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Es lo que es

Dayana Cristina Duzoglou

Por Dayana Cristina Duzoglou

En el siglo XXI, la naturaleza de los conflictos ha evolucionado drásticamente, desafiando las nociones tradicionales de guerra y poder. El surgimiento de la guerra no convencional ha redefinido cómo se libran las batallas, no solo en los campos de batalla físicos, sino también en los ámbitos digital, económico y psicológico. Esta transformación ha dado lugar a un nuevo paradigma donde la astucia, la innovación y la adaptabilidad a menudo superan la fuerza bruta y los recursos materiales.

Guerra convencional

En conflicto entre países denominado enfrentamiento o guerra convencional, existe interacción entre ejércitos nacionales que se enfrentan en batallas a gran escala usando tácticas de armamento convencional (drones, bombas de hidrogeno, atómicas, etc.). La primera y la segunda guerra mundial son un claro ejemplo de este tipo de guerras.
Guerra no convencional

Las guerras no convencionales quizás no son consideradas guerras por ser movilizaciones de masas activas que, a través de métodos no violentos entre otras herramientas tecnológicas, buscan derrocar a gobiernos espurios o autoritarios. Un ejemplo perfecto de este tipo de guerra no convencional es Bharat o la India, donde con métodos no violentos, organización e inteligencia se logró obtener la conquista o independencia de la India (15 de agosto de 1947) y el nacimiento de Pakistán (14 de agosto de 1947)

Este tipo de guerra utiliza métodos como guerrilla urbana y rural, ciberataques y guerra informática. También es clave la desinformación y propaganda, las sanciones económicas y la guerra financiera. En muchos casos este tipo de guerras termina en protestas sin retorno en la calle que, mediante resistencia civil no violenta, obtienen derrocar a los tiranos.

El papel de la tecnología y la importancia de la información

La disrupción tecnológica ha cambiado radicalmente la forma en que se libran las guerras no convencionales. Las redes sociales, los smartphones y las plataformas de mensajería instantánea permiten la rápida organización de protestas, la difusión de información (o desinformación) y la movilización de apoyo internacional. Los ciberataques pueden paralizar infraestructuras críticas sin disparar una sola bala.

La información es, quizás, el arma más poderosa. En la era digital, controlar la narrativa puede ser tan importante como controlar el territorio físico.

La capacidad de influir en la opinión pública, tanto nacional como internacionalmente, puede determinar el resultado de un conflicto.

En este nuevo paradigma, la victoria no siempre se mide en términos de conquistas territoriales o bajas enemigas, sino en la capacidad de moldear percepciones, ganar corazones y mentes, y lograr objetivos políticos sin recurrir necesariamente a la violencia tradicional.

Venezuela, una vez considerada la joya al norte del Sur del continente americano, se topó con la mala suerte del “Socialismo del Siglo XXI” que, de manera transparente solo ha mostrado caos, muerte, pobreza y corrupción.

La llegada al poder de Hugo Chávez en 1999 marcó el inicio de la Revolución Bolivariana, que prometía justicia social pero gradualmente erosionó las instituciones democráticas del país. Tras la muerte de Chávez en 2013, Nicolás Maduro asumió la presidencia, profundizando las políticas autoritarias y llevando al país a una crisis económica, política y social sin precedentes.

El surgimiento de un liderazgo inesperado: la candidata inhabilitada y el fenómeno del 28 de julio del 2024

En un giro copernicano de los acontecimientos, la inhabilitación de la principal candidata opositora para las elecciones del 28 de julio de 2024 catalizó un movimiento de resistencia y esperanza pacifica sin precedentes. En lugar de desmoralizar a la oposición y la sociedad democrática, esta acción del régimen galvanizó exponencialmente el apoyo popular, demostrando la capacidad de adaptación y resiliencia de los venezolanos que llevan un cuarto de siglo clamando por libertad.

Edmundo González Urrutia como líder emergente, ha sido el defensor oficial de la candidatura de una estadista sin igual que nunca ha bajado los brazos porque sueña a Venezuela libre. Su candidatura es simbólica, pero se ha convertido en el punto focal de las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano. González Urrutia representa un nuevo tipo de liderazgo, firme, adaptado a las realidades de la guerra no convencional, capaz de unificar diversas facciones y utilizar métodos novedosos para desafiar al régimen.

