada dos horas una rastra de Cupet sale de la refinería, cargada con unos 25.000 litros de derivados del petróleo enviado por Venezuela, y su rastro se pierde en las terminales matanceras.

Sin embargo, el camino de los camiones y el trasiego frenético de los buques petroleros en los puertos cubanos sigue demandando una explicación. ¿En qué lugar se almacena actualmente el petróleo que se trae de Cienfuegos, tras la destrucción parcial de la Base de Supertanqueros en 2022? ¿Adónde se envía el combustible refinado en Cuba? ¿Por qué el país –que parece entrar en una nueva etapa de apagones– no se beneficia con el comercio de los cerca de dos millones de barriles de petróleo que llegan cada mes desde Venezuela y, también, de Rusia, México o Argelia, además del crudo pesado de la producción nacional que se usa en la termoeléctricas?

El trasiego frenético de los buques petroleros en los puertos cubanos sigue demandando una explicación

Uno de los custodios de la refinería cienfueguera asegura a 14ymedio que en las instalaciones se procesa el petróleo pesado que barcos con bandera cubana, como el Vilma y el Delsa, traen del puerto venezolano de José. «Luego se envía a los depósitos de Matanzas, y se almacenan como ‘reserva estatal’, mientras que entre el 10 al 20% se liga con crudo cubano, que tiene muy alto contenido de azufre y alta viscosidad», afirma. Todo el trabajo se realiza «bajo una fuerte vigilancia».

Además de las rastras, Cupet utiliza trenes con 14 vagones cisterna cuyo destino es también la base matancera. Algunos de los vehículos, además, se desvían a Cabaiguán, en Sancti Spíritus, donde hay una pequeña refinería, añade.

Este miércoles, cuatro petroleros estaban anclados en la bahía de Matanzas y se esperaba la llegada de un quinto buque. Se trata del Limo (procedente de Ust-Luga, en Rusia), el Marianna V.V. (de Venezuela), el Aquila (con bandera panameña y desde Santiago de Cuba) y el Primula (con pabellón de Belice y que hizo escala en Moa, Holguín), mientras que el tanquero Nicos I.V., con bandera de San Vicente y Granadinas, llegará el jueves a Matanzas, después de varias semanas sin declarar su posición real.

La afluencia de buques en la terminal matancera y los esfuerzos del Gobierno cubano para ocultar el tráfico ya no sorprenden a nadie. A inicios de mayo, por ejemplo, el petrolero Calida, registrado en Malta, atracó en el muelle de aguas profundas de Matanzas. Después de transmitir imágenes de otro buque, Televisión Cubana aseguró que descargaría 40.000 toneladas de diésel y afirmó que las autoridades habían pagado 29 millones de dólares por el combustible, pero no indicó el origen del producto ni reveló a quién se había pagado ese dinero.

La misma estrategia se sigue con casi todos los tanqueros que recalan en otros puertos de la Isla, en particular La Habana, Santiago de Cuba y Mariel, donde desde hace varios meses se ha multiplicado la actividad portuaria.

En cuanto a los cinco petroleros que operan con bandera cubana – VilmaAliciaSandinoDelsa y Pastorita–, suelen moverse entre el puerto venezolano de José y la bahía de Jagua, en Cienfuegos, o bien de una terminal a otra de la Isla.

La afluencia de buques en la terminal matancera y los esfuerzos del Gobierno cubano para ocultar el tráfico ya no sorprenden a nadie

El investigador Jorge Piñón, de la Universidad de Texas, EE UU, informó a 14ymedio sobre la cantidad de crudo que cada una de estas naves transportó a la Isla en mayo. El Vilma –un buque que desaparece del radar apenas se acerca a la costa cubana– llegó a Cienfuegos el 1 de junio con 390.000 barriles de crudo desde José; la misma cantidad cargó el Delsa, también desde José, hasta el puerto de Antilla, el día 30.

Por su parte, el Sandino zarpó de José con 440.000 hasta la bahía de Nipe, en Holguín, donde llegó el 5 de mayo. Mientras que el Alicia llevó a La Habana 290.000 barriles desde José el 16 de mayo y otros 295.000, procedentes de otra terminal venezolana, Amuay, el 28.

Al cotejar estas cifras con las reveladas por la agencia Reuters la semana pasada, el total de barriles de crudo que arribaron a la Isla durante el mes de mayo –unos 58.000 diarios– coincide, asevera Piñón.

En su habitual reporte mensual sobre las actividades comerciales de Petróleos de Venezuela S.A., la agencia británica detectó una caída del 14% en las exportaciones totales de ese país en mayo con respecto al mes anterior, pero La Habana volvió a salvarse de los recortes.

En una entrevista ofrecida a TV Martí, Piñón recordó este miércoles que Cuba perdió un millón de barriles de almacenamiento durante el incendio en Matanzas y que, ante la necesidad de hacer espacio para almacenar los 800.000 barriles de crudo de alta calidad que llegaron a la Isla desde Rusia, es probable que se hayan revendido las cargas de dos de los petroleros procedentes de Venezuela. El crudo, expuso, era demasiado pesado para que la refinería de Cienfuegos lo procesara y ocupaba demasiado espacio.

