Por morfema.press

El centro de estudios Díalogo Interamericano (The Dialogue) ha publicado un análisis con entrevistas a expertos titulado ¿Qué significa cambiar la dinámica política para Maduro?

Resalta The Dialogue que Nicolás Maduro, enfrentó un endurecimiento de las sanciones y la retórica en los últimos años, particularmente cuando los gobiernos de derecha estaban en el poder en Colombia, Estados Unidos y Brasil. Pero los gobiernos de izquierda ahora tienen el control en Bogotá y Washington, y pronto lo estarán en Brasilia.

Entre las señales de vínculos más estrechos, Gustavo Petro se convirtió el 1 de noviembre en el primer presidente colombiano en reunirse con Maduro en seis años. ¿Qué significan para Maduro las dinámicas políticas cambiantes en el hemisferio occidental y qué factores serán más importantes? ¿Qué probabilidades hay de que otros gobiernos de izquierda en el hemisferio puedan alentar a Maduro a dar pasos hacia la democracia? ¿Qué incentivos tendría Maduro para tales pasos?

Ante tales interrogantes, Diego Arria, miembro de la junta asesora de The Dialogue y ex embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas contestó:

Los cambios políticos en la región son básicamente irrelevantes para la permanencia en el poder de Maduro, ya que ningún país estuvo ni está dispuesto a ir a la lona en defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela. 

Menos aún después del reciente cambio radical de la política de EE.UU. con respecto a su régimen, que pasó de las fuertes sanciones de Trump, seguidas de una recompensa de $15 millones por información que conduzca al arresto o condena de Nicolás Maduro, y 14 funcionarios venezolanos acusados ​​de narcotráfico. terrorismo, corrupción, narcotráfico y otras actividades delictivas. 

El cambio bajo la administración de Biden surgió cuando altos miembros fueron enviados a Caracas para entablar negociaciones directas con el régimen para intercambiar a los sobrinos de Maduro que cumplían penas de prisión por narcotráfico por empresarios estadounidenses detenidos ilegalmente. También está considerando permitir que el régimen exporte petróleo a los Estados Unidos. 

Abrir negociaciones con un régimen que había considerado un usurpador al tiempo que reconocía a Juan Guaidó como presidente interino fue un golpe fatal para el régimen interino y un mensaje a la comunidad internacional de cambio de política. 

Ante estos desarrollos, es evidente que no hay necesidad de que Maduro dé pasos hacia la democracia. 

Y además de estas realidades, los partidos políticos disminuidos están brindando vías para legitimar un narcorégimen que acepta elecciones primarias realizadas por el árbitro electoral controlado por Maduro. 

Mientras tanto, siete millones de venezolanos se han ido del país”.