El apoyo masivo a González Urrutia ha generado un fenómeno de frenesí colectivo que trasciende las tácticas tradicionales de campaña. Este frenesí colectivo ha demostrado ser una forma efectiva de guerra no convencional, desafiando al régimen sin recurrir a la violencia y generando una presión psicológica y mediática significativa, impulsando el sueño de libertad, prosperidad y unificación de más del 80% de los venezolanos. Hoy, la resistencia no convencional en Venezuela continúa evolucionando, adaptándose a las tácticas del régimen y encontrando nuevas formas de luchar por la democracia y la libertad. El caso de Venezuela ilustra cómo, en la era moderna, la fuerza de lo inesperado y las tácticas no convencionales pueden desafiar incluso a los regímenes más arraigados, ofreciendo un aliento de valentía, nuevas esperanzas y perspectivas sobre el poder del pueblo en la lucha contra la opresión.

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Dayana Cristina Duzoglou

La palabra, siempre ha sido un instrumento poderoso capaz de moldear sociedades, derrocar imperios y encender la llama de la libertad en el corazón de los oprimidos. A lo largo de la historia, las voces valientes que se alzaron en defensa de la verdad y la justicia han demostrado que la fuerza de la opinión pública es imparable, y que los medios de comunicación son los catalizadores esenciales para canalizar esa fuerza transformadora.

Como dijo sabiamente Voltaire, «una pluma que escribe verdades es más poderosa que un ejército.» Esta máxima se ha hecho eco en cada rincón del mundo, donde periodistas y escritores han desafiado a tiranos y regímenes opresores, arriesgando sus vidas para dar voz a los sin voz y desenmascarar las atrocidades que se ocultan tras los muros del poder.

La historia está repleta de ejemplos inspiradores que demuestran el poder de la palabra escrita y difundida a través de los medios. Desde los panfletos de Thomas Paine que encendieron la llama de la Revolución Americana, hasta los informes de Nellie Bly que expusieron los horrores de los manicomios, la prensa ha sido una herramienta fundamental para moldear la opinión pública y catalizar cambios profundos.

Estadísticas recientes muestran que, en países donde los medios de comunicación son libres y la libertad de expresión es respetada, los índices de corrupción son significativamente más bajos y los derechos humanos son mejor protegidos. Según un estudio de Freedom House, en el 2022, solo el 20% de la población mundial vivía en países con una prensa completamente libre, mientras que el 37% lo hacía en naciones con una libertad de prensa parcial o restringida.

A pesar de las adversidades y los intentos de silenciar las voces disidentes, la fuerza de la opinión pública sigue siendo un baluarte inexpugnable en la lucha por la libertad y la justicia. 

Las Revoluciones Silenciosas

A lo largo de la historia, la opinión pública y los medios de comunicación han sido protagonistas silenciosos de transformaciones épicas, derribando barreras y regímenes opresores sin disparar un solo tiro. Estas «revoluciones silenciosas» han demostrado que la fuerza de la palabra y la información pueden ser más poderosas que los ejércitos más formidables.

El Papel de la Prensa en la Caída del Muro de Berlín

Aunque no se habla mucho, la prensa desempeñó un papel crucial en la caída del Muro de Berlín y la posterior reunificación de Alemania. Publicaciones como «Der Spiegel» (una de las revistas de noticias e investigación más influyentes e importantes de Alemania) y «Die Zeit”(semanario alemán de larga tradición) difundieron incansablemente información sobre la realidad detrás del Telón de Acero, alimentando el descontento popular. Según investigaciones recientes, el 89% de los alemanes orientales consumían regularmente medios occidentales, lo que erosionó la legitimidad del régimen comunista.

Los Blogs y las Redes Sociales como Armas de Libertad

En la era digital, los blogs y las redes sociales han democratizado la información, permitiendo que voces disidentes se hagan escuchar más allá de las fronteras. Plataformas como Twitter y Facebook fueron cruciales durante la Revolución Verde en Irán en 2009, cuando los medios tradicionales fueron censurados. Según un estudio de la Universidad de Washington, el 60% de los tuits publicados durante las protestas provenían de dentro de Irán, desafiando la narrativa oficial del régimen.