Mientras, la reparación de la Base de Supertanqueros de Matanzas augura que Cuba se está preparando a toda máquina para un aumento en el tráfico petrolero. La prensa oficial anunció este miércoles que se acomete la reparación del tanque 88, que estará listo, asegura, en abril de 2024. La Empresa de Mantenimiento del Petróleo (Empet) colocó las primeras planchas de acero del depósito, que contará con una membrana interna de aluminio flotante y un domo geodésico. Se prevé que pueda almacenar 50.000 metros cúbicos de combustible.

En previsión de incendios, explican, se construirá un «sistema automatizado» que pagó el Gobierno de Vietnam con un donativo de 250.000 dólares. Además, prevén colocar solo dos depósitos en el lugar que antes ocupaban los cuatro tanques originales, a fin de aumentar la distancia de seguridad.

La Habana apuesta, además, a la «generosidad» de Moscú, que ha enviado varias cargas de hidrocarburos y está en el proceso de extender sus negocios con la Isla. El primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, prometió este miércoles a Manuel Marrero «la ejecución de grandes proyectos conjuntos» en el ámbito petrolero. En el balneario de Sochi, frente al Mar Negro, el jefe de Gobierno cubano dio su bendición a una nueva oferta del Kremlin para «el incremento de la producción de petróleo en los yacimientos cubanos».

Vía 14ymedio

Pdvsa exportó 81.000 barriles por día a la Isla en el que fue segundo mejor mes del año para las ventas de combustibles del país.

Venezuela envió este agosto 81.000 barriles de petróleo y derivados al día (bpd) a Cuba, una de las mayores cantidades que se recuerdan en los últimos años. En medio de una grave crisis energética y tras el incendio, el día 6, de la Base de Supertanqueros de Matanzas, la Isla recibió el apoyo de su aliado político, que está inmerso en una recuperación de su industria petrolera y sigue aumentando las exportaciones.

El pasado mes fue el segundo mejor del año para Venezuela en lo que a exportación de combustibles respecta. De sus puertos salieron 32 cargueros, según datos de la agencia Reuters, que transportaron 760.710 bpd de crudo y productos refinados, y unas 256.000 toneladas de subproductos. El dato supone un aumento de casi el 37% respecto a julio y un 22% más que el mismo mes del año anterior.

En cuanto al fueloil, la petrolera estatal Pdvsa exportó 320.000 bpd, la cifra más alta del año, mientras el metanol, azufre y coque aumentaron (sin que se haya especificado la cifra) sobre las 252.000 toneladas de julio. La demanda de estos productos en Europa, EE UU e India han impulsado la mejoría de los datos.

Entre los mayores destinatarios del petróleo vuelven a encontrarse China y Malasia, además de la Isla.

El alivio de las sanciones de EE UU está contribuyendo a mejorar las exportaciones de petróleo. En mayo, la italiana Eni y la española Repsol recibieron una autorización del Departamento de Estado para comprar a Caracas y compensar la pérdida del mercado ruso, sancionado tras la invasión a Ucrania.

Además, la estadounidense Chevron Corp está a la espera de respuesta a una solicitud de renovación de la licencia que le permita reactivar la producción y recuperar los privilegios de comercialización del petróleo venezolano, según informó Reuters.

Pdvsa continuó intentando mantener la producción, a pesar de que la exportación avanza. Tres de sus cinco estaciones de mejoramiento de combustibles tuvieron que parar hace algunos meses por cortes de energía, fallas mecánicas o el excesivo aumento de sus inventarios, aunque la agencia británica indica que los problemas están resueltos en algunas.

El crudo Merey, su producto estrella, acumula 10,7 millones de barriles en stock, casi dos millones más que el pasado julio.

El último mes con datos disponibles de los envíos de petróleo de Venezuela a Cuba fue junio, cuando se exportaron hacia La Habana en 66.400 bpd de crudo, fueloil, gasoil y gasolina. En abril, la cantidad ascendió a 70.000 bpd, una cifra que el promedio durante 2019, pero que había disminuido en la pandemia. En todo 2021, el suministro petrolero total cayó en 2021 a 56.300 bpd frente a los 76.600 bpd de dos años atrás.

El pacto por el que Venezuela entrega petróleo a la Isla procede del año 2000, cuando Hugo Chávez y Fidel Castro acordaron la entrega de crudo a cambio de médicos. En aquel documento el compromiso era entregar en torno a 53.000 bpd desde Caracas a La Habana, pero las cantidades excedieron de largo esa cifra y el promedio hasta 2016 fue de 90.000 bpd, aunque hubo años extraordinarios, como 2008, en el que se llegó a los 115.000 bpd.

En 2016, cuando la crisis comenzó a ser insostenible, la cantidad comenzó a ajustarse a la baja, enviando como promedio aquel año apenas 55.000.

La oposición venezolana ha lamentado en numerosas ocasiones ese pacto que, además de sostener al régimen cubano, supone para Venezuela la privación de una cantidad enorme de dinero por sus ventas a precio de mercado. Julio Borges, diputado y fundador del partido Primero Justicia y ex presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela entre 2017 y 2018, dijo este año que Caracas pierde 100 dólares por cada barril que regala a Cuba.

«Enviamos ese mar de petróleo, sin cobrar absolutamente nada ni recibir ninguna contraprestación, en un contexto donde nuestra empresa petrolera se encuentra prácticamente desmantelada, donde el mundo hace malabares para encontrar petróleo y está dispuesto a pagarlo a precios altos y donde nuestro pueblo atraviesa una catástrofe humanitaria», adujo.

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