Por Milagros Socorro en Artículo 14

El presidente electo de Venezuela defiende a la líder opositora tras su acusación de traición a la patria. «Su convicción es mucho más fuerte que el régimen mismo», explica a Artículo14

Ni los colaboradores de María Corina Machado llevan la cuenta de las supuestas investigaciones que los portavoces del régimen de Nicolás Maduro aseguran haberle abierto. «Debe ser la enésima…», despacha alguien que, por estar en Venezuela exige su nombre en resguardo.

El caso que la “fiscalía de Maduro”, como se la llama en ese país, anunció este viernes otra “investigación” a la líder opositora, esta vez por traición a la patria (que acarrearía la pena máxima: 30 años de cárcel), conspiración con países extranjeros y asociación para delinquir.

Cualquiera puede preguntarse cómo pudo Machado, quien se encuentra en la clandestinidad, incurrir en todas esas acciones. Muy simple. Escribió un comentario en la red social X, en respuesta al del congresista estadounidense Mike Waltz, quien dijo: «María Corina sigue siendo un faro de esperanza para los venezolanos que rechazaron a Maduro y su autoritarismo socialista. Estoy orgulloso de que la Cámara de Representantes haya aprobado mi proyecto de ley, la Ley Bolívar, para impedir que el gobierno federal haga negocios con cualquiera que tenga vínculos comerciales con el régimen de Maduro».

En diálogo de gratitud, que ella sostiene por las redes sociales con todo aquel que apoye la causa venezolana, Machado le dijo (en inglés): «Gracias, congresista Michael Waltz, por apoyar el coraje y la voluntad del pueblo venezolano. El régimen de Maduro no silenciará la verdad. Agradecemos su liderazgo y a todos los miembros de la Cámara de Representantes que defendieron y aprobaron la Ley Bolívar. Es un paso crucial para exigirle cuentas al régimen de Maduro. Esperamos continuar la lucha por la libertad en Venezuela, trabajando juntos para lograr una transición rápida a la democracia y un futuro brillante para la región».

El propio “fiscal de Maduro”, Tarek William Saab declaró que, al dar las gracias al diputado republicano, María Corina Machado había “manifestado su apoyo” a las nuevas sanciones anunciadas por Estados Unidos, a partir del fraude electoral perpetrado por el Nicolás Maduro en julio pasado. Manifestar un apoyo es, pues, razón para ser imputada, como de seguro lo será, por tres delitos.

A riesgo de su propia vida

Pese a lo desbordado del asunto, nadie se extrañó en Venezuela. Al contrario. Se esperaba que ocurriera, puesto que cuatro días antes, el martes 19 de noviembre, el presidente de la “Asamblea Nacional de Maduro”, Jorge Rodríguez (hermano de Delcy), había pedido a gritos, desde el estrado del parlamento, juzgar y condenar a los líderes opositores Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, por “traición a la patria”, crimen en el que, según él, también estarían incursos el exalcalde Leopoldo López y los expresidentes de la AN Juan Guaidó y Julio Borges.

Consultado por Artículo14, el presidente electo, Edmundo González Urrutia, exiliado en España, dijo: «La persecución a María Corina ha sido implacable y ella se ha mantenido firme en su causa. Eso es lo que el régimen no entiende: ella no solo está comprometida con la reconstrucción de Venezuela, ella vive por la reconstrucción de Venezuela. Así que cada ley, cada ataque, cada artimaña contra María Corina, se diluye, porque su convicción es mucho más fuerte que el régimen mismo. Por eso, la apoyo y la apoyaré siempre”.

Mientras, María Corina Machado se mantiene escondida. Dicen que con frecuencia cambia de refugio y ni los más informados conocen su paradero. «María Corina es muy hermética y cautelosa con sus movimientos tácticos y estratégicos», dice el líder opositor Carlos Tablante, también en el exilio en Madrid, «pero tiene la determinación de continuar la lucha en todos los terrenos para construir un escenario que haga viable una transición hacia la democracia lo menos traumática posible y a riesgo de su propia vida».

—Ello requiere -sigue Tablante- articulación y coordinación con actores diversos: Edmundo González, los partidos aliados, la comunidad internacional… en fin, una coalición amplia, que debe de sumar y movilizar a todo el país para lograr el cambio político urgente, que es el clamor de los más de siete millones de votos obtenidos por Edmundo González para ser el presidente electo, en medio de una compleja realidad.

Al preguntarle cuál cree que será el destino inmediato de Machado, el exgobernador de Aragua afirma: «Además de líder de las fuerzas que impulsan el cambio, María Corina podría ser la Vicepresidenta del nuevo gobierno de unidad nacional». Ni se molesta, pues, en visualizarla presa o en el exilio.

Ella está a buen resguardo

Según el índice del World Justice Project, Venezuela ocupa el lugar 142 entre 142 por la calidad de su estado de derecho. Esto es, entre todos esos países, no hay uno donde los entes estatales actúen de forma más arbitraria que en Venezuela.

Al consultarlo respecto de las consecuencias que la nueva investigación del fiscal de Maduro podrían tener para María Corina Machado, el abogado constitucionalista Antonio Canova, residenciado en Madrid, asegura que «ningún experto ni organización nacional o internacional va a tomar esto en serio, sino como parte de la persecución».

— Los delitos que le imputan a María Corina -explica Canova- tienen un contenido político. Son delitos que protegen al gobierno, no que tienen por objeto resguardar un valor distinto, imparcial. Son delitos típicos y usados estos años para perseguir a opositores. Eso da un contexto claro de la intención de la investigación.

Y al aducirle que la acción judicial, o lo que sea, podría ser argumento para detenerla, Canova lo descarta: «Pueden emitir órdenes de aprensión. No sería más que insistir en actuaciones que ya han intentado sin éxito. María Corina está a buen resguardo. No la han apresado porque no pueden. Lo que sí puede ocurrir es que esto sea un elemento más de Maduro y sus poderes para usarlo como carta de negociación y para ir contra más gente. En todo caso, queda en evidencia que hoy, pese a todo, no tienen el control del país».