Estas revoluciones silenciosas demuestran que, cuando la opinión pública se canaliza a través de medios libres e independientes, su fuerza es imparable. En un mundo cada vez más interconectado, la información es poder, y los ciudadanos empoderados con acceso a ella pueden cambiar el curso de la historia.

Venezuela: La Lucha Incansable por la Libertad

En Venezuela, a pesar de la censura y la represión impuestas por el régimen autoritario, los medios de comunicación y los periodistas han demostrado una resistencia inquebrantable en su lucha por preservar la libertad de expresión y dar voz a la sociedad civil. Desde denuncias de violaciones de derechos humanos hasta la cobertura de las protestas masivas, estos valientes profesionales se han mantenido firmes en su compromiso con la verdad, a menudo poniendo sus vidas en riesgo.

Incluso en las circunstancias más adversas, la sociedad civil venezolana ha encontrado formas de mantener su voz viva a través de los medios alternativos y las redes sociales. Plataformas digitales como Twitter y YouTube se han convertido en espacios cruciales para difundir información veraz, coordinar protestas pacíficas y denunciar los abusos del régimen. Según datos de IPYS Venezuela, en 2022, el 78% de los venezolanos utilizó las redes sociales como fuente principal de información.

A pesar del éxodo masivo de periodistas y medios de comunicación que han tenido que abandonar Venezuela debido a la persecución y la falta de libertades, la llama de la libertad de expresión arde con más fuerza que nunca. Desde diversos rincones del mundo, estas voces en el exilio se han convertido en faros de esperanza, informando incansablemente al mundo sobre la crisis humanitaria y política que azota a su país, manteniendo viva la llama de la democracia en los corazones de millones de venezolanos.

El apoyo inquebrantable de estos medios solidarios al liderazgo magnánimo, pacífico y visionario de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia ha encendido un movimiento libertario que vibra hasta en el más recóndito pueblito de Venezuela. Las palabras de María Corina, cargadas de coraje y determinación, palabras que hablan de libertad y fin del Socialismo hambreador, resuenan como un grito de libertad que desafía la opresión, recordando a todos que la desesperanza jamás tendrá cabida en un país cuyo espíritu indomable anhela la democracia.

En esta cruzada por la verdad y la justicia, los periodistas venezolanos en el exilio han demostrado que la pluma puede ser más poderosa que un fusil y que la fuerza de la palabra trasciende fronteras y cadenas. 

El Futuro Pertenece a las Voces Libres

En el horizonte del siglo XXI, nuevas amenazas como la desinformación digital y los ataques cibernéticos acechan a la libertad de expresión. Sin embargo, las lecciones del pasado resuenan con fuerza: donde hay voces libres e informadas, la tiranía no puede echar raíces.

Las incansables luchas de periodistas venezolanos, tanto dentro como fuera del país, son un testimonio vivo de que la verdad siempre encuentra un camino. Aunque la adversidad sea abrumadora, sus voces han mantenido encendida la llama de la esperanza democrática, inspirando a millones a alzarse contra la opresión.

En esta nueva era, el legado de quienes han sacrificado todo por defender la libertad de expresión nos recuerda que la opinión pública es un poder imparable cuando está armada con información veraz. Hoy, más que nunca, este ideal debe ser nuestro faro, guiándonos hacia un futuro donde las voces libres puedan florecer y las democracias se fortalezcan.

La lucha continúa, pero con la fuerza de la palabra y la determinación inquebrantable de aquellos que defienden la verdad, las barreras más formidables caerán. El futuro pertenece a las voces libres que se niegan a ser silenciadas, pues son ellas las semillas de un mundo más justo y próspero para todas las naciones.

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Por Dayana Cristina Duzoglou

«Atacar a Israel es también socavar los cimientos de la civilización occidental, cuya construcción ha sido ardua y costosa. Es un acto de agresión contra los ideales de libertad, justicia y democracia que debemos valorar profundamente. Representa una lucha en contra de la esperanza de un mundo más brillante y prometedor.»

El pueblo de Israel ha enfrentado desafíos inimaginables a lo largo de su historia, desde el Holocausto hasta los ataques terroristas actuales. Sin embargo, la resiliencia y la fe inquebrantable de los israelíes han sido la luz que ha guiado su camino. Como expresó el poeta Zelda en su poema «Al Pueblo Elegido»:

«Pueblo de Sion, pueblo bendito,

la noche es oscura pero pronto llegará el alba.

No pierdas la esperanza ni ceses en la lucha,

pues Dios está contigo y te iluminará el camino.»

Israel, una nación joven, ha logrado florecer en medio del desierto, convirtiendo las áridas tierras en fértiles viñedos y transformando el agua salada en agua dulce. Esta tierra, anhelada por generaciones, ha prosperado gracias al esfuerzo, la innovación y el espíritu indomable de su pueblo.

Hoy, a pesar de los ataques terroristas que acechan sus fronteras desde el 7 de octubre pasado, Israel resiste con valentía.

Israel: la transformación del paisaje

En solo unas pocas décadas, Israel ha logrado una asombrosa transformación del paisaje, convirtiendo gran parte del árido desierto del Negev en tierras fértiles. Esto se ha logrado a través de innovaciones como el riego por goteo y la desalinización del agua. Por ejemplo, el desierto representaba el 55% del territorio en 1948, pero hoy es menos del 25%. Se han plantado más de 240 millones de árboles, duplicando el área forestal del país. Además, Israel ha desarrollado una floreciente industria vinícola, con el Valle del Ella convertida en una región vinícola de clase mundial.

Israel: líder en innovación y startups

Israel se destaca como líder mundial en innovación y startups, con aproximadamente 6,000 compañías de alta tecnología. Tel Aviv, considerada la «ciudad startup» con la mayor concentración de empresas tecnológicas después de Silicon Valley, refleja este auge. Las exportaciones de alta tecnología representan el 47% de las exportaciones totales del país, y en el año 2020, Israel atrajo la mayor inversión en capital de riesgo per cápita en el mundo. Exitosos ejemplos como Waze, Wix, Mobileye o Fiverr son testimonio de la capacidad de Israel para resolver problemas globales en áreas como ciberseguridad, fintech, agrotech y medtech, entre otras.

Israel: democracia y diversidad

Israel destaca como la única democracia en Medio Oriente, con elecciones libres, prensa independiente y una Corte Suprema independiente. Los ciudadanos árabes-israelíes disfrutan de los mismos derechos que sus compatriotas judíos. A pesar de los desafíos constantes, Israel ha logrado integrar una sociedad diversa, que incluye a judíos de diversas procedencias, árabes, drusos, beduinos y más. La diversidad se refleja en el Parlamento, donde partidos árabes como Ra’am participan activamente. Además, grupos como los drusos, circasianos y baha’is encuentran en Israel un oasis de coexistencia que no se encuentra en otros países de la región.

Israel: compromiso con Tikun Olam

«Tikun Olam» es una expresión hebrea que se traduce como «reparación del mundo» o «mejoramiento del mundo”. Es un concepto arraigado en la cultura y sociedad israelí, manifestándose a través del voluntariado, la filantropía y las ONG. Israel es hogar de numerosas organizaciones enfocadas en causas sociales, humanitarias y ambientales. Ejemplos como IsraAID, que ha brindado ayuda en desastres naturales en más de 50 países, resaltan el compromiso de Israel con el bienestar global. Las startups y empresas israelíes también desarrollan tecnologías centradas en resolver problemas sociales, tanto a nivel local como global.

Israel: líder en desalinización del agua

Israel es líder mundial en la desalinización del agua, obteniendo el 40% de su agua potable del mar a través de 5 plantas desalinizadoras que cubren gran parte de la demanda del país. El proceso israelí, con un costo de solo 53 centavos por metro cúbico, es considerablemente más eficiente que el promedio mundial. Israel comparte su experiencia en desalinización con países en desarrollo, contribuyendo así a aliviar la escasez de agua en todo el mundo.

Israel: búsqueda incansable de la paz

A pesar de las hostilidades en la región, Israel ha buscado activamente la paz con sus vecinos. Tratados de paz con Egipto y Jordania son ejemplos de este compromiso. En varias ocasiones, Israel ha propuesto soluciones de dos estados y retiradas territoriales a cambio de paz, como la retirada unilateral de la Franja de Gaza en 2005.

Recientemente, con los Acuerdos de Abraham, firmados de la mano e impulso del ex Presidente Donald Trump, Israel ha establecido relaciones diplomáticas y de cooperación con países árabes como Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Sudán y Bahréin. Esto ha permitido intercambios comerciales y tecnológicos beneficiosos para los firmantes del acuerdo.

Lamentablemente, tras los recientes ataques terroristas, el camino hacia la paz enfrenta nuevos desafíos. Israel se ve obligado a defenderse, iniciando una guerra contra el terrorismo que puede prolongarse.

Israel: cultura de trabajo e innovación

La historia y el aislamiento geopolítico de Israel lo han forzado a ser autosuficiente, lo que ha impulsado la innovación y la resolución de problemas con los recursos disponibles. La cultura israelí fomenta el pensamiento creativo y la asunción de riesgos, lo que explica el auge de startups exitosas. De hecho, Israel tiene la mayor concentración de startups fuera de Silicon Valley, con aproximadamente una startup por cada 1.800 personas. Esta explosión de emprendimiento se debe en parte a la inversión en educación técnica y científica, así como a programas gubernamentales de apoyo a la innovación.

Reflexiones Finales

Israel representa la determinación y la resiliencia de un pueblo que ha superado obstáculos inmensos para tener una nación propia y construir una sociedad vibrante. A pesar de las dificultades, Israel ha logrado grandes avances y aportes al mundo en áreas como la agricultura, tecnología, innovación social y la búsqueda de la paz.

El primer ministro y líder israelí Benjamín Netanyahu expresó acertadamente: «Recordemos: todas las naciones o culturas que alguna vez trataron de destruirnos, hoy ya no existen y nosotros todavía vivimos.»

El futuro de Israel a pesar de estar pasando por un momento terrorífico dados los ataques terroristas, siempre será prometedor gracias al talento de su gente. El pueblo de Israel, continúa demostrando un espíritu inquebrantable y una determinación infatigable. Siguen desafiando la adversidad con una mezcla única de innovación, fuerza, trabajo duro y esperanza. Esta lucha no es solo por Israel y los judíos, ellos están actualmente defendiendo los valores de libertad, democracia y bienestar que caracteriza a quienes hemos vivimos en los estándares de una civilización judeocristiana.

En medio de la adversidad, hoy más que nunca, Israel se alza como un faro de fe indestructible, honrando la memoria de aquellos que han hecho posible este milagro y mirando hacia el futuro con valentía. En palabras de su himno nacional, «Nuestra esperanza no se ha perdido, es la antigua esperanza, de estar en la Tierra de Israel, una tierra libre.»

Am Israel Jai, ¡El pueblo de Israel vive! y vivirá por siempre…

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Por Dayana Cristina Duzoglou

El propósito del socialismo y del comunismo es fomentar una actitud servil en la población, haciéndolos trabajar sumisamente para engrandecer al Estado tiránico y a su élite gobernante.

El socialismo y el comunismo han sido históricamente dos caras de la misma moneda totalitaria. Es importante analizar ambos sistemas sin prejuicios ideológicos y constatar que en la práctica han derivado en opresión, miseria y pérdida de libertades individuales.

Tanto en la Unión Soviética como en Cuba, Venezuela o China, los ideales socialistas y comunistas devinieron en dictaduras donde se han purgado y perseguido a los disidentes. Las promesas de igualdad social acaban siempre en una igualdad en la pobreza y el sometimiento al Estado. Cuando el individuo se subyuga tanto por elecciones fraudulentas como por la fuerza, se pierde ese espacio de libertad personal tan preciado.

Ciertamente, en los países nórdicos ha habido políticas más tendentes hacia la socialdemocracia. Pero son modelos que operan dentro de marcos democráticos liberales, donde se permite la propiedad privada y la libertad de mercado. Más que socialismo real, es capitalismo reformado.

Un ejemplo interesante de social democracia fue Venezuela entre los años de 1953 a 1998. La relativa prosperidad de ese período se debió a un sistema democrático con economía mixta que permitía la iniciativa privada. El posterior giro hacia políticas castristas acabó sumiendo al país en sangre, crisis constante y esclavitud moderna.

El comunismo en la URSS

El comunismo en la Unión Soviética dejó un legado de opresión, terror y pobreza. Uno de los episodios más terribles fue la colectivización forzosa de la agricultura impuesta por Joseph Stalin, un despiadado dictador que pasó a la historia como uno de los mayores asesinos psicópatas y narcisistas de la humanidad. Stalin, que llegó al poder tras la muerte de Lenin, no dudó en utilizar los métodos más crueles para imponer su voluntad, eliminando a cualquiera que considerase un obstáculo en su camino. Millones de campesinos ucranianos se resistieron a entregar sus cosechas al Estado, por lo que Stalin ordenó confiscar todos los alimentos, condenando a muerte por inanición a cerca de 7 millones de personas durante 1932-33 en lo que se conoció como Holodomor o «muerte por hambruna».

Además, se implementaron brutales purgas a partir de 1936 que provocaron la muerte de alrededor de un millón de personas y el encarcelamiento de muchos millones más, cuya única culpa era oponerse al régimen. Cientos de miles de personas fueron ejecutadas con una simple orden de Stalin. Como bien resalta Ayn Rand, en los países comunistas, el individuo desaparece, quedando solo un conjunto de engranajes, tornillos y tuercas que forman parte de la maquinaria estatal. Cabe resaltar que, la gran mayoría de la población soviética vivía en la más absoluta miseria material. Mientras. los líderes gozaban de todos los lujos, el pueblo hacía interminables colas para conseguir un trozo de pan.

Uno de los proyectos más ambiciosos y absurdos del régimen estalinista fue la construcción del canal mar Blanco-mar Báltico, conocido como el «Canal Stalin», entre 1931 y 1933. Lejos de usar maquinaria moderna, Stalin ordenó construirlo con trabajo manual masivo de prisioneros, muchos de ellos intelectuales encarcelados por el régimen.

Se estima que alrededor de 12 mil presos murieron ahogados, de frío o extenuados durante la construcción. El novelista Aleksandr Solzhenitsyn, confinado en un campo de trabajos forzados, describió el proyecto como la «carretera de huesos del Canal Stalin», por la gran cantidad de muertos. Los prisioneros carecían de ropa o alimentos adecuados para las duras condiciones climáticas.

Además de la tragedia humana, el canal resultó un fracaso en términos ingenieriles y económicos. Su trazado, enteramente manual, no fue el adecuado para la navegación.

El Canal Stalin pasó a la historia no por su utilidad, sino como símbolo de la barbarie comunista, donde el individuo no cuenta, sino sólo la maquinaria colectivista del Estado.

El comunismo en China y Cuba

El comunismo también dejó un rastro de muerte y represión en China. Durante el «Gran Salto Adelante» de Mao en 1958-62, la colectivización forzosa y las cuotas de producción disparatadas provocaron la muerte por hambre de alrededor de 45 millones de personas. La posterior Revolución Cultural de 1966-76 buscaba imponer el culto a Mao y purgar la influencia «capitalista». Se persiguió a intelectuales, académicos y cualquier sospechoso de oposición, encarcelando a millones y ejecutando a cientos de miles.

En 1989, un hecho atroz impactó a todo el mundo. El régimen comunista chino aplastó violentamente las protestas a favor de la democracia en la Plaza de Tiananmén donde murieron cientos de estudiantes.

En Cuba, la dictadura comunista de los hermanos Castro se ha extendido por 64 años, negando toda libertad política y civil. Se han encarcelado a miles de opositores en condiciones infrahumanas y se siguen prohibiendo los medios de comunicación independientes.

La persecución a la disidencia y el control estatal absoluto sobre la economía han sumido al país en el atraso, a pesar de los cuantiosos subsidios otorgados por el régimen venezolano. El PIB per cápita cubano se contrajo un 35% en los primeros años de Castro y el salario mensual promedio de un trabajador no llega a 30 dólares actualmente.

Aquí, algunas cifras económicas y sociales relevantes en el texto sobre China y Cuba:

China (Gran Salto Adelante):

  • Producción de cereales cayó en unos 75 millones de toneladas entre 1959-1961.
  • Hambruna con aproximadamente 36 millones de muertos.

China (Revolución Cultural):

  • Universidades cerradas entre 1966-1970.
  • Prohibición de libros «capitalistas».
  • Purgados unos 4 millones de «contrarrevolucionarios».
  • China (Plaza de Tiananmén):
  • Intervención militar en junio de 1989.
  • Entre 400 y 800 civiles muertos.
  • Aproximadamente 7,000 heridos y 5,000 detenidos.

Cuba (Encarcelamiento político):

  • Desde 1963 a 2011, alrededor de 15,000 personas encarceladas políticamente.
  • En 2003, 75 condenas a prisión por motivos políticos con penas de hasta 28 años.

Cuba (Economía):

  • Contracción de más de 10% desde la desaparición de la Unión Soviética.
  • PIB per cápita cubano de $9,000, uno de los más bajos de América.

El socialismo en Venezuela 

En Venezuela, vivimos una etapa de prosperidad entre los años 1960 y 1980 gracias a la bonanza petrolera y a políticas de corte socialdemócrata y, me atrevo a decir que la social democracia en Venezuela es uno de los pocos ejemplos de socialismo exitoso en el mundo. Quizás, el éxito de los socialdemócratas y socialcristianos venezolanos radica en que eran verdaderos lideres con un amor genuino por su país que supieron canalizar un acuerdo de gobernabilidad para desarrollar la economía y el bienestar ciudadano.

El PIB per cápita pasó de $3500 en 1970 a $12000 en 1980. Los gobiernos de ese periodo, especialmente bajo Carlos Andrés Pérez, invirtieron en educación, salud e infraestructura. La pobreza se redujo del 50% al 20% y había pleno empleo. Venezuela se consolidó como una de las democracias más sólidas de Latinoamérica.

Sin embargo, con la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999 se instauró un modelo político y económico de corte comunista (tratando de emular el estalinismo, pero de manera muy caribeña y con grados de corrupción desorbitada) que sumió al país en una profunda crisis. El PIB per cápita se ha contraído a la mitad, cayendo a solo $6000 en 2020. La inflación acumulada entre 2013-2021 superó el 2.000.000%, provocando una aguda escasez de alimentos y medicinas. Se han impusieron controles de cambio y de precios que han destruido la producción nacional y según datos de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) la industria se ha achicado más de 94% en los últimos 10 años.

Esta debacle viene provocando un éxodo masivo de venezolanos. De una población de 30 millones, han emigrado cerca de 8 millones desde 2014. Miles intentan migrar por la peligrosa selva del Darién y caminan hasta México para cruzar a EEUU.

El régimen chavista-madurista también ha encarcelado a cientos de presos políticos incluyendo lideres políticos o simple tuiteros que cometieron el “crimen” de emitir una opinión en redes sociales. Entre 2014-2019 se registraron 15.045 detenciones arbitrarias y actualmente hay 244 presos de conciencia. En 2020, la Corte Internacional Penal admitió investigar posibles crímenes de lesa humanidad.

Hoy, el socialismo “madurismo” sigue la receta de imponer una tiranía esclavista mediante el voto o fraude y también implementa la eliminación de sindicalistas que piden un sueldo apropiado encarcelándolos por 16 años por el solo hecho de querer reivindicar sus derechos laborales.

Conclusión

La historia demuestra sin ambages que socialismo y comunismo son dos caras de la misma moneda totalitaria.

El socialismo, en la gran mayoría de los casos, no es más que una antesala al comunismo, ya que ambos sistemas parten de la premisa equivocada de subyugar al individuo a un supuesto bien común dictado desde el Estado.

Los trágicos experimentos socialistas en la Unión Soviética, China, Corea del Norte, Cuba y más recientemente Venezuela confirman estas apreciaciones. Todos derivaron en la misma resultante opresiva: pérdida absoluta de libertades individuales, eliminación de cualquier disidencia mediante cárcel o purga, y una extendida miseria material disfrazada de “igualdad”.

El individuo, pieza fundamental de cualquier sociedad próspera, es literalmente aplastado por la maquinaria burocrática colectivista. Paradójicamente, estos regímenes socialistas terminan concentrando todo el poder y la riqueza en una pequeña élite gobernante, como ocurrió con la nomenklatura soviética o con la cúpula chavista en Venezuela.

Es hora de aprender de estos errores colectivos, entender que el camino hacia la prosperidad está en liberar las capacidades individuales y no en el sometimiento del ciudadano al Leviatán estatal. La verdadera justicia social no llegará por medio de la coacción sino del trabajo productivo en un marco de auténtica libertad.

«No hay diferencia entre comunismo y socialismo, excepto en la manera de conseguir el mismo objetivo final: el comunismo propone esclavizar al hombre mediante la fuerza, el socialismo mediante el voto. Es la misma diferencia que hay entre asesinato y suicidio».

Ayn Rand

Por Dayana Cristina Duzoglou

Twitter: dduzoglou